Que el proyecto solo aplicará a las Farc o a los partidos de izquierda, que quitarán independencia al periodismo, que le da demasiado poder a la disidencia y resta gobernabilidad, son algunas de las tesis que se han difundido en la opinión pública alrededor el proyecto del estatuto de oposición que está cursando su último debate en el Congreso.   

Pese a esas sospechas que se posicionan la creencia popular, el ministro Juan Fernando Cristo afirmó que “con las Farc se pactó la necesidad de expedir un estatuto, pero su contenido es fruto de un consenso con todos los partidos políticos y, especialmente, los de oposición e independientes. Varios de los partidos minoritarios estuvieron muy atentos y enriquecieron esta iniciativa”.

A pesar de esta afirmación, el Centro Democrático sostuvo que no es garantista porque no se incluyeron sus propuestas.

Sobre esto, varios expertos señalaron que es falso que este proyecto solo se aplique a un tipo de actor, al contrario; será integral a todos los partidos e ideologías.
Juan Carlos Arenas, quien es sociólogo y magíster en Ciencia Política, afirmó que dichas garantías “no podrán aplicar, en la letra legal, solo a las Farc o a los partidos de izquierda. Esto será para todo aquel que se declare en oposición, sin importar su filiación política”.

“Es una visión bastante reduccionista. Con una bancada nada insignificante, dudo mucho que el sector oficial apruebe este proyecto que podría quitarle oportunidades, tal como lo dice ese rumor”, agregó Adriana Ramírez, economista, magíster y doctora en Ciencia Política.

En la redacción del proyecto de ley, no se menciona ningún sector social, ni ideologías ni espectros políticos y su creación se basa en el artículo 112, el cual reconoció que “los partidos y movimientos políticos que no participen en el Gobierno podrán ejercer libremente la función crítica frente a este y plantear y desarrollar alternativas políticas”.

La idea del estatuto se dio porque, según Arenas “el sistema político era bastante cerrado, restringido a la participación del Partido Liberal y Conservador. La Constitución de 1991 creó unas herramientas que permitieron la ampliación de la oferta electoral para que otros movimientos políticos tuvieran alguna posibilidad de éxito en el juego político-electoral. Sin embargo, la disidencia ha tenido muy poca voz, capacidad de incidencia en las decisiones dentro del sistema político y ha asumido muchos riesgos de ser eliminada físicamente. Esto, pensando en el papel de la izquierda en el control político”.

Para Ramírez, “desde el Frente Nacional, la oposición ha sido mal vista; como una amenaza a la gobernabilidad y un problema para el desarrollo de la actividad democrática y no como un reflejo de la naturaleza del ser humano, que no tiene los mismos pensamientos. La cuestión es que ese conflicto se ha resuelto, debido a nuestras prácticas socio-culturales, a través de la violencia”.

Arenas agregó que “es dramático, triste y penoso que el establecimiento parlamentario no se haya pellizcado en 25 años de Constitución para hacer un estatuto serio, responsable, capaz de garantizar el espacio político suficiente a quienes no están dentro del gobierno y solo lo hayan logrado por un acuerdo hecho con un grupo ilegal”.

¿Cómo es hacer oposición en Colombia?

En temas como la oposición al proceso de paz, el presidente, Juan Manuel Santos, ha sido crítico de la “oposición destructiva” del Centro Democrático.

"Esa oposición destructiva, que lo único que quiere hacer es acabar con todo, sembrar miedo, miseria para después tratar construir sobre las cenizas, esa oposición es muy mala para cualquier país” (…) “es violenta, virulenta y no tiene límites. Como ustedes saben, a mi Gobierno le ha tocado confrontar una oposición obstinada y ciega, que se empeña en sembrar incertidumbres y muchas mentiras donde hay certezas y hay realidades positivas”.

Por su parte, Alfredo Rangel, senador del Centro Democrático, criticó que en este momento no hay ninguna garantía para hacer oposición. “Por el fast track, el Congreso ha perdido su iniciativa, su autonomía e independencia. El Gobierno nacional junto a las Farc presentan los proyectos de reforma constitucional en una enorme cantidad de temas”. Otra de las limitaciones que señala el congresista es el uso de la “mermalada”, lo cual ha generado un “desequilibrio descomunal” en el juego político a favor del sector oficial, que usar los recursos públicos para elegirse y reelegirse. 

“El Gobierno tiene arrodillados a los medios de comunicación, por lo cual las actividades de la oposición no tienen el lugar que deberían en la agenda; cuya naturaleza es absolutamente gobiernista; solo le hacen propaganda y loas al presidente”, agregó.

Alirio Uribe, representante del Polo Democrático, destacó que la falta de garantías a la oposición llevó al genocidio de la Unión Patriótica, el asesinato de varios candidatos presidenciales, mandatarios y líderes de derechos humanos; “ha habido ataques y criminalización de la diferencia política”. 

“Como Polo Democrático ha sido difícil hacernos escuchar, impulsar propuestas y tenemos poca iniciativa parlamentaria porque no hay posibilidad de crear consensos frente a proyectos que mejoren la vida de los colombianos en muchos temas sociales y políticos”. 

¿Cómo es hacer oposición en Antioquia?

La comunicación del gobernador de Antioquia, Luis Pérez, se ha caracterizado por no referirse en malas palabras a la oposición política.

Sin embargo, para Jorge Gómez, diputado del Polo Democrático, “la voz de la oposición es muy asordinada y ésta debería tener más la palabra. No solo en los medios oficiales sino en los privados. Cuando enviamos un boletín, nos dicen que deben contactar a la contraparte, pero cuando la noticia es del Gobierno no nos consultan a nosotros. Es muy extraño que quienes gobiernan, aprueben algo que le permita a la oposición convertirse en poder. Amanecerá y veremos”.

¿Cómo es hacer oposición en Medellín?

A través de su cuenta en Twitter, Andrés Felipe Bedoya, Secretario de Participación Ciudadana aseguró que “nos tocó  lo menos calificado de la oposición, (Luz María Múnera) desinforma sobre el PP. Solo dice lo que la gente quiere escuchar”.
Por su parte, Luz María Múnera, única concejala declarada de oposición, afirmó que “no ha sido fácil. Desde que se inventaron las coaliciones de gobierno, la posibilidad de hacer control político en las corporaciones se ha perdido mucho. La alianza aquí es de 20 concejales que generan demasiada presión y defienden al alcalde a ultranza; por lo cual uno debe hacer el control mientras se defiende de los ataques de los compañeros. Sin embargo, yo lo he realizado y lo continuaré haciendo”.
Para la corporada, otro riesgo es la injerencia de lo privado en lo público. “El poder económico ejerce bastante influencia sobre las decisiones tomadas en la administración, debido a los compromisos que se adquieren en las campañas políticas”.
 
¿Es suficiente este estatuto para la participación plena de la disidencia?

Los sectores políticos vieron este proyecto como algo complementario a otras reformas que deben presentarse. Rangel afirmó que “este estatuto va a favorecer a la oposición de manera marginal. En los temas estructurales como gasto público desbordado en publicidad y su influencia en los medios de comunicación, no son abordados en este proyecto, por lo cual es muy recortado en su alcance y muy hipócrita”.
Para Alirio Uribe, la iniciativa es solo uno de los elementos. “Estamos discutiendo modificaciones al politizado y desequilibrado poder electoral; crear controles a la Registraduría, ya que tiene mucho alcance y poca fiscalización, establecer una política justa de financiación de las campañas, el voto electrónico, los umbrales, que las minorías podamos formar coaliciones. Esto lograría cambiar el sistema plutocrático y la existencia de unas élites que prácticamente heredan el poder y lo administran porque el sistema de elección es corrupto, ver el caso Odebretch, y la financiación de las campañas del uribismo y el santismo”, argumentó.

La derecha: ¿nuevo actor de la oposición?

Diferencias en temas como el proceso de paz, debates éticos sobre matrimonio igualitario, eutanasia y elementos de forma de gobierno, situaron a un nuevo actor dentro de la oposición en Colombia: el Centro Democrático.

Ellos mismos han señalado sus reparos frente al Gobierno Santos, y según Rangel, “hoy somos el único partido de oposición al Gobierno Nacional”.

Muestra de esto, fue la marcha multitudinaria que el expresidente Álvaro Uribe convocó y realizó este sábado. 21 ciudades de Colombia y diez estadounidenses protestaron contra la corrupción, el presidente Juan Manuel Santos y el Acuerdo de paz con las Farc. En la capital antioqueña, el recorrido inició en el teatro Pablo Tobón y finalizó en la Plaza de las Luces donde se había instalado una tarima.

Arenas complementó afirmando que “luego del 2012, en términos de opinión pública, se reconfigura la disidencia política, ya que entran actores que pertenecen al establecimiento. Estos comparten ciertas consideraciones favorables a políticas económicas y sociales, pero están en la oposición porque no accedieron a los cargos de poder, la distribución de cargas burocráticas y orientar la política nacional. Para ellos, el sistema político ha garantizado un poco más la integridad de su vida”.

Sin embargo, para Leonardo García Jaramillo, experto en derecho electoral y democracia deliberativa, no hay una oposición entre la derecha porque en Colombia y la región, los movimientos de esta corriente política “no ejercen oposición sino que tienden a plegarse hacia el Ejecutivo por su poder burocrático que es el que, en últimas, permite ganar elecciones por el alto costo de ingreso y permanencia en la política”.

“El Polo fue el único partido que desde el inicio de este Gobierno se declaró en oposición. Considero que la derecha representada por el Centro Democrático se ha comportado legislativamente más como un partido de obstrucción, con una agenda estratégica hacia lo que posteriormente pueda capitalizar electoralmente.

 Arenas compartió y complementó lo anterior afirmando que “si usted pone en una tabla qué piensa el Gobierno Santos y el sector de Uribe sobre temas como el manejo, ambos responden a los mismos criterios generales. Podrán tener algunas estrategias de tratarse de mostrar distintos, pero realmente tienen mucho en común.

“Fuera de este actor, hay una gran oposición social y política que concibe la política, la economía y la dirección del estado de otra manera. Entre éstas el Partido Verde, el Polo Democrático y muchos sectores sociales que se oponen a las medidas fiscales, económicas, a la minería de este Gobierno y el anterior. A esta oposición todavía no le garantizan la vida; por ejemplo, la cantidad de líderes sociales que han perdido la vida en los últimos años”, agregó el sociólogo.