Hay un patrón de conducta indiscutible de racismo y exclusión inaceptable para un presidente.
Por fin entendimos que la orden de no renovar el status migratorio conocido como Protección Temporal a nicaragüenses, haitianos y esta semana a un poco más de 200 mil salvadoreños que han estado en los Estados Unidos desde 2001 tiene su explicación: son gente proveniente de ‘’países de mierda’’ que no merecen vivir en la tierra de gente anglo o blanca que propone Trump con tanto énfasis. Una y otra vez el emperador muestra que no son deslices del lenguaje o lapsus. No es sino repasar los episodios reiterativos en los que hay un patrón de conducta indiscutible de racismo y exclusión inaceptable para un presidente.
En la década de los setenta Trump fue demandado 2 veces impidiendo que afroamericanos fueran arrendatarios de apartamentos de su propiedad prefiriendo a ‘’blancos’’.
En 1989 de su bolsillo publicó avisos en varios periódicos de Nueva York pidiendo la pena de muerte para 5 jóvenes negros y latinos acusados de violar a una mujer ‘’blanca’’. Posteriormente, gracias a pruebas de ADN fueron exonerados de todos los cargos. No obstante, vuelve a revivir un asunto cerrado en 2016.
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Por años ha sostenido que Barack Obama nació en África, una mentira que muchos de sus seguidores continúan creyendo.
La campaña presidencial en 2016 tuvo como eje la infamia según la cual calificó a mexicanos inmigrantes como criminales, narcotraficantes y violadores. Ni que decir de los insultos al juez de origen mexicano Gonzalo Curiel encargado de la demanda por la fallida Trump University. A los nigerianos les pidió que se regresaran a su país donde viven en ‘’chozas’’.
Cuando el Ku Klux Klan salió a exigir su prominencia racial en la ciudad de Charlottesville y que terminaron en la muerte de un ciudadano arrollado por uno de los participantes, se atrevió a afirmar que en ambos bandos ‘’hay gente muy buena’’.
Con frecuencia exagera los crímenes cometidos por las minorías negras e hispanas y muy poco cuando otros grupos actúan contra los inmigrantes.
Los inmigrantes que en el siglo XVIII llegaron a los Estados Unidos lo hicieron apostándole a un mejor futuro y mejores oportunidades. La ola migratoria de las últimas décadas tiene su origen en países en donde la naturaleza ha causado tragedias y destrozos y en otros casos por la violencia. Ciertamente, los gobiernos fallidos de El Salvador, Haití y algunos en África, fueron en su momento los artífices de una diáspora que no es culpable de su desgracia.
Lamentable que la derecha republicana en lugar de condenar las afirmaciones de Trump , salga con un argumento falaz según el cual los Estados Unidos necesitan inmigrantes con educación, un sistema que basado en los méritos y que no hay que culpar las salidas en falso del emperador pues no siempre son políticamente correctas.
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Cuando todo parecía iba en la dirección de un acuerdo para salvar a los cerca de 700 mil Sonadores, este episodio podría exacerbar los ánimos de la extrema derecha que se opone a cualquier legalización. Para este gobierno, los valores tradicionales que han servido de pilares para abrir las puertas a los inmigrantes ya no tienen validez. La ignorancia con poder nunca termina en algo positivo.