El colectivo teatral Entropía participa en la XIII Fiesta de las Artes Escénicas con su obra Entropía o el orden de lo vano. Ellos hablaron con Palabra&Obra de esta puesta en escena que la ciudad pudo ver en el Teatro de la Universidad del CES como apertura del evento y anoche en la sala de Casa Teatro El Poblado. El diálogo es con la actriz Belén Fernández.
¿Por qué y desde que estética teatral decidieron titular la obra: Entropía o el orden de lo vano?
Entropía es una magnitud que sirve para leer el nivel de orden y desorden de un sistema. En el caso de la obra, Sergio, el protagonista, refleja que en su interior tiene mucho desorden, entonces a lo largo de la obra, a partir de todos los recuerdos, que son lo que se va viendo en cada escena, él trata de reconstruir, de reordenar su vida.
¿De qué se trata en la relación con el tema del orden y el de lo vano?
Esto tiene que ver con el orden es lo que trata de buscar en su vida durante toda la obra, lo vano, lo sin sentido, expresa cómo él ha venido comportándose en sus relaciones hasta ahora, justamente enfocándose, no en lo esencial de los vínculos, sino en cosas superficiales, banales, que lo llevaron a encontrase hasta el día de hoy en una absoluta soledad.
Cuénteles a los lectores, ¿cómo se da esa relación con los recuerdos, de qué recuerdos se trata y por qué el recuerdo o el recordar, qué se busca con ello?
Los recuerdos son la forma, la estructura que usamos en la obra para que este personaje, que se siente tan vacío, tan solo, haga un recuento de cómo ha sido su vida, cómo han sido sus relaciones personales, hasta ahora, para poder encontrar ese sentido perdido. Él utiliza los recuerdos para ir chequeando cómo fue su accionar hasta este momento, pero esos recuerdos le dan dinámica a la puesta en escena, porque van pasando situaciones diferentes, algunas más dramáticas, románticas, otras más cómicas. La estructura de recuerdos es lo que realmente le da el ritmo a la pieza.
¿Por qué el Teatro de Entropía se ha interesado por la relación tiempo y espacio en lo teatral y qué determina en el carácter teatral de Entropía o el orden de lo vano?
La relación del tiempo y el espacio marca un poco la estética de la obra. Con pocos elementos, con pocos cambios de vestuario, se arman tiempos diferentes, espacios, personajes distintos, que le van dando dinamismo a la obra, pero también le dan el sentido al título, que habla de ese desorden, de pasar de un momento a otro, de una escena obra, los cuales, en cuestión de minutos van encontrando su sentido.
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¿Qué hace la música en la obra: cómo la interviene, cómo fue concebida para tener nexo con los personajes en la escena?
La música es un personaje bastante protagónico, porque con pocos elementos, con pocos cambios de vestuario, con el reto de recrear momentos diferentes, se vuelve un personaje más que marca el clima de la escena, hace diferente cada momento. Diego Girón creó toda la música original de la obra, de entrada participó en todos los espacios, como un personaje más, en escena, aportando desde su lugar. La obra comienza con una música que tiene sonidos desordenados, haciendo ilusión a la definición de “entropía”.
¿Y la voz?, ¿cómo se realiza la presencia y la mediación de la voz en el relato teatral, de qué manera se escuchan también?
La voz es un elemento bastante fundamental, dado que el personaje principal, Sergio, lo que tiene es una incapacidad de vincularse sinceramente con todas las personas, entonces esto del hablar, del escucharse, es algo que tiene que ir aprendiendo, lo va haciendo a lo largo de la obra. A su vez, en esta puesta en escena aparecen muchos personajes, muchas voces, la voz del pensamiento del protagonista, que muchas veces no se contiene lo que el piensa con lo que dice; es justamente una obra de hablar y escucharse, interactuando en un vínculo crucial con el otro.
¿Qué relevancia y que preponderancia desde su estética teatral le dan a la luz, a la iluminación y que buscan con ella y en qué dimensión la incrustan en el escenario?
Cumple un rol muy similar a la música, ayuda a recrear los diferentes espacios y tiempos. Cada uno de los personajes con los que interactúa el protagonista tiene una luz particular que lo caracteriza, que habla de cuáles son sus matices, sus emociones, sus sentimientos, es su forma de ser, la iluminación define a cada personaje con los que se encuentra Sergio, el protagonista.
¿Qué son en la obra el hombre y la mujer, lo masculino y lo femenino?
Está muy marcado el tema de los vínculos entre el hombre y la mujer, porque el personaje se relaciona con casi todas las mujeres de su vida y con cada una se vincula de manera diferente, en realidad la obra trata de relaciones entre personas, más allá de los géneros. Creo que más tiene que ver con los roles: con su madre, con su padre, con una novia de su infancia, el cómo ese personaje a través del vínculo atraviesa al personaje principal; se ve una cuestión de género, por los vínculos hombre-mujer, pero más que eso la obra habla de los roles que cada uno ocupamos en la vida de los demás.
¿Para qué, por qué hacer teatro, en un mundo que quizá está excesivamente teatralizado, ordenado teatralmente y desordenado en la inminencia de la incertidumbre de la vida?
Hacer teatro siempre invita a conmover al espectador, que se salga de su lugar cómodo y vaya a la reflexión, que mire cómo está viviendo, cómo se relaciona con los demás, con uno mismo, que piense si realmente está llevando su vida como la quiere llevar o la está llevando por lo estructurada que tiene la vida, la cabeza, manejada por lo que debería ser. Esta obra habla de los vínculos, de algo tan esencial del ser humano, por lo que los espectadores se ven reflejados en la escena de la madre, en la escena del padre, de la novia. Es una invitación para que la gente se conmueva, invitarla a hacer una reflexión para cada día ser mejor persona con los demás y consigo mismos.