Los testimonios recopilados, indicaron que Urán se encontraba en el baño entre el tercer y cuarto piso durante la retoma, si bien las actas del levantamiento del cadáver le registraron como muerto en el primer piso, detalló la Fiscalía.
La Fiscalía identificó y entregará a sus familiares los restos del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán Rojas, desaparecido en la retoma militar del Palacio de Justicia de Bogotá en 1985, que había sido ocupado por la guerrilla del M-19, y cuyo cadáver apareció poco después.
“Hoy se suma a las víctimas, el reconocimiento científico, que permitió identificar sin ninguna duda, que los restos analizados pertenecen a Carlos Horacio Urán Rojas, funcionario del Consejo de Estado”, informó la Fiscalía en un comunicado.
Las circunstancias de la muerte del magistrado no son claras pues la primera versión oficial indicaba que su cadáver había sido hallado en las ruinas del edificio, pero el “Informe final" de la Comisión de la Verdad constituida para investigar el llamado “Holocausto del Palacio de Justicia”, ocurrido el 6 y 7 de noviembre de 1985, concluyó que salió con vida y su cadáver apareció después.
“Al final de los hechos apareció el cadáver del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán, pero se identificó que él había salido con vida del Palacio de Justicia”, señaló el “Informe final” concluido en 2009.
La toma del Palacio de Justicia, ubicado en pleno centro de la capital colombiana, comenzó cuando un grupo de 35 guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) irrumpió en el edificio y tomó como rehenes a cerca de 300 personas.
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Un día después, el Ejército retomó a sangre y fuego el recinto, que albergaba la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado, en una operación que dejó 94 muertos, entre ellos 11 magistrados de la Corte, decenas de heridos y 11 desaparecidos, en su mayoría empleados de la cafetería y visitantes.
En este sentido, la Fiscalía recordó que a partir de 2014 el grupo investigativo especial del caso del Palacio de Justicia definió una hipótesis sobre cuerpos mezclados, intercambiados y mal entregados, “que ha generado realidades dolorosas para las familias de quienes fallecieron en dicho holocausto”.
Los restos humanos, que en muchos casos fueron afectados por la llamas, se sometieron a estudios médicos, antropológicos, odontológicos y genético forenses, entre otros, para su identificación.
En el caso del magistrado Urán, sus restos ya habían sido entregados a su familia, pero fueron exhumados dos veces para su identificación definitiva.
Las pruebas fueron cotejadas con el ADN de padres, hijos y hermanos de las víctimas, para crear un gran banco de ADN exclusivo para el caso del Palacio de Justicia en el que permanentemente se cruzan los perfiles genéticos para identificar a quienes fallecieron en el sangriento episodio en pleno centro de la capital colombiana, agregó la Fiscalía.
En noviembre de 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) condenó al Estado colombiano por los desaparecidos del Palacio y le ordenó pedir perdón, una sentencia que el ahora expresidente Juan Manuel Santos cumplió el 6 de noviembre de 2015 al cumplirse 30 años de la toma guerrillera.