En tiempos del reggaetón, la música tropical sigue viva

Autor: Luisa Fernanda Sierra García
26 marzo de 2017 - 02:00 PM

Las raíces y sonidos autóctonos de Colombia se han vuelto melodía a través de diversos géneros musicales, entre ellos la música tropical, que poco a poco ha ido alejándose de la manera tradicional para impregnarse de las nuevas tecnologías y la evolución. 

Medellín

Los Corraleros de Majagual, los Teen Agers, El Combo de las Estrellas, el Tropicombo, Los Hispanos, la Orquesta de Hernando Hernández y La Típica R.A.7. han sido algunas de las orquestas encargadas de plasmar en su sonido las raíces de Colombia con fusiones de porro, cumbia, gaita y otros acordes autóctonos que han contagiado a cuatro generaciones. En ese proceso, nombres de orquestas como La Billos Caracas Boys, Los Blanco y Los Melódicos (las tres venezolanas) fueron fundamentales, aunque hoy varios de sus creadores y músicos fallecieron.


En el 2017 se puede encender la radio y comprender que la programación musical ha cambiado. Actualmente, los músicos le apuestan a sonidos más contemporáneos y tendenciales, abriendo la pregunta sobre la vigencia de los sonidos que, sobre todo en Navidad y fiestas tradicionales del país, se convirtieron en clásicos e infaltables en la lista de reproducción familiar. 


Hernán Darío Usquiano, experto en música tropical y director del programa La Viejoteca, aseguró que el género se sigue produciendo en el país con sonidos nuevos, manteniendo la esencia: “El Combo de las Estrellas está grabando en este momento su nueva producción discográfica, el año pasado Fernando González y el Combo Qué Nota grabaron un homenaje a los grandes del género, lo mismo sucedió con el Tropicombo y demás bandas representativas que están ahora trabajando en sonidos nuevos”. 


La amplia oferta de géneros musicales, que va desde la música popular hasta los sonidos urbanos, ha hecho que cada vez sea menos visible el trabajo de los tradicionales grupos tropicales, los cuales, a pesar de factores como la poca difusión en emisoras, siguen apostando por grabar sus producciones y hacer presentaciones en vivo, siento estos dos los medios con los que han logrado seguir en pie, sin dejar a un lado el público que por años ha disfrutado de exitosas canciones como Limoncito con ron, Soledad, Distancia y Esposa mía, las cuales ahora sólo se escuchan en temporada decembrina. 


“Ellos están tratando que su música la conozcan por medio de las nuevas plataformas de internet como tiendas virtuales, se han dedicado además a regrabar temas clásicos y hay maestros compositores que siguen escribiéndole a la música tropical, pero ahora sin el éxito que tenían cuando eran artistas exclusivos de compañías discográficas”, puntualizó Usquiano. 


De acuerdo con Fernando González, director del Combo Qué Nota, pese a la limitación que genera que la música tropical no tenga el auge mundial de géneros como la salsa y el reggaetón “el público que se ha desplazado a otras regiones a vivir llevan consigo las plataformas donde pueden ubicar nuestra música y de esta forma se convierten en los mejores promotores, entonces nacen nuevas generaciones fuera del país escuchando a intérpretes de la música tropical y es de la única manera con la que podríamos decir que estamos extendiendo nuestra música”, aseguró el compositor y cantante. 

El flagelo de la difusión


“Ahora se viene escuchando en las emisoras es la música popular, artistas como Arelys Henao, Luis Alberto Posada, Darío Gómez,entró el reggaetón, que no son construcciones musicales reales como las que nosotros hemos hecho por años, pero se inventaron una forma de hacer música y esa forma ha llevado a que tengan patrocinadores de una u otra parte, que paguen en las emisoras para que les pongan la música, eso ha llevado a que ya no le den tanta importancia a las orquestas tradicionales sino a los grupos nuevos de música urbana”, comentó Juan Carlos Diez, director de la orquesta La Típica R.A.7.


Él indicó que el cambio generacional ha afectado al sector tropical, ya que los jóvenes cuentan con muy poca cultura musical, lo que ha llevado a que la radio cambie su parrilla de programación por sonidos comerciales.


“Nosotros nos sostenemos con la imagen que hemos construido por años, no por promoción radial porque es sumamente complicado, pero sí con presentaciones en vivo y las herramientas digitales con lo que se demuestra que la orquesta sigue vigente”, precisó Diez. 


Emisoras en Medellín como Radio Uno, Fiesta Estéreo, Estrella Estéreo y Olímpica han movido en su parrilla programación tropical con las bandas nuevas y tradicionales del país, así lo comentó Fernando Londoño, director de Fiesta Estéreo, conocido en el mundo radial como el Gurú del Sabor: “Ahora en las emisoras se maneja mucho la salsa, lo urbano y lo popular, sin embargo, cabe recalcar que la programación está influenciada por los directores que las manejan, ya que uno se encarga de crear un proyecto con los géneros, en este caso yo me estoy enfocando en un buen contenido tropical para la emisora, géneros alegres como la cumbia, la gaita y el porro, sin dejar de lado las tendencias de ahora”. 


En ese sentido, el Gurú, quien cuenta con más de 30 años de trayectoria en el medio, indicó el papel importante que juega la radio en la generación de cultura musical en la ciudadanía.


“Nosotros nos encargamos de marcar las tendencias, acostumbramos el oído de las personas a cierta música, en Fiesta manejamos de todo, una programación variada, trabajamos sobre algo ya confeccionado, sin embargo, si una agrupación tiene una propuesta musical y encaja dentro de lo que es el enfoque del medio, se le escucha y se analiza su contenido técnico, al igual que la temática que acompañe al público, circunstancias que se deben tener en cuenta al momento de pasar una canción”.


Según Hernán Usquiano, la época en la que se siente verdaderamente la difusión de la música tropical es en los meses de octubre a diciembre, cuando se acerca la Navidad y las emisoras comienzan a lanzar promociones con canciones de Guillermo Buitrago, Gildardo Montoya y Joaquín Bedoya. 


“La gente gusta de la música tropical y además la quiere porque trae recordación a las parejas y a las familias, las personas le muestran a sus hijos las canciones con la que vivieron varias situaciones de sus vidas y esas historias se vuelven a contar cuando se vuelve y se disfruta del sonido tropical del país”, puntualizó Usquiano.

La pérdida de identidad


Las nuevas generaciones de músicos y sonidos han afectado a las orquestas que se han dedicado por años a mostrar el lado raizal del país, con mezclas autóctonas de Colombia, según Jorge Cottes, director del Tropicombo, quien planteó que “las nuevas generaciones sufren de una grave crisis de identidad, no tienen una identidad colombiana como tal. En el país frente a la cultura tropical existe un complejo porque de un tiempo para acá le enseñaron a las personas a mirar peyorativamente la música, por ejemplo, resolvieron decirle a nuestra música ‘chucu-chucu’ de manera despectiva, cuando siempre hemos sido un país tropical”. 


Cottes indicó que sus años de trayectoria haciendo música tropical lo han llevado a comprender que las personas en el exterior acogen más la música propia de Colombia más que sus ciudadanos. 


“Cuando tocamos cumbia, gaita, chandé o merecumbé frente a público extranjero nos ven hasta con la boca abierta, ha habido artistas que se salen de sus camerinos solo por vernos tocar, fascinados por que la música nuestra es cadenciosa”, comentó el artista, quien agregó que el problema de la identidad radica en qué las nuevas generaciones desean tapar sus raíces colombianas con música que está en temporada, generando un esnobismo extraño que se demuestra en situaciones tan cotidianas como las fiestas y la terminación de las mismas, en las que siempre aflora en medio de “tragos” su verdadera identidad, por lo que resaltó que es indispensable generar cultura en cuanto a la música folklórica colombiana. 


“El pensamiento de los jóvenes es que eso ya no se usa, que es solo música para viejitos o para cuando se está en estado de alicoramiento, ese sentido errado de lo que es lo tropical se ha generado tras una mala información generacional, argumentaciones falsas, hay que meter en el disco duro de de las personas que nuestra música vale”, precisó Cottes.

El resurgir de las orquestas


Pese a los factores que afectan el sector, son decenas las orquestas que continúan apostándole al género, creyendo en el folklor colombiano y en la manera no tradicional de difundir su trabajo. 


Hernán Usquiano indicó que, en un censo realizado hace 30 años en Medellín, existían sólo 28 agrupaciones representantes de lo tropical, mientras que hasta la fecha calcula que estén comercialmente circulando más de 70 orquestas, un resurgir que demuestra que el género sigue en pie. 


Tal es el caso de Son Trópico, orquesta local que se formó desde hace cuatro años en el barrio La Loma, Comuna 13, la cual se mantiene vigente gracias a presentaciones en vivo y el acompañamiento de la Alcaldía con convocatorias de talento y presupuesto participativo. 


“Existe el voz a voz y el alivio de ellos ya no es la difusión en radio sino la búsqueda de presentaciones por medio de empresarios que se han dado a la tarea de amenizar las fiestas en diferentes municipios del país”, indicó el experto en música tropical. 


Para Daniel Muñoz, director de Son Trópico, las fiestas municipales no han dejado morir el género porque no puede faltar el toque tropical en la celebración, sin embargo, indicó que el recibimiento y apoyo de emisoras comunitarias han permitido el resurgimiento de nuevas orquestas y su nueva música. 


“Nuestro grupo iba a ser inicialmente crossover pero la tradicional tropical que teníamos nos hizo inclinarnos más por sonidos como el porro y la cumbia. El ideal de nosotros es iniciar un proceso en el género con música nueva, ya que se han quedado con éxitos grabados hace muchos años atrás y lo que queremos es crear nuestra propia identidad y seguir grabando nuevas mezclas sin dejar de lado la esencia que logre atrapar al público que sigue con lo viejo y acaparar a uno nuevo y más joven”, puntualizó Muñoz, quien agregó que pese a ser un reto, el ideal será cambiar elementos rítmicos trayendo instrumentación un poco más atractiva.

Rescatar el folklor


En cuanto a rescatar el folklor colombiano con sonidos contemporáneos, son claro ejemplo agrupaciones como Chocquibtown, que rescató la marimba y chirimía ofreciendo un sonido tradicional con toques modernos y versátiles, al igual que Puerto Candelaria, que juega con la música fácil, popular y pegajosa pero también con aquella compleja y de nicho, tal y como lo aseguraron con su más reciente sencillo Crazy party.


Para Totó La Momposina, “cuando uno hace música, como la música de la identidad, no puede estar haciendo discos todos los años, hay que ser muy cuidadoso con el resultado, con el producto de una decantación de lo que significa la identidad de un pueblo. Es un sonido que parte de un fundamento muy grande que es el corazón de toda una tradición. Como cantadora uno tiene que enriquecer ese sonido, para ser el cronista, a través de los músicos, de todo un trabajo cuidadoso”. 

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