De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional para prevenir situaciones de aborto o interrupción de los embarazos adolescentes se requiere que en el país, además de los procedimientos técnicos, se priorice la cercanía con la paciente.
La humanización y la implementación de un trato más humano del sector de la enfermería hacia las madres gestantes adolescentes, como, por ejemplo, ayudarlas a conocer más su organismo, enseñarles cómo alimentarse mejor y tener mayor confianza en ellas durante este proceso, podría prevenir riesgos como trastornos hipertensivos, partos prematuros y retardo en el crecimiento del bebé. A esa conclusión llegó un reciente estudio de la Universidad Nacional sobre este tema.
De acuerdo con Diana María Reyes, magíster en Enfermería con énfasis en Cuidado Materno Prenatal de esta institución y quien encabezó la investigación, precisó que en un embarazo los factores de riesgo aumentan cuando las mujeres son menores de 19 años y mayores de 35, y más aún si se tiene en cuenta que según la última encuesta del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el 8% de los embarazos adolescentes termina en aborto o interrupción.
En este sentido, la investigadora señaló que un factor clave para la prevención de este tipo de situaciones es que se priorice la cercanía con la paciente por medio del apoyo, la comprensión y la disposición para escucharla. “El abordaje debe ser más cercano a las personas y atender sus necesidades particulares. A veces para el profesional es más importante la parte biomédica y no se da cuenta de que la parte humana también da indicios sobre el avance de la gestación. Muchas veces las jóvenes no cuentan con el apoyo de la familia ni de la pareja, lo cual disminuye su confianza y autoestima”.
Además, comentó la investigadora, se presentan casos en los que las adolescentes descuidan los controles prenatales cuando se sienten regañadas y señaladas.
La investigación, que se desarrolló durante cuatro meses, se realizó con 39 adolescentes gestantes en el Instituto de Salud de Bucaramanga, priorizando el enfoque del sanador compasivo, una teoría de la enfermería propuesta por la autora estadounidense Kristen Swanson, la cual estipula que el profesional debe tener una relación más profunda con la paciente, conocer sus aspectos personales y ganarse su confianza.
Escala Profesional de Cuidado
Antes y después de la intervención, la investigadora aplicó la Escala Profesional de Cuidado propuesta por Swanson, una evaluación que la paciente hace del cuidado que recibe por parte de los enfermeros.
“Si bien en ambos casos la calificación fue excelente (60 puntos en una escala de 1 a 60), en la evaluación posterior nos dimos cuenta de que se le dio una valoración adicional al enfoque del sanador compasivo, el cual fue muy bien recibido por las jóvenes”, indicó la autora del estudio.
El 66,7 % de las adolescentes que formaron parte de la investigación tiene entre 17 y 19 años, el 82,1% experimentaba su primer embarazo y el promedio de la edad gestacional fue de 22 semanas.
Reducción de embarazo adolescente
La reducción del 20% de los embarazos adolescentes en el país, junto con la disminución de la tasa de fecundidad de un promedio de seis a dos hijos, el aumento de la esterilización de las mujeres y la proliferación de hogares unipersonales hacen parte de los importantes hallazgos revelados recientemente por el Ministerio de Salud y Profamilia durante la entrega de los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends) 2015.
Según estas cifras, el porcentaje de adolescentes de 15 a 19 años, madres o embarazadas del primer hijo o hija disminuyó pasando del 19,5% en 2010 al 17,4% en 2015. A la par, se informó que no sólo se redujeron los embarazos de menores ya que la tasa de fecundidad paso de 6,7 hijos o hijas por mujer en 1967 a 2,1 en 2010. Y para 2015 se reportó una tasa global de fecundidad de dos hijos por mujer.
Al respecto, Alejandro Gaviria Uribe, ministro de Salud y Protección Social, indicó que estos resultados son la muestra de los cambios sociales que ha atravesado el país en los últimos 25 años. El funcionario admitió que las causas de estas variables pueden resultar complejas pero que a la vez son la muestra del impacto social de políticas públicas, del mejoramiento de la calidad, entre otros factores.