La minoría católica de Egipto le brindó un caluroso recibimiento al pontífice, con una salva de palmas continua a su llegada al estadio de la Defensa Aérea egipcia, mientras los organizadores soltaron palomas.
El papa Francisco reconfortó este sábadao a los cristianos egipcios con una misa en la que la palabra "paz" fue la más repetida, en un estadio blindado por los militares por el miedo al terrorismo que ha golpeado recientemente a esta comunidad.
"Asalamu aleikum" (la paz sea con vosotros). Con esas palabras en árabe comenzó la homilía del papa argentino en El Cairo, aunque ofició el servicio religioso en italiano.
A su llegada al estadio, ubicado en una zona militar a las afueras de El Cairo, Francisco dio una vuelta a la pista de atletismo de pie sobre un vehículo descubierto para saludar a los fieles.
A la ceremonia asistieron entre 10.000 y 15.000 personas, todos ellos con invitaciones distribuidas por las parroquias.
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Los asistentes a la misa ocupaban casi todo el graderío opuesto al escenario en el que se ubicó el altar y el resto se sentó en las sillas que fueron dispuestas en un tapiz rojo sobre el césped.
La mayoría vestía camisetas y gorras blancas, con el logotipo de la visita, en la que aparece Francisco al lado de las pirámides de Guiza, con el mensaje del "papa de la paz en un Egipto de paz".
En las tribunas ondeaban algunas banderas del Vaticano, unas pocas de Egipto y de otros países, entre ellas una de Venezuela, otra de México y varias de Kenia, desde donde viajaron algunos fieles. Además, un grupo de Alejandría puso la nota alegre con tambores, cornetas y una imagen de Francisco en un cartón a tamaño real.