El presidente Juan Manuel Santos afirmó este lunes ante campesinos de Briceño en la vereda El Orejón, que la eliminación de cultivos de uso ilícito es la mejor decisión que pueden tomar y los felicitó por sembrar nuevos productos durante la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución Voluntaria de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis).

“De manera que, les quiero decir, queridos campesinos, que están tomando esta decisión: Es la mejor decisión que pueden tomar, es una decisión que los va a favorecer a ustedes, sobre todo a sus hijos. El futuro de este corregimiento, el futuro de este municipio, el futuro de Colombia y el futuro del mundo, será mucho mejor si somos exitosos”, sostuvo el mandatario.

Comentó que el Estado está llegando a las comunidades en desarrollo de los acuerdo de paz, no sólo con proyectos productivos, sino con infraestructura. 'Ahora viene el Estado a darles una mano, viene con soluciones y esta es una solución definitiva', expresó.

Además, el jefe del Estado manifestó la voluntad del Gobierno de trabajar con la comunidad para sacar adelante los programas de sustitución de cultivos que contarán con el apoyo del Banco Agrario, el Ministerio de Agricultura y Corpoica, que realizan los estudios y recomiendan a las 110 familias campesinas beneficiadas el producto que más conviene de acuerdo a las características del terreno.

También subrayó la importancia del éxito de estas fases de la estrategia de sustitución de cultivos. “Lo que hagamos aquí es lo que queremos replicar en el resto de Colombia. De manera que lo que ustedes hagan se va a convertir en un ejemplo para el resto del país, y por eso les agradezco de antemano esa colaboración que hemos recibido y que estoy seguro seguiremos recibiendo”, puntualizó el presidente.

Tres etapas del programa

El Alto Consejero para el Posconflicto, Rafael Pardo, explicó que el programa de sustitución voluntaria cuenta con tres etapas, la primera de ellas el compromiso de la comunidad de hacer parte de esta acción de sustitución integral de cultivos.

El funcionario señaló que la segunda etapa consiste en realizar visitas vereda por vereda, en las que se planean reuniones con los productores, se realiza una sociabilización, se establecen compromisos por parte del Gobierno y el campesino, y se define cómo se hará el acompañamiento de las partes involucradas en el programa de sustitución.

Pardo agregó que la tercera fase es similar a la que realizó este lunes el Gobierno en la vereda El Orejón.

“La tercera fase que hoy se inicia en Briceño es ya propiamente la sustitución, o sea, la inscripción de familia por familia, e inicia el proceso de retirar la coca y de recibir un apoyo de $1'000.000 mensuales por un año, de $1'800.000 por una vez para apoyo alimentario, y de $19'000.000 en dos años para poder construir una alternativa productiva y teniendo asistencia técnica desde el principio y formalización de la tierra también durante el proceso”, sostuvo el Alto Consejero para el Posconflicto.

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Al respecto, el jefe del Estado destacó que desde el mes de enero el Gobierno ha realizado varios acuerdos con líderes y organizaciones sociales que representan cerca de 80.000 familias y la sustitución voluntaria en unas 62.000 hectáreas de cultivos ilícitos.

La meta del Gobierno en la primera fase es llegar a las 50.000 hectáreas sustituidas.

Entregaron una escuela

De igual forma, el jefe de Estado junto a la canciller María Ángela Holguín y el embajador de Turquía en Colombia, Engin Yürur, hicieron la entrega oficial del Centro Educativo Rural El Orejón, la escuela construida para los niños de esta vereda en Antioquia, que fue considerado ‘el pueblo más minado de Colombia’.

La construcción de esta escuela se hizo con el apoyo de la Agencia de Cooperación y Coordinación Turca (Tika) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

“Este tipo de obras son las que nos van a permitir sembrar para siempre esa paz”, afirmó Santos durante la inauguración del plantel.

Esta construcción reemplaza a las instalaciones antiguas que estuvieron a punto de colapsar y en la que estudiaban todos los niños juntos en una misma aula sin importar que fueran de distintos grados. Para iniciar con este proyecto, los niños dibujaron cómo se imaginaban su escuela y este lunes su sueño es una realidad.  

Por su parte, Bernardo Peláez, agricultor de El Orejón, espera que la escuela “sea un símbolo total de desarrollo, que allí no sean únicamente los niños, sino que los adultos de todo el municipio -ojalá de muchas partes de Antioquia-, podamos aprender muchas cosas, como trabajar la tierra con la técnica que hoy exigen las necesidades del momento, aprender en los adversarios, en los enemigos, en las personas que nos critican, a reconocer en ellos a nuestros amigos que nos dan la oportunidad de fortalecernos y de ir por el camino correcto para llevar a cabo nuestras propias decisiones”.

El Centro Educativo será el espacio de formación para los más pequeños del lugar, pero también para el resto de sus habitantes. “Este colegio le va a permitir a esta vereda tener también una secundaria e inclusive las instalaciones dan para que puedan tener otro tipo de capacitaciones, como por ejemplo lo del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) que eventualmente podría llegar aquí a ayudar a capacitar la gente”, aseguró el presidente.

El desminado también llegó a El Orejón con 17 proyectos avaluados en $22.339 millones. Para hacer realidad este plan piloto, la Cancillería articuló los esfuerzos de 24 entidades, a través del Plan Fronteras para la Prosperidad (PFP), de la Dirección para el Desarrollo y la Integración Fronteriza.