El grupo guerrillero manifestó que espera que el cese el fuego bilateral esté definido para días antes de la visita del papa en septiembre.
El Ejército de Liberación Nacional, Eln, reiteró este lunes su voluntad de avanzar hacia un cese al fuego bilateral y recalcó que espera del Gobierno de Colombia un compromiso "serio" a la hora de pactar una suspensión de las afecciones a la población.
Así lo indicó en un comunicado en el que recordó que el pasado jueves concluyó el segundo ciclo de conversaciones, que adelanta, en la capital ecuatoriana, con el Gobierno de Juan Manuel Santos.
Apuntó que desde el primer ciclo se constituyeron dos submesas especializadas: una para abordar la participación y otra para acordar acciones y dinámicas humanitarias.
El Eln señaló en su comunicado que en el tema de participación se siguió trabajando sobre las Audiencias Preparatorias, "lo que esta muy avanzado".
"Si el gobierno tiene voluntad, estas audiencias se podrían realizar y terminar en el tercer ciclo, para obtener los elementos básicos de diseño del punto 1 de la agenda: 'Participación de la sociedad en el proceso de paz'", indicó.
Añadió que la submesa humanitaria está encargada de examinar asuntos como "el genocidio en curso contra líderes sociales, las privaciones de la libertad, desminado humanitario focalizado y ahora también asume el estudio de un posible cese bilateral".
El cese bilateral consiste en la no realización de acciones ofensivas entre las dos partes, "lo que se acompañaría con hacer alivios humanitarios que rebajen intensidad al conflicto y beneficien a la población", apuntó.
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Para ello, el Eln exige que el régimen cese lo que considera una "agresión contra el movimiento popular y las tendencias políticas que están por los cambios en Colombia, y tomar medidas concretas frente a las autoridades y los mandos de la fuerza pública que están aliados con el paramilitarismo".
Asimismo, que cese el supuesto incumplimiento de acuerdos de garantías en derechos humanos, adquiridos con el movimiento social, y las acciones que, en su opinión, provocan confinamiento, desplazamiento, bloqueo y control de alimentos, medicamentos y bienes necesarios para el trabajo y supervivencia de comunidades.
El Eln pide también que termine la "judicialización de los lideres sociales y de la protesta social" y el "hacinamiento infrahumano de la población carcelaria, con medidas efectivas de alivio humanitario".
El Gobierno de Colombia y el ELN abrieron el pasado 7 de febrero en Quito un proceso de diálogo encaminado a terminar con el enfrentamiento que han mantenido durante más de 52 años.
Al término del segundo ciclo ambas delegaciones informaron que comisiones técnicas trabajarán durante el receso parcial de las conversaciones, que se retomarán el próximo 24 de julio.
Pablo Beltrán, del Eln, indicó la semana pasada que a partir del 10 de julio próximo "se vuelven a reunir varias comisiones, entre ellas una que va a analizar un tema tendiente a rebajarle la intensidad al conflicto en Colombia" y llegar a un cese el fuego.
Expresó su esperanza de que el alto el fuego esté "operando días antes" de que, en septiembre, llegue el papa Francisco a Colombia.