Las negociaciones entre el Eln y el Gobierno comenzaron su fase pública en febrero de 2017 en Quito, desde donde se trasladaron a La Habana cuando el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, retiró a su país como garante y sede del proceso de paz.
El jefe negociador del Ejército de Liberación Nacional (Eln), Pablo Beltrán, dijo este martes que esa guerrilla busca avanzar todo lo posible en los diálogos de paz con el Gobierno en funciones, antes de que asuma en agosto el nuevo Ejecutivo, y descartó el cese de las conversaciones.
“Aspiramos a que antes de que termine este Gobierno podamos dejar unos pasos bastante avanzados” afirmó Beltrán a la estatal Agencia Prensa Latina en la capital cubana, sede desde mayo pasado de las las negociaciones entre el grupo insurgente y la administración del mandatario saliente Juan Manuel Santos.
El Gobierno del presidente electo, Iván Duque, que tomará posesión el próximo 7 de agosto, “no es tan afecto a estos procesos de paz, entonces se produce un choque y la mesa (de diálogo) queda en el medio”, explicó.
“Estamos tratando de que haya un puente que saque las conversaciones adelante y que le permita al venidero ocupante de la Casa de Nariño nombrar una nueva delegación (negociadora) y proseguir con la agenda sin grandes traumatismos”, señaló el jefe negociador de la guerrilla.
Desde el pasado 2 de julio los diálogos avanzan en su sexto ciclo y según Beltrán, los guerrilleros van a “insistir” en su desarrollo, “así los planteamientos de la contraparte sean muy adversos y grandes las diferencias”.
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“Descartamos de plano (una eventual ruptura) y la instrucción que tenemos como delegación es no pararnos (levantarnos) de la mesa”, aseguró.
El líder insurgente reiteró su preocupación por la “pésima implementación” del acuerdo de paz con las Farc, firmado en 2016, porque “si algo así ocurre con ellos también puede suceder con el Eln”, argumentó.
“El incumplimiento nos parece que es programado, no accidental, sino programado para no dejar que las Farc se conformen como movimiento político”, destacó.
Las Farc, que hasta su conversión en partido político de iguales siglas era la guerrilla en activo más antigua del continente americano, se incorporaron como fuerza parlamentaria al Congreso el pasado 20 de julio, con diez escaños entre la Cámara Baja y el Senado.
Según el jefe negociador el contacto del Eln con las Farc es “periódico” y a través de “enseñanzas y lecciones aprendidas” mantienen que “pese a todas las adversidades no hay que dejar cerrar el proceso de paz”.