Un análisis penetrante de la gravitación de las masas – y del hombre-masa - en la sociedad moderna, en particular cuando líderes políticos aciertan en intoxicarlas con simples y breves estribillos
Los amantes literarios de Elías Canetti apenas pueden hoy disimular gestos de impaciencia a la espera como están de los enigmáticos escritos que sólo podrán conocerse en el 2024, conforme a sus instrucciones testamentarias. Mientras tanto podemos continuar gozando con las páginas difundidas de este escritor judío sefaradí que nació en Bulgaria en 1905 y fallecerá en Suiza en 1994, después de merecer el Premio Nobel de Literatura.
Sus hermanos George y Nissim también son bien conocidos por sus logros profesionales. Médico e investigador el primero y productor musical el segundo, hoy forman parte de la cultura francesa.
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La familia abandonó Bulgaria transitando por múltiples ciudades europeas: Manchester, Viena, Zurich, Berlín, Londres, Berna. Elías emprendió estudios formales en química hasta doctorarse; pero su irrefrenable pasión fue la literatura. Escritores como Brecht, Babel y Musil enriquecieron sus experiencias, así como la amistad personal con Anna y Alma Mahler.
Escribió obras con intenciones históricas y biográficas. Entre ellas: Auto de fe, La lengua absuelta, El juego de ojos, Apuntes. Una de ellas merece en estos días particular atención. Con el título Masa y poder se conoce en múltiples idiomas y, en castellano, es obtenible gratuitamente googleando en las páginas que aluden a su nombre. Un libro que le exigió 25 años de análisis y observación. Freud y Ortega y Gasset son referencias ineludibles para el lector de estas páginas pues Canetti no las indica explícitamente. En el umbral del libro anota: "Nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconocido… Sólo inmerso en la masa puede el hombre redimirse de este pavor al contacto…" Apuntes que lo conducen a un análisis penetrante de la gravitación de las masas – y del hombre-masa - en la sociedad moderna, en particular cuando líderes políticos aciertan en intoxicarlas con simples y breves estribillos como si nada habría que discutir o aclarar.
Canetti subraya que la aparición de una multitud movilizada por algún líder que las intoxica con breves frases despreciando cualquier lógico razonamiento es un fenómeno relativamente nuevo en la humana historia; habría despuntado en la Revolución Francesa y desde entonces se reproduce en regímenes fascistas y paternalistas. Las masas agolpadas en la plaza o en amplios salones detestan el sereno razonamiento; frases cortas y repetidas las hipnotizan. El líder se antoja irreemplazable y los aplausos se descargan sin lógica alguna. Una embriaguez que suele conducir a la violencia verbal y física contra aquellos que prefieren una lúcida actitud.
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En estos días marcados por la revolución digital, el líder endiosado y las masas que le siguen se inclinan a adoptar otras conductas. Frases cortas y repetidas, alusiones burlonas y tergiversadas a textos y personajes, la exaltación de lo vulgar y de lo grotesco: nuevas actitudes que enriquecen las tesis esenciales de Canetti.