Es la primera vez que un ejemplar de la tradicional especie se muere en plena navidad romana.
El gran abeto que como cada año presidía la plaza Venecia de Roma durante las fiestas de Navidad vivió este año una triste historia y un trágico final, pues el ayuntamiento lo dio por muerto.
Su triste historia comenzó hace algunos días, cuando el ayuntamiento capitalino lo colocó como cada año en la glorieta frente al monumento del rey Víctor Manuel II, el conocido como Altar de la Patria. Todo el mundo pudo ver ya su aspecto, bastante frágil y despoblado de hojas y ramas.
El abeto rojo, que fue objeto de chistes y comentarios entre los romanos y protagonista infeliz en las redes sociales, acabó bautizado con el nombre de "Spelacchio", algo así como "despellejado" o "pelado".
Las comparaciones con el frondoso abeto del Vaticano que preside la Plaza de San Pedro no se hicieron esperar y la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, fue objeto de críticas.
El árbol aparecía cada día más deshojado, hasta que se llegó a la trágica conclusión: "Spelacchio" no estaba enfermo, ni el fuerte viento de estos días le había dejado sin hojas...se estaba secando porque se había muerto.
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Fuentes del ayuntamiento de Roma confirmaron al diario "Corriere della Sera" que el abeto "está muerto".
"Algo ha sucedido. Es evidente que ha sufrido un estrés demasiado grande para morir tan rápido. Sin raíces un abeto resiste tranquilamente un mes y medio", explicó al diario un portavoz de la oficina técnica forestal, Stefano Cattoi.
"Spelacchio" tiene su propia cuenta en Twitter y en uno de sus últimos mensajes declaraba: "Ya decía yo que me sentía extraño" y retuiteaba la noticia de su muerte.
La verdad es que ninguno de los árboles que se han colocado durante las fiestas navideñas en Roma son de nuevo replantados ya que son plantas que se cortan para el mantenimiento de los bosques.
Pero tener un árbol que poco a poco se muere en el centro de Plaza Venecia durante la Navidad no es algo que guste a los romanos.
El ayuntamiento acusa a los proveedores de abetos de la localidad alpina de Val Di Fiemme, mientras que ellos se defienden y explican que el árbol partió hacia Roma en perfectas condiciones.
El problema, explican, es que durante el traslado se le pudieron romper las ramas.
Como en cualquier muerte, abrieron ya una investigación por parte del ayuntamiento de Roma.
Mientras tanto, la asociación de consumidores Codacons ya pidieron que el árbol sea retirado inmediatamente ante "el ridículo mundial que está haciendo el ayuntamiento de Roma".
La asociación pide además "responsabilidades" ante una operación que costó casi 50.000 euros a las arcas del ayuntamiento.
El ayuntamiento de Roma tendrá que decidir si dejar el árbol muerto, ante los ojos de turistas y romanos, o acabar con su historia triste y retirarlo.
"Spelacchio ha muerto de mala sanidad", se leía en un editorial de este martes en el diario romano "Il Messaggero", en el que se aseguraba que el árbol ha muerto "por la falta de profesionalidad de quienes lo han gestionado".
Los ciudadanos romanos con su habitual ironía ya han empezado con sus mensajes de pésame: "Que se coloquen los restos en el Panteón, donde reposan algunos reyes de Italia", proponen desde las redes sociales.
"Ave Virginia, morituro te salutat", se despide el abeto desde Twitter.