Equipos directivos y estudiantes mantienen posiciones encontradas sobre la manera de conducir la actual problemática de las universidades públicas. Así quedó claro en el sondeo de opinión realizado por las directivas de la Universidad Nacional de Colombia, este fin de semana, en donde los estudiantes mayoritariamente respondieron que no están de acuerdo en volver a las clases y paralelamente continuar con los diálogos con el gobierno.
Gobierno nacional y movimiento estudiantil deben llegar a un pronto arreglo, que permita levantar las asambleas y paros, y reprogramar el período 2018-2, evitando que se pierda el semestre académico en el sistema de educación público superior. Como lo manifestó la rectora de la Universidad Nacional de Colombia, son muchas las aristas negativas que tiene la no realización o culminación del semestre académico. Más allá de los impactos financieros, están las oportunidades que se posponen para miles de jóvenes ya admitidos, que deberán postergar el ingresar a su primer semestre académico; lo que también se vería reflejado en el aplazamiento de las siguientes convocatorias a exámenes de admisión que convoquen las universidades públicas.
Lo sucedido en la marcha del 8 de noviembre, principalmente en la ciudad de Bogotá, al parecer infiltrada, para ocasionar caos y daños a personas y a patrimonios público y privado, muestra que es hora de impulsar nuevas formas de manifestación y/o “resistencias”, que blinden al movimiento y a las universidades de injerencias ajenas, que persiguen erosionar lo construido hasta el momento.
Las directivas de la Universidad Nacional de Colombia han decidido convocar a clases para este martes 13 de noviembre y paralelamente invitaron a los estudiantes a responder el sondeo de opinión, que tuvo como fin dar respuesta a la pregunta: ¿Estás de acuerdo (Si o No) en retomar inmediatamente las actividades académicas, manteniendo los espacios de diálogo? Los resultados del sondeo, con una participación de 52% de los estudiantes de todas las sedes, tuvo una abrumadora votación por el no regresar a clases; este resultado, con toda seguridad, tendrá un efecto importante en el comportamiento de las demás universidades públicas del país.
Reconociendo el aporte que han realizado los estudiantes, con apoyo de asociaciones profesorales y otros gremios del país, en crear conciencia social sobre el estado financiero de la educación superior pública, sobre su importancia para el desarrollo del país, y como factor indispensable para combatir la inequidad y la pobreza, es hora de probar nuevas estrategias que cierren el paso a sectores que quieren menoscabar la imagen de lo público y que ya comienzan a atacar sin argumentos, pero sí con información falsa, amenazas y agresiones, buscando menoscabar la imagen del movimiento social y poniendo en la picota pública a directivas, profesores y estudiantes de las universidades públicas.
Llamar a clases y mantener el diálogo y la negociación, también hizo parte del pronunciamiento del presidente Duque en el “Taller: Construyendo País”, realizado este fin de semana en la ciudad de Leticia, para no sacrificar más el papel de la universidad. Según la ministra María Victoria Angulo, la mesa se instaló con la filosofía de poder construir a largo plazo y no sólo para que el gobierno se comprometiera a incorporar en el presupuesto de este año la suma de 480 mil millones adicionales.
Le pediría a estudiantes y profesores regresar a la mesa de diálogo y concertación con la Ministra de Educación y aceptar el desafío de construir una visión a mediano y largo plazo, que bosqueje las políticas públicas y señale las reformas que el Congreso de la República debe realizar para lograr la sustentabilidad del sistema de educación público superior; trabajando con el lema de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
Según el gobierno, los actuales rectores de las instituciones de educación pública superior han manifestado que los recursos adicionales que se han comprometido son suficientes para cerrar el presente año fiscal. Este reconocimiento debería permitir a estudiantes y profesores, enfocar su mirada en un diálogo con el Gobierno, superando aspectos de corto plazo.
Nota: rechazo las amenazas que ha sido objeto el estudiante Alejandro Palacio, por tener una voz visible en el movimiento estudiantil. Como lo dice el comunicado emitido por la Universidad Nacional de Colombia: “El momento actual es muy difícil, la lucha por la defensa de la educación pública superior demanda de toda nuestra inteligencia y nuestra mejor disposición, y debe estar guiada por la fuerza de las ideas y el respeto a los semejantes en toda su dimensión”.