La figura de Jesús, apartándolo del contexto religioso, fue el hombre incomprendido y controversial que ha sido expuesto a toda forma de representación artística. Las críticas puristas y religiosas intentaron rechazar su versión humana en ópera rock.
A las grandes figuras de la humanidad que han causado revuelo y dejado un legado duradero por los siglos de los siglos, es normal hacerles el debido reconocimiento a través de los libros, el cine, el teatro, la música, la pintura y demás representaciones culturales que puedan existir. Y en plena época del hippismo y las consignas juveniles que proclamaban amor, paz, a fines de los sesentas, al escritor inglés de letras para musicales Tim Rice se le ocurrió desarrollar una historia del profeta contemporáneo. Pienso que le pasó por su cabeza combinar el pasado con el presente: cómo sería la vida de Jesús si hubiera interrelacionado en la revolución juvenil del momento.
Tim, al lado del gran compositor musical Andrew Lloyd Weber, realizaron la ópera rock Jesucristo superstar en 1970. Si se ubicara en ésa época, usted sentiría más que ahora la relevancia, ingenio e impacto de semejante obra, en la que musicalmente no escondieron la fuerza de los instrumentos, sino que compusieron toda la obra con sonido hard rock que apenas era incipiente en Inglaterra con los The Who, Led Zeppelin y Cream, entre otros.
El desarrollo de la obra comprende los últimos siete días de Jesús antes de su muerte, contada bajo la mirada crítica de Judas Iscariote, en un ambiente de ropaje colorido, paisajes desérticos, tanques de guerra, metralletas y periodistas, como se puede ver en la película original de 1973.
Inicia una obertura instrumental majestuosa para dar la entrada al primer mensaje de Judas “Yo recuerdo cuando todo empezó, te llamábamos hombre y no Dios” y predecir lo fatídico “tus adeptos están ciegos, sólo piensas en tus cielos, te seguí para una gran misión y ahora todo, es decepción”. María Magdalena es el personaje que reconforta a Jesús ante los ataques de Judas, los apóstoles le siguen ante un futuro incierto, los sacerdotes y Caifás traman la caída de la jesusmanía, el pueblo está ansioso de milagros, a Jesús como ser humano se le sale de las manos la situación y decide aceptar su destino, al afeminado Herodes la figura de Jesús es una broma y Pilatos que no entiende a Jesús pero intenta ayudarlo, fue condenado por la humanidad.
Si aún no ha incursionado en el mundo de Jesús superestrella, desde estas páginas le recomendamos cronológicamente que vea Superstar 1970 (Ian Gillan como Jesús) y la película Superstar (1973). Luego que hayashecho esa tarea, debe escuchar la adaptación realizada en España en 1975, en la que Camilo Sesto, aparte de su desgarradora voz como Jesús y su imponente barba, se encargó de producir el musical sin importar que quedara casi en bancarrota. Dando todo mérito a la obra original inglesa, esta adaptación tiene una producción más limpia, las voces las quisiera cualquier banda de rock y la música es directa con teclados vivos, con la batería y punteos precisos, potentes y finos, recomendado.
Jesus Christ superstar fue una versión libre, artística, recreativa y que no pretendía ser una blasfemia. La obra perduró en el tiempo y por decenas de ciudades en todo el mundo continuará siendo apreciada esta ópera rock en teatros y grabaciones adaptadas