19 de las quebradas más representativas del Valle de Aburrá tendrán nueva vida por el nuevo impulso al convenio Nuestro Río
En decidida y afortunada acción protectora de la vida y el futuro del valle de Aburrá, el Área Metropolitana ha reavivado el convenio Nuestro Río convocando a sus socios a emprender una inspiradora intervención integral en 19 representativas quebradas de los diez municipios de esta subregión.
El proyecto reúne a los municipios integrantes del Área Metropolitana, las corporaciones ambientales con presencia en la subregión (Corantioquia y Cornare), las instituciones públicas y privadas, que suscribieron el convenio Nuestro Río, así como a las ONG y comunidades locales, que se sumarán al proceso de reconocer, limpiar, recuperar y proteger esas quebradas.
El aporte ambiental hace de este un proyecto trascendente. Su extensión geográfica, la dimensión del compromiso de quienes participan en el proyecto y la revisión que las sociedades hacen de su relación con el agua, pueden convertirlo en nuevo impulso a la transformación que puede hacer del valle de Aburrá el territorio urbanizado en armonía con la naturaleza.
Las bases para tal paso están definidas en el Parque Central de Antioquia, vislumbrado en 2004; el Plan Bio2030, aprobado para el Área Metropolitana en 2011, y el Plan de Ordenamiento Territorial de Medellin, aprobado por el Concejo en 2014. Y los cimientos fueron construidos con los diseños de Parques del río Medellín, que estructura una ciudad de cara y no de espaldas a su principal cuenca; con el Jardín Circunvalar, que definió el entorno de protección de los bosques, y por supuesto de las quebradas, y con el convenio Nuestro Río, como expresión de la voluntad común de poner al río en el centro del interés regional.
Con su impulso, el Área Metropolitana retoma el sueño y las posibilidades de reinventar la relación con las quebradas y, a partir de ellas, con este privilegiado entorno de erguidas montañas donde también crecen bosques y aguas, habitan ricas especies y es posible vivir disfrutando y compartiendo su belleza con propios y turistas llamados a seguirse maravillando con este regalo de la Creación que es el entorno natural del valle de Aburrá.