Priorizar las dimensiones importantes del ser y alejarse de los bienes materiales innecesarios estuvieron en el centro del mensaje de Francisco.
El papa Francisco pidió este sábado que las instituciones públicas impulsen un "nuevo humanismo económico" y que desincentiven con sus políticas el "delito grave" de la usura, causado por fenómenos como los juegos de azar.
"La usura es un pecado grave: acaba con la vida, menoscaba la dignidad de las personas, es un vehículo de corrupción e impide el bien común", afirmó el pontífice durante una audiencia con miembros del Consejo Nacional Antiusura italiano.
Y agregó: "La usura humilla y mata, es un mal antiguo y por desgracia aún sumergido que, como una serpiente, estrangula a las víctimas".
El papa llamó a prevenir la usura pues, a su parecer, "debilita también los fundamentos sociales y económicos de un país".
Por ello, aseguró que de las instituciones "se espera que desincentiven, con medidas adecuadas, instrumentos que directa o indirectamente son causa de usura, como por ejemplo los juegos de azar".
Francisco recomendó que "puede ser prevenida educando en un estilo de vida sobrio, que sepa distinguir entre lo que es superfluo y aquello que es necesario y que responsabilice a no contraer deudas para obtener cosas a las que se podría renunciar".
"Es importante recuperar las virtudes de la pobreza y del sacrificio para no convertirnos en esclavos de las cosas, o del sacrificio, porque en la vida no se puede tener todo", subrayó.