EL MUNDO, al interpretar la nueva sociedad, invita a los lectores a continuar en el camino de hacerse participes de la construcción de opinión
Reflexionar sobre lo que se hace y atreverse a cambiar, es una de las actividades que más puede enaltecer la existencia humana, ser actores de la dinámica social y permeables al cambio, no es asunto fácil, pues implica encarar lo desconocido y no tener apegos con el pasado; con la transformación del periódico EL MUNDO y la aceptación de la multimedia como forma de comunicación, en Medellín se avanza en la innovación y se aporta positivamente en la construcción de una nueva sociedad, pero lo más importante, se facilita que cada uno de nosotros sea un mejor ser humano.
Con su cambio, el periódico EL MUNDO, pasa a ser un actor sustancial y líder de las transformaciones que los medios de comunicación deben tener en todo el mundo, como producto de las realidades propias de la sociedad contemporánea, en la que estamos construyendo una nueva sociedad, que parte de un nuevo hombre, con una nueva ética, una nueva forma de conocer y como es apenas lógico una nueva forma de comunicarse.
La dinámica de la sociedad, la cultura, la economía y la aplicación de las tecnologías de la información las comunicaciones, hacen imperativa la transformación de las costumbres y de la forma como en la sociedad contemporánea las personas nos comunicamos, accedemos y compartimos la información y el conocimiento.
La reorientación de la manera como se publica el periódico EL MUNDO, está basada en (i) un claro sentido democrático, que en la actualidad se concreta en formas propias de la democracia de participación; (ii) La dignidad del lector al convertirlo en un sujeto activo del proceso comunicacional; y (iii) la aplicación de las tecnologías de la información, elemento que sin duda es el caracterizador de la sociedad contemporánea reconocida como “la sociedad de la información y el conocimiento”.
Conjuntamente con los conceptos de “Estado Social de Derecho” y “Soberanía Popular”, la “Democracia de Participación” es uno de los componentes más relevantes de la forma de organización política que introdujo en nuestro modelo institucional la constitución de 1991, que permite que todos los ciudadanos puedan participar activamente en la construcción de su destino y expresar en forma efectiva su opinión sobre los asuntos que le interesan, es en ese contexto en el que el periódico EL MUNDO, al interpretar la nueva sociedad, invita a los
lectores a continuar en el camino de hacerse participes de la construcción de opinión.
Como consecuencia de la anterior, el lector podrá dejar de ser un sujeto pasivo de un proceso comunicacional, para generar vínculos bidireccionales donde su opinión también cuenta y donde el conocimiento deja de ser el patrimonio de quien se atreve a expresar en forma inicial su opinión, para convertirse en un producto de construcción colectiva, lo que sin duda es un reconocimiento al valor de quien lee el periódico y representa la “dignificación” del lector como ser humano; pues, de agente pasivo y receptor pasa a ver actor sustancial de la formación de un conocimiento colectivo.
Una de las revoluciones más importantes de los servicios de comunicación, es la multilateralidad y la multimedia, que se posibilitan con la aplicación de las tecnologías de la información, pues medios de comunicación que antes eran unilaterales, como la televisión y los periódicos, en la actualidad con el uso de las comunicaciones electrónicas, especialmente a través de internet, permiten facilidades como las que ha decido explorar el periódico EL MUNDO, que deja de ser un medio de información unilateral, para pasar a ser un medio colectivo de construcción de información y conocimiento, en el que tiene espacio y oportunidad el ciudadano.
Lo de hoy y lo de siempre es: “el nuevo mundo”; el del emprendimiento y la adaptación a las nuevas realidades, el que muestra el nuevo camino y se sirve las nuevas herramientas e instrumentos, el que construye y transforma, el que dignifica la existencia en este pequeño lugar del inmenso universo.
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