Granada es uno de los 30 municipios antioqueños con representación en el Clásico Infantil. Además, estarán presentes delegaciones de otros nueve departamentos.
Si hay una delegación infaltable en el Clásico Nacional de Ciclismo Infantil EL MUNDO, que año tras año acude y es una de las protagonistas, es la del municipio de Granada.
Sin duda es uno de los grandes animadores de la mayor fiesta infantil del pedal de nuestro país, no en vano en cada una de sus anteriores ocho participaciones ha conseguido primeros puestos en diversas categorías.
La Escuela de Ciclismo Granada, que forma parte de la Fundación Deportiva y Cultural Tejiendo Sueños, acude este domingo a la vigésima octava edición con el objetivo de mantener la hegemonía, pero también con la intención de disfrutar y seguirle dando rodaje a un grupo de niños que pedalean impulsados por una pasión.
Camilo Andrés Martínez, entrenador del club, hizo una especie de radiografía de lo que ha sido la participación de la escuela en anteriores ediciones y la alegría que les embarga participar en el Clásico Infantil, una experiencia que se multiplica a través del resto de delegaciones visitantes.
“Llevamos ocho años consecutivos participando, desde que nació el club, venimos anualmente y nos ha ido realmente muy bien. Sabemos que es una fiesta para los niños, eso es lo principal, y por ello les inculcamos que lo disfruten. Hemos ganado en varias oportunidades, desde que participamos ganamos al menos en dos o tres categorías cada año. También hemos conseguido muchos podios, el año pasado fueron cuatro o cinco”, detalló.
El club granadino cuenta en su plantilla con 51 niños y 19 niñas, entre los 6 y los 18 años, tanto del casco urbano como de la zona rural. De ellos, 18 niños y tres niñas están presentes este domingo en el Clásico.
“Afortunadamente en nuestro municipio tenemos mucho talento y aspiramos a que los niños cumplan sus objetivos. Muchos de ellos asumen el ciclismo como algo recreativo, y está muy bien. Otros tienen espíritu competitivo, algunos se destacan y tienen mucho talento, son promesas. Si un joven que llega a los 18 años con el potencial, las condiciones y la convicción de convertirse en ciclista profesional, intentamos ayudarles para que algún equipo o la selección Antioquia los observe y de esa manera puedan proyectarse”, aseguró Martínez.
En ese contexto, el municipio de Granada tiene actualmente a dos ciclistas en la selección Colombia juvenil de pista y ruta, que competirá en los meses de septiembre y octubre en el Sudamericano de la especialidad, que forma parte del ciclo hacia los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se celebrarán el próximo año en Buenos Aires, Argentina. Miguel Ángel Hoyos, de 16 años, y Elizabeth Castaño Quintero, de 15, son los representantes granadinos en la selección nacional.
“Miguel Ángel ganó en varias ocasiones en el Clásico Infantil, mientras que Elizabeth estuvo en el podio. Hace un par de años corrieron el Clásico y hoy ya están con la selección anhelando llegar a los Olímpicos de la Juventud, todo un orgullo para nuestro municipio”, concluyó el entrenador.
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Patía, de nuevo en el Clásico
El Club de Ciclismo La Estrella - Patía, del departamento del Cauca, es un habitual participante del Clásico Infantil. Desde la edición de 2005 acude ininterrumpidamente a la que, según el presidente del club, Marino Ortiz, “es una experiencia incalculable para decenas de niños y niñas”.
“En lo humano, lo más importante ha sido el aprendizaje para los chicos. La mayoría de ellos escasamente conocían un par de municipios cercanos. En estos viajes conocen un poco de Colombia y a Medellín... es algo que los forma en su crecimiento y a nosotros como dirigentes nos motiva, no tanto por el rendimiento deportivo sino por las vivencias”, destacó Ortiz.
“Estar en el Clásico Infantil, encontrarse con niños y niñas del país es una excelente oportunidad, prácticamente irrepetible para ellos. Es algo que nos llena de satisfacción y nos enorgullece”, insistió el dirigente.
Ortiz lamentó que Cauca no sea tierra de ciclistas, más allá del fervor que ha despertado este deporte en la región, merced a las brillantes actuaciones de los pedalistas cafeteros en las grandes carreras del mundo: “El ciclismo se vive intensamente, pero para nuestros deportistas el acompañamiento es hasta los 17 años, de ahí en adelante se quedan huérfanos porque en ese momento se detienen a mirar su proyecto de vida y sus estudios superiores. Es muy difícil que surjan ciclistas de alta competencia en nuestra tierra”.