El lenguaje del resentimiento social

Autor: Darío Ruiz Gómez
25 junio de 2018 - 12:10 AM

Es necesario y urgente contar con el legítimo lenguaje de la democracia que nos ayudaría a comenzar a vivir en los espacios de la convivencia, de la diversidad que pone de presente nuestra pluralidad

A la hora en que necesitamos aplicar a la realidad política que estamos viviendo, aquellas teorías del lenguaje que proliferaron en los claustros académicos, para contar con una necesaria claridad sobre lo que implican ideológicamente los discursos en juego, éstas desaparecieron como por encanto en un momento, repito, en que el lenguaje político en algunos grupos ha derivado en jerga, en babosas amenazas y es necesario y urgente contar con el legítimo lenguaje de la democracia que nos ayudaría a comenzar a vivir en los espacios de la convivencia, de la diversidad que pone de presente nuestra pluralidad, en la aspiración de toda sociedad abierta a que el ciudadano y la ciudadanía se sientan verdaderamente identificados. Este fue el problema de la Derecha hasta hace algunos años por su retrogradismo para aceptar las conquistas democráticas de la modernidad pero hoy a este retrogradismo lo ilustran el fundamentalismo yihadista del Eln y el fanatismo de los “nuevos revolucionarios”, una mescolanza que puede derivar hacia un desequilibrante anarquismo tal como se puso de presente en el rencoroso discurso con que Petro respondió al triunfo electoral de Iván Duque, es decir a su derrota. La repetida definición de Camus de que el fascismo es la falta de imaginación se ha puesto de presente en un supuesto líder que nunca fue capaz de elaborar un programa de gobierno con las palabras que surgen del conocimiento directo de los problemas que hoy acucian a nuestra sociedad. Enumerarlos no es demostrar conocimiento y compromiso con ellos, el odio a los ricos no es una respuesta a la inequidad sino una expresión de complejo social, la esperanza nace del conocimiento mutuo y la responsabilidad del amor, no del resentimiento. La demagogia electorera puede convencer a una comunidad pobre con promesas que no se cumplirán. ¿No es el Chocó el escenario de las mayores depravaciones de las Farc? Petro con su demagogia ha convertido en cliché lo que debería ser un fundamentado análisis sobre la problemática del país. ¿Conocemos algún documento al respecto elaborado por sus equipos de investigación sobre la minería ilegal, el narcotráfico? ¿Qué tal los despropósitos urbanísticos propuestos para Bogotá? ¿Dónde está el documento sobre la cultura de las regiones, sobre el patrimonio cultural en peligro? ¿Han redactado sus acuciosos intelectuales una ley de protección del libro?

Lea también: Colombia real, confusiones semánticas

Pasar a la “resistencia” fue lo que el movimiento partisano hizo en su lucha contra el fascismo y el nazismo y contra el estalinismo en los países comunistas de Europa. ¿Contra qué dictadura lucharán los intelectuales petristas y desde cuáles medios de información en la” clandestinidad”? ¿No es a la lucha armada y a “la combinación de distintas formas de lucha revolucionaria” a la cual han renunciado las Farc y el Partido Comunista? El ejercicio necesario de la oposición convertida en pedreas callejeras según el manual elaborado por Lenin debe culminar finalmente con la huelga general. Ya Fecode ha hecho varios paros demostrando una vez más que lo que le interesa no es que nuestra juventud – y sobre todo sus afiliados- salgan del estigma de la ignorancia sino desestabilizar al nuevo Gobierno. ¿Quién mueve los hilos detrás de Petro? ¿Milita en la Congregación Mariana Iván Cepeda? En el informe periodístico al lado de Petro aparece su verdadero mentor político: Jaime Caicedo del Comité Central del Partido Comunista y de las Farc.

Vea además: Otras palabras en otro país

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Comentarios:

Norman
Norman
2018-06-25 18:00:41
Qué buena columna...

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