Fronteras invisibles, pandillas, paramilitarismo y violencia marcaron, en la década de los 90 y principios del 2000, la imagen de muchas de las comunas de Medellín. En algunas de ellas los jóvenes veían como las dos únicas alternativas el huir de su territorio o unirse a un grupo armado que garantizara su supervivencia. Sin embargo, la llegada del arte y la música cambió la perspectiva y conciencia de personas que ahora han logrado desestigmatizar sus barrios.

San Javier, barrio que da nombre a la Comuna 13, ha sido uno de los ejemplos claros de transformación social con el hip hop, llegándose a convertir en un espacio de esparcimiento y turismo con actividades artísticas como el Grafitour, el cual lleva siete años mostrándole a la comunidad local y extranjera la otra cara del conflicto, en un recorrido histórico, estético y político que habla del dolor de las víctimas que dejaron operaciones como Mariscal y Orión. Fue diseñado por artistas callejeros que vieron en el hip hop una herramienta de expresión.

“Por medio de graffitis se dan a conocer las historias que mueven e inspiran la esperanza y la búsqueda de mejores condiciones de vida para la comunidad, también se cuentan las historias de inequidades y violencia histórica que aún estánpresente en la zona”, comentó Jhon Ferley Ciro, coordinador del Grafitour, y uno de los líderes del colectivo Casa Kolacho, el cual trabaja con la comunidad en la enseñanza de los cuatro elementos del hip hop: break dance, rap, grafiti y dj, de manera gratuita.

Ciro resaltó el trabajo social que se ha alcanzado con la comunidad de San Javier, en la que ahora ellos no son “vándalos” por pintar murales, ni “maleantes” por bailar o cantar, sino ejemplos de superación, quienes sin necesidad de alardear dejan huella en los jóvenes de una manera indirecta por medio de sus acciones culturales.

Los críticos de música cuestionan la manera en la que el reggaetón  ha tomado fuerza en el ámbito local, regional, nacional y mundial.

Hip hop en las calles

Al ser denominado el género de la “calle”, muchos han visto en el hip hop un elemento de expresión y desahogo en cuanto a distintos temas sociales y personales, por lo que ha logrado transformar vidas y sacar jóvenes de entornos de violencia y drogas.

“El hip hop es uno de los géneros más fuertes en los barrios porque lo tenemos a la mano, porque mueve el sentir, es un género en el que no se queda el sonido sino la letra, que siempre habla de cosas que suceden a diario en nuestro alrededor, como la guerra, pero también las cosas buenas que tiene cada barrio”, agregó Ciro.

Cada vez son más los grupos locales que pretenden enaltecer el género en Medellín, una muestra de ello son Crew Peligrosos, Alcolirykoz, Tribu Omerta, Insurgentes, C15 y Radio MC, entre muchos más, a quienes se les suman los cientos de jóvenes que trabajan de manera independiente por contar sus historias y realidades a través de la música.

Juan Camilo Morales, de 26 años y conocido en la escena del rap como Crazy MaN, lleva 11 años haciendo música en el barrio Belén Rincón, del que pretende mostrar un lado positivo con sus letras.

“Yo fui el primer artista del barrio en un tiempo en que las fronteras invisibles eran mucho más peligrosas que ahora, por eso creé Belén Rincón en paz, una canción que me permitió mostrar que el arte lo desliga a uno del conflicto y la guerra. Yo hablé con todos los ‘combos’ y les conté el proyecto y todos me apoyaron, porque saben que no soy malo sino que quiero hacer las cosas bien”, relató Crazy MaN.

Las expresiones artísticas que se han generado en su localidad, como el baile, la música y la pintura, cambiaron la mentalidad, según contó, más significativamente en los menores, quienes pretenden seguir los pasos de sus amigos, hermanos o vecinos.

“De diez niños que se querían meter a un grupo armado cinco escogieron un rumbo artístico, para nosotros eso ya es un triunfo. A la gente le da miedo entrar a estos barrios, pero como se demuestra que hay artistas y jóvenes trabajando por la cultura cambian su concepto, porque ven que la comunidad se unió de diferentes maneras para cambiar la imagen del barrio”, contó el artista local.

El baile es otro de los puntos fuertes en esta transformación de la que hablamos en Belén Rincón, donde a pesar de no contar con una sede cultural que les brinde un espacio idóneo para ejercer su talento, han creado varios grupos como Barrio Sonido y Talent Run, los cuales se encargan de enseñarle a niños y jóvenes sin verse afectados por la escasez de recursos.

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“El barrio ha presenciado muchos conflictos entre bandas. Entonces nosotros a través del baile buscamos cambiar esa realidad y salir de la violencia de la que hemos sido víctimas, gracias a eso los niños, al ver que hacemos presentaciones y trabajamos en equipo, se animan a hacer lo mismo y así aprovechan su tiempo y se salen de la tentación que tienen a veces los caminos fáciles. Tratamos de ensayar en espacios abiertos como parques o en casas de los mismos del grupos”, narró Sebastián Arias, integrante de Barrio Sonido.

Por su parte, Jhoan Estiven Restrepo, líder de Talent Run, creado hace dos años, contó que el tema de fronteras invisibles es complejo a la hora de formar un grupo, ya que viven en diferentes sectores del barrio a los cuales no todos pueden ingresar. Sin embargo, resaltó que la visualización que les ha generado su talento ha ayudado que el conflicto no los toque.

En su criterio, el principal objetivo de su arte en el hip hop es mostrarle a los demás que hay alternativas a la violencia, que es correcto tener sueños y aspiraciones.

“Los niños al ver la guerra se quieren creer malos, pero yo trato con mi música y con grupos de baile y grafiti mostrarles otra imagen e incentivarlos a ser artistas; por eso tratamos de enseñarles, así sea clandestinamente, porque no tenemos en Belén Rincón un centro cultural que catapulte nuestras habilidades”, dijo Crazy MaN.

Enseñanza como rescate

“La Calle es el concreto, / el tapiz de caminos largos y cortos, / la jungla que se traga vidas enteras, / la plaza que está abierta para el negocio, limitada por el territorio geográfico. / La Calle es la obra de danza urbana. / La Calle, a veces ella pasa por nosotros...”, así se rapea en uno de los versos de Jke Peligrosos, cuyo nombre real es Henry Arteaga, fundador y líder de los Crew Peligrosos.

Una de las escuelas con más eco en el hip hop de la ciudad es 4 Elementos Skuela, espacio creado por Crew Peligrosos en el barrio Aranjuez para enseñar la cultura hip hop, respetando su esencia “filosófica pacifista” y construyendo el proceso formativo desde un escenario que promueve la paz y la convivencia.

“La ciudad era un caos y en realidad no habían ofertas, pero esas ganas y pasión por la música hizo que nos fuéramos más por esa vibra. La elegimos como otro tipo de alternativa, siempre buscamos que el hip hop sea una herramienta cultural y artística para proyectar lo que hacemos”, dijo Henry Arteaga, quien recibió el año pasado el Premio Womex a la excelencia profesional por, de acuerdo con la organización, el liderazgo frente a los Crew Peligrosos y la escuela de hip hop que le ha valido un gran reconocimiento entre los jóvenes y niños de Aranjuez, de Medellín y de Colombia, “a quienes ha permitido ver una alternativa constructiva de vida en tiempos difíciles y violentos”, se justificó en el acta del premio.

El líder del género relató que el hecho de que el hip hop se convirtiera en el proyecto de vida de muchos generó que personas del entorno quisieran hacer parte, comenzando a nombrar a los espacios de ensayos y recolección de ideas como una escuela.

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“Los pelados comenzaron a danzar y a hacer las cosas del hip hop y la gente conocía a Crew Peligrosos en las calles”, las mismas en las que eran identificados como artistas y profesores, continuó el artista.

Por su parte, el cantante y productor de hip hop Marco Andrés Carreño, conocido en la escena como Kiño, afirmó que el cambio en los territorios se evidencia en los jóvenes emprendedores que han visto en el género, más que una pasión, un estilo de vida.

“El hip hop ahora es una opción seria de vida que muchos emprenden debido a todas las herramientas que brinda. Se ha vuelto mucho más asequible ya que es algo oficial que cuenta con escuelas cuando antes la enseñanza era mucho más callejera, en este momento lo que hay son artistas quienes además de talentosos tienen la vocación de impartir sus conocimientos a quienes quieren seguir su ejemplo”, agregó Kiño.

Algunos de los mentores y gestores de 4 Elementos Skuela afirmaron que no les gusta decir que lo que hacen ha sacado a jóvenes de la calle, ya que consideran esa acción una consecuencia indirecta del trabajo que han querido emprender con la comunidad.

“La gente al vernos bailar, al vernos parchados como en familia y siempre disfrutando, eso es lo que transforma a la gente y le da ganas de venir y hacer lo que hacemos en la escuela”, dijo Izel, mentor de break dance de 4 Elementos Skuela.

Ante esto, Ciro, de ‘La 13’, afirmó: “Más que un discurso son las acciones, es sentarse y escuchar por qué está ahí, darle un abrazo y que él vea que uno está haciendo algo positivo, construyendo y formando. No es criticar ni regañarlo, es mostrarle que los sueños que tiene guardados también se pueden lograr”.

Por su parte, Jeihhco, rapero y gestor cultural de Medellín, resaltó que lo que busca el género en Medellín es “dar una solución al tiempo libre de los chicos, despertar la creatividad y el sentido crítico, crear seres pensantes”.

“Estamos es viviendo y cuando uno vive bien se siente feliz, entonces muchas personas que no viven bien comienzan a acercarse y mirar porque el hip hop nos brinda tanta felicidad y paz”, finalizó Jke Peligrosos.

Turismo y economía por el hip hop

El sostenimiento de las sedes y escuelas culturales de hip hop que hay en la ciudad, como lo son Casa Kolacho y 4 Elementos Skuela, resulta complejo sin el apoyo de una institución oficial, ya que es amplia la cantidad de jóvenes quienes acceden a los servicios que allí se prestan gratuitamente. Sin embargo, no ha sido considerado obstáculo y han buscado alternativas como presentaciones, conciertos y recorridos por el barrio que den los recursos que garanticen la continuidad de su labor social. 

Ciro, de Casa Kolacho, aseguró que al no contar con el apoyo de la Alcaldía, debido a que estos les pedían requisitos específicos que impiden el buen funcionamiento e independencia de la casa, han buscado en actividades como el Grafitour y en tiendas de ropa los recursos necesarios para continuar con los talleres de rap, break dance y dj.

Indicó que ya que la Comuna 13 se convirtió en un sector turístico, los ingresos han llegado a lo necesario, no obstante, siempre se necesita el apoyo de la comunidad. Consideró que el turista visita la Comuna 13 debido a que se le muestra una cara distinta del conflicto, porque se contextualiza y genera en él un sentir en cuanto a los daños ocasionados por el conflicto que se vivió por años.

Cifra

400 estudiantes tiene cada semana 4 Elementos Skuela.
 

Los cuatro elementos del hip hop 

Break dance

Es un estilo de baile urbano que forma parte del movimiento de la cultura hip hop surgido en las comunidades afroamericanas de barrios como el Bronxs o Brooklyn de Nueva York (Estados Unidos). 

Grafiti

En el lenguaje común, el grafiti es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa e ilimitada con fines de expresión y divulgación, en el que su esencia es cambiar y evolucionar buscando ser un atractivo visual y con un alto impacto.

Dj

El dj es la columna vertebral dentro del hip hop, ya que es quien pone la música en la que rapea un MC. Su función principal es escoger su mejor música y mezclarla en diferentes técnicas conocidas como mix o beetle. 

Rap

El rap consiste en articular rimas con ingenio y sentido romántico, harcore o conciencia. El rap puede ser interpretado a capela aunque normalmente es acompañado por una “base”, un fondo musical rítmico también conocido con la voz inglesa beat. Los intérpretes de rap son conocidos como MC, (maestros de ceremonias).