El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, empezó a hacer efectivo el congelamiento de la normalización de relaciones entre Washington y La Habana con el desmonte de algunas de las iniciativas de acercamiento en el terreno económico.
Dando cumplimiento a una de sus promesas de campaña y con el exilio de Miami como testigo de excepción, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dio a conocer este viernes los primeros resultados de su revisión a la política de deshielo entre Washington y La Habana, iniciada por su antecesor, Barack Obama.
El giro diplomático empezó con el desmonte de algunas de las iniciativas de acercamiento en el terreno económico, con lo que Trump busca evitar que los recursos originados en el turismo o por compañías norteamericanas, termine en manos del Gobierno o de las fuerzas militares de la isla.
Dado que no estaban dados los avances democráticos esperados en Cuba, habíamos sostenido tiempo atrás que las iniciativas de Obama de restablecer relaciones y solicitar al Congreso el levantamiento del embargo no eran oportunas; en ese sentido, vemos coherentes y necesarias las decisiones adoptadas por Trump, con las cuales no se esfuerza en ocultar su hostilidad hacia Raúl Castro.