La propuesta de crear un canal premium del fútbol colombiano representa un bueno negocio pero no refleja la realidad de nuestra Liga
Aunque no aparece en el diccionario de la RAE, la palabra Premium se utiliza como adjetivo que califica un servicio o un producto de características especiales, de calidad superior al promedio. La palabra viene del inglés y significa premio o prima, es decir costo adicional para garantizar un mejor producto. Lo habitual entonces es que lo Premium sea un privilegio al que solo acceden quienes pagan más. Sobre esa realidad, sustenta el presidente de la Dimayor, Jorge Perdomo, su audaz propuesta de crear un nuevo canal con esas características en la televisión colombiana, para los más importantes partidos del país.
Aunque aseguró que no hay afán en la constitución del nuevo canal, que se llamaría Win Premium, Perdonmo Polanía dejó entrever que la propuesta ha caído tan bien entre los clubes y los socios de Win, que lo más probable es que esté funcionando el año entrante. Mejor dicho, parece tan buen negocio que incluso RCN Televisión permitiría una operación de “recompra” de los derechos que actualmente disfruta para transmitir por señal abierta algunos de los partidos de la liga profesional. Ese canal, con DirecTV y la propia Dimayor son los socios de Win Sports.
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El negocio es muy bueno para los socios. En el canal que hoy se transmite por los sistemas de cable, por el que los aficionados ya pagamos, pasan todos los partidos de Liga, con excepción del que transmite por señal abierta RCN, y un par del Torneo que es la competencia de los equipos de la B. Una vez se cree el canal Premium, el actual se considerará básico y transmitirá todos los partidos de la B y los de la A que no se entiendan por encima del promedio. Por la nueva señal, los abonados a la televisión por suscripción tendrán que pagar en promedio 10 dólares mensuales adicionales, es decir que desde el año entrante ese rubro en el presupuesto familiar se aumentaría unos 30 mil pesos cada mes, para poder acceder a los partidos de equipos como Nacional, Medellín, Millonarios, Santa Fe, América, Cali o Junior.
Negocio bueno para esos equipos que recibirán un valor adicional por los derechos de trasmisión, para la Dimayor que incrementa sus ingresos, para los socios de Win que con muy poca inversión incrementan la rentabilidad, para los cableoperadores que añaden un canal a su oferta y reciben nuevos recursos. Pero una pésima noticia para los aficionados al fútbol que tendrán que pagar más si quieren ver un partido más o menos bueno de la Liga Profesional. Afición que no recibirá nada por encima del promedio pero si pagará el privilegio que le prometen pero que no pasa del enunciado porque hoy tiene esos partidos en su pantalla.
Por más que se presente como un aumento en la oferta, los índices de sintonía de los partidos que se quedarán en el canal básico, darán cuenta de la realidad del fútbol colombiano. No basta con que la Federación de Historia y Estadísticas nos califique como la segunda mejor liga del planeta o que seamos el octavo país en el ranking de la Fifa, como repite sacando pecho Jorge Fernando Perdomo. Nuestra realidad está lejos de sobrepasar el promedio en materia futbolística. Aun las jornadas de clásicos, como la que se jugará este fin de semana, están lejanas de robarle audiencia a ligas como la italiana, la española, la inglesa, la alemana, la argentina o la mejicana. Además de los resultados en la sintonía de televisión, habría que mirar lo que indican los niveles de asistencia a los estadios, o lo que representan las contrataciones de futbolistas en comparación con otras ligas.
Seremos el octavo país exportador de futbolistas, pero Perdomo tendrá que aceptar que ninguna de esas negociaciones representa una cualificación de la competencia nacional y estamos lejos de pretender que figuras como Messi, Neymar o Cristiano, quieran venir a la “segunda liga del planeta”. Más aún, nuestros futbolistas prefieren ir a un equipo de segunda división en Europa que disputar la pretendía liga Premium de Colombia.
Damos por hecho que el nuevo canal será una realidad. Seguramente la protesta no superará un ligero ruido en redes sociales y luego todos en fila a comprar el paquete que nos permita ver a nuestro equipo, así esté lleno de “paquetes” que nos traen como entrenadores o futbolistas. Una afición que no existiría en esas proporciones si no fuera por la señal de televisión abierta y por la radio. Otro gol que nos meten y por eso sonríen siempre que aparecen en los medios que se refieren a nuestro fútbol premium.
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