United Airlines atraviesa por un momento difícil luego de los vergonzosos incidentes obligando a varios pasajeros a bajarse de una aeronave, uno de los cuales sufrió lesiones por la forma violenta en que fue tratado requiriendo atención médica. Desde un comienzo la respuesta de la compañía fue totalmente equivocada al intentar mostrar al pasajero como una persona beligerante, sin pensar que los clientes merecen respeto y un trato digno. Al final son su principal activo Si bien es cierto que los miembros de la tripulación tienen prioridad de acuerdo con las políticas internas de la aerolínea, el procedimiento utilizado se aleja de las obligaciones y promesas que un usuario recibe al momento de comprar un boleto de avión.
La reacción de United ha sido modificar sus protocolos revisando las políticas de venta de los vuelos cuando existe una demanda en exceso, para que se imponga el sentido común sobre las reglas que les deja a los empleados muy poco margen de maniobra a la hora de manejar los sobrecupos. Asimismo, la compañía decidió que en adelante no a va a recurrir a agentes de seguridad para desembarcar a los pasajeros y estableciendo que los asientos reservados no podrán liberarse con una hora de anticipación, para asi asignarle espacio a miembros de las tripulaciones vinculados a United y a las demás aerolíneas asociadas.
Aceptando culpabilidad, United ha llegado a un acuerdo con el medico David Dao como principal afectado para evitar que el lamentable suceso escale a otros niveles y reconoce que este episodio marca un cambio en la cultura del servicio al cliente. También en el futuro ofrecerá un bono de hasta 10.000 dólares a los pasajeros que entreguen su asiento cuando se presenten sobrecupos. 
Aunque el impacto inicial en el precio de la acción fue negativo, lo que verdaderamente ha golpeado a United son los resultados financieros afectados por el mayor precio del combustible y los costos laborales que se han incrementado por las negociaciones recientes con los sindicatos. Las utilidades reportadas cayeron un 69 por ciento en el primer trimestre lo que tiene a Wall Street y los inversionistas en alerta.
Después de muchos anos de despidos, bancarrotas y salarios estancados, los empleados aeronáuticos comienzan a ver mejoras en sus condiciones laborales: los pilotos de United lograron un aumento del 16 por ciento en su remuneración frente al 23 por ciento de sus pares que trabajan para American Airlines. El sindicato de mecánicos recientemente rechazo una oferta de aumento del 33 por ciento en un periodo de 7 años aunque la cúpula sindical ve cerca un acuerdo. A su vez, los trabajadores que soportan la operación en tierra igualmente recibieron reajustes significativos en sus salarios.
La industria confía en que con un comportamiento positivo de la economía y un aumento de los boletos en el mediano plazo, se podrán recuperar financieramente de las mayores obligaciones. La consolidación de la última década que desató la desaparición de muchas aerolíneas, ha dejado  importantes rutas domésticas con poca oferta y en consecuencia mal servicio y tarifas más altas. 
Finalmente, estos episodios se repiten a diario en el mundo no importa que las aerolíneas tengan en sus manuales una cultura de servicio y que las propias autoridades prohíban los abusos cometidos.