Es la primera vez que un sistema de salud se basa en la autoregulación de los médicos
El pasado viernes 17 de febrero comenzó el experimento más grande en materia del sistema de salud en Colombia. Aunque no lo creamos los ojos del mundo están puestos en nosotros.
La Ley Estatutaria de Salud de 2015 ordenó acabar con el POS cómo lo conocemos, una lista de medicamentos y servicios médicos que cubre el sistema con recursos que provienen de cotizaciones y de impuestos. El experimento consiste en no tener una lista definida, sino más bien una lista de cosas excluidas. Para estas cosas excluidas se tendrá un mecanismo participativo que deje de una buena vez sentado porque no deben ser cubiertas con los recursos de nuestros impuestos.
Los ojos del mundo estarán muy atentos a lo que pase en Colombia con este experimento, sobre todo porque es la primera vez que un sistema de salud se basa en la autoregulación de los médicos. Y debe decirse que conceptualmente esto está muy bien y es la solución de largo plazo a los problemas de oportunidad, acceso y sostenibilidad financiera del sistema. Así como la solución al problema de sociedades y democracias corruptas es una ciudadanía educada y comprometida con el bienestar colectivo. El problema es que los comportamientos e incentivos individuales no están siempre alineados con el bienestar colectivo.
Para detener el individualismo y afán de enriquecimiento el experimento incluye un sistema de información llamado Mipres donde sabremos que medico ordenó que medicamento, y una limitación adicional y es que en Colombia sólo se podrá ordenar aquellos que esté aprobado por el Invima para los usos que este indique. Así se controlará la autoregulación.
El experimento, como todo experimento, puede salir mal, bien o no pasar nada. Salir mal significa que se dispare el gasto en salud, y con unos ingresos insuficientes, que la crisis financiera del sistema se profundice. Pero como los sistemas de salud y el derecho a la salud son “demasiado grandes para dejarlos desaparecer” las consecuencias serán listas de espera más largas, e indefectiblemente aumento en impuestos, en contribuciones y en gasto de bolsillo. Si el experimento sale bien Colombia habrá encontrado la fórmula para controlar el gasto en salud, un problema que preocupa a todos los países del mundo.
Y finalmente el experimento puede ser infructuoso, no cambiar nada. Todo es posible, porque estamos al frente de un experimento. Cada uno tiene sus teorías, pero la verdad tendremos que darle unos meses para saber si sirvió, si fracaso o sí no pasó nada.