Una vez más el ciclismo colombiano vuelve a estar en la mira del mundo por casos de dopaje. Lamentablemente todavía hay deportistas que por querer aumentar sus capacidades sin tener que hacer un máximo esfuerzo o simplemente por ingenuidad caen en prácticas antideportivas que siguen siendo rechazadas. Es hora de buscar a los principales culpables y tomar medidas efectivas contra quienes quieren lastimar el ciclismo en el país.
38 muestras de sangre y 48 de orina se hicieron en la Vuelta a Colombia 2017. Siete de los positivos fueron encontrados en exámenes sanguíneos y uno en los de orina
La aparición de ocho corredores con resultado positivo en las muestras de control dopaje realizadas en la pasada edición de la Vuelta a Colombia genera desconcierto, preocupación y tristeza en el ciclismo del país. Es un hecho lamentado por todos los que rodean esta disciplina deportiva que tantas alegrías ha regalado, pues lastima el presente, la historia y el futuro del ciclismo colombiano.
El tema dopaje viene desde hace muchos años atrás y se ha trabajado mucho por desaparecerlo; sin embargo, algunos deportistas todavía intentan mejorar su rendimiento con sustancias prohibidas, sin tener que hacer esfuerzos adicionales a los que hacen en sus entrenamientos diarios, pero hay otros que por su ingenuidad e inocencia caen en el juego de terceras personas que con engaños y mentiras los llevan a consumir sustancias que más adelante terminarán dañando a los mismos deportistas, acabando con sus carreras deportivas y, peor aún, lastimando al deporte cafetero, en este caso, al ciclismo de un país que con mucho esfuerzo se ha ganado un lugar de respeto y admiración en el pelotón internacional y que actualmente está en la mira de todo el mundo gracias a los grandes logros obtenidos por los llamados Escarabajos en cada carrera en la que compiten.
Más allá de juzgar a los ocho corredores: Óscar Soliz (Movistar), Luis Largo (Sogamoso), Edward Díaz (EPM), Fernando Camargo (SuperGiros), Juan Carlos Cadena (Multirepuestos), Robinson López (Boyacá Raza de Campeones), Jonathan Paredes y Fabio Montenegro (Ebsa), lo que hay que hacer ahora es investigar y dar a conocer quién o quiénes están detrás de todo esto, no se puede permitir que estas personas sigan haciéndole daño a los deportistas y al deporte colombiano en general. Las autoridades, apoyadas por la Federación Colombiana de Ciclismo y Coldeportes, deben unir fuerzas y dar con los autores, con quienes están detrás de este tema, que en este último caso, dado en la carrera por etapas más importante del país, es más delicado, pues según expertos las sustancias Cera, noretiocolanolona y norandrosterona, por las que dieron positivo estos ciclistas, no son comerciables en Colombia.
EL MUNDO habló con el boyacense Fredy Alberto Avella, un médico, fisiatra y deportólogo que lleva 25 años trabajando con el ciclismo, y respecto a este nuevo tema de dopaje afirmó que “desafortunadamente el doping existe desde hace mucho tiempo, pero a raíz de los nuevos controles que se están haciendo ya los están detectando más. Lo triste es que existan deportistas, en este caso ciclistas, que se dejan convencer de personas que no tienen muchas veces los conocimientos de qué es lo que les están vendiendo o qué es lo que les están administrando o supliendo”.
Según Avella, la sustancia por la que dieron positivo la gran mayoría de estos muchachos en la Vuelta a Colombia, la Cera, “hace mucho tiempo se utiliza, desde el punto de vista clínico, porque tiene indicaciones para enfermedades específicas, pero que es muy difícil de conseguir en Colombia, porque no está al alcance de cualquier persona, sólo médicos especialistas y cierto tipo de unidades, en su mayoría renales, pueden tener acceso a este medicamento, que es muy costoso y no tiene la repercusión fisiológica para pensar que me aplico una ampolla y ya me da las condiciones para ser el mejor. Ahí es el incauto deportista que queriendo ser mejor en su disciplina, figurar y tener éxitos, cae en estas redes que lo ilusionan con un mejor rendimiento y lo que le están haciendo es un mal, porque si bien le puede mejorar un poquito, su rendimiento va a ser muy similar al que consigue con un buen entrenamiento. No es que le represente mejoría concreta de su condición, de hecho, ninguno de los que dieron positivo terminó en los primeros puestos de la carrera, como para decir que la sustancia les dio mejoría en su condición”.
Para Fredy Avella, “todos creen que quienes los asesoraron son médicos o trabajan en medicina deportiva, y pienso que no existe un médico que juegue con el futuro de un joven. Lo que veo es que los ciclistas, en su desespero por mejorar, utilizan personas empíricas y los están llevando por el camino equivocado”.
Rafael Acevedo, exciclista y director deportivo del equipo Sogamoso, escuadra a la que pertenecía uno de los implicados en esta situación, aseguró que es algo “triste y decepcionante por los corredores, sobre todo los jóvenes, como Edward Díaz, que pertenece a mi Club, y Robinson López, son chicos con muchas condiciones, que desafortunadamente se dejan utilizar por mercaderes de cosas malas para el ciclismo colombiano. Pienso que los demás, que ya son mayores, saben bien lo que hacen; pero estos dos jóvenes cayeron incautos por un mercader que quizás les dijo que no salía positivo”. Además, el técnico dijo que “la sustancia con la que salieron positivo es un producto importado, europeo, aquí no la venden, no se consigue en la droguería de la esquina, es alguien que la está trayendo y está perjudicando el ciclismo. Creo que los muchachos deberían indicarle a la Federación, a su club o a la UCI quién es la persona que les vende y así iniciar un proceso de persecución para subsanar el ciclismo colombiano. Debemos hacer un frente común todos, Federación, clubes, ligas, y asociaciones para tratar de excluir esa clase de personas”.
Acevedo le confesó a EL MUNDO que “ahora le doy la razón al corredor suizo que sacó un comentario hace un tiempo. Aunque esa clase de sustancias no vienen en pastillas, sólo en inyecciones”, afirmó refiriéndose a las declaraciones hechas por el suizo Alexandre Ballet, quien después de competir en la Vuelta aseguró que en el pelotón había un corredor que suministraba pastillas en medio de la carrera, a quien llamaban el farmaceuta.
Para Jorge Ovidio González, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, la lucha para terminar con el tema dopaje es un trabajo de todos los que están relacionados con este deporte.
“Es supremamente triste, es algo que deja el corazón arrugado porque hemos trabajado muy duro por sacar el ciclismo que tenemos el día de hoy y que aparezca una noticia de estas en una carrera 2.2 no causa sino tristeza”, expresó.
El dirigente resaltó que “estamos trabajando para detectar quiénes le quieren jugar sucio al ciclismo colombiano, a la Federación, a los patrocinadores, a los corredores, a sus familias y a su futuro. Interpreto que quienes incurrieron en esto creyeron que por la descertificación momentánea por la que pasa el laboratorio de Coldeportes no íbamos a hacer muestras y resulta que nunca las íbamos a dejar de hacer”. Esta vez se tuvo un grupo de agentes de la Fundación Anti Dopaje (Cadf), en cabeza del médico holandés Ton Verhagen.
Según manifestó González en diálogo con EL MUNDO, la Federación “viene haciendo cada día más por esto, a través de Coldeportes. Lo que hace es ser muy preventivos, hacer las conferencias con los equipos, con los corredores, para que sepan los riesgos que tiene el consumir sustancias dopantes, con un jurídico que les explica lo que puede ocurrir, cómo dañan sus contratos y los vínculos con los equipos, el castigo de la UCI de no poder estar al rededor del ciclismo mientras pasan sus sanciones. Hace poco presentamos un proyecto de penalización para los que incurran en doping, este proyecto de ley se lo radicamos a Coldeportes para que ellos lo presenten al Senado y se empiece a trabajar en esto”.
De los ocho corredores precisó que “están suspendidos hasta que inicie el proceso. La mayoría aceptó no hacer la contramuestra, lo que significa que es un positivo legítimo y ya vendrán las sanciones de la UCI, que se las notificará a la Federación y se harán cumplir, retirándoles las licencias, que de hecho ya no les sirven porque ya están suspendidas”.
Jorge Ovidio destacó que “esto es un trabajo de todos, cualquier anomalía en un ciclista, un rendimiento superior al normal o unos comportamiento anormales se pueden detectar muy fácil, lo puede hacer un entrenador o cualquiera que esté al lado de ellos. Esto no nos puede volver a ocurrir porque es algo grave para todos, ayudémonos entre todos para que esto no vuelva a pasar. Hay que seguir con las capacitaciones y trabajar todos muy duro con este tema, ser implacables, muy rígidos y hacer mucha prevención”.
Después de darse a conocer los resultados positivos en los controles de dopaje realizados en la pasada edición de la Vuelta a Colombia, algunos de los deportistas implicados le pusieron el pecho a la difícil situación en la que terminaron involucrados y en diferentes medios de comunicación se disculparon y aseguraron sentirse arrepentidos por lo que habían hecho.
Uno de ellos fue el joven boyacense Robinson López (Boyacá Raza de Campeones), quien le aseguró al diario Boyacá Sie7e Días que fue engañado y que no sabía que las vitaminas que consumió eran sustancias prohibidas y que las tomó un mes antes de la carrera: “Todo fue parte de un engaño. Una persona me asesoró y lo hizo muy mal. Me dio unas vitaminas las cuales consumí sin saber en qué me estaba metiendo. Estoy muy arrepentido de haber creído en personas que dicen ser tus amigos”.
Por su parte, el boliviano Óscar Soliz (Movistar) le manifestó a La Razón de su país natal que está “muy apenado por mi equipo, por mi país, por haber cometido ese error y por confiar en ciertas personas en Colombia. Estaba pasando por un mal momento, (…) en mi desesperación, tomé esa decisión”.
Otro de los que se pronunció fue Luis Fernando Camargo, el popular Veneno, quien a través de un comunicado expresó su más “sincero arrepentimiento por los hechos que me comprometen en el listado de ciclistas con resultados positivos en los controles que se realizaron durante la pasada Vuelta a Colombia. En medio del dolor que siento por haber caído en esa lamentable situación, cuando estaba prácticamente en el final de mi carrera deportiva, quiero pedir perdón a la empresa SuperGiros, gran patrocinador del equipo, a los directivos, a mis compañeros, al grupo de auxiliares y a toda la familia del ciclismo. (…) He cometido un grave pecado contra mis propios valores y asumo las consecuencias”.
Tras la confirmación de la Unión Ciclista Internacional de los corredores dopados, entes y equipos relacionados con los implicados se pronunciaron.
El mánager general del equipo continental EPM, Raúl Mesa, rechazó y lamentó la conducta de Edward Díaz, quien según lo manifestó a través de un comunicado “engañó la confianza depositada en él por parte del patrocinador, el cuerpo técnico y sus compañeros de equipo”, pues como parte de la filosofía de la escuadra “repudiamos cualquier acción que vaya en contra de los manifiestos del rendimiento deportivo”.
Indeportes Boyacá y el programa Boyacá Raza de Campeones, apoyado por Nairo Quintana, también se pronunciaron y en un comunicado aseguraron que “rechazan categóricamente las prácticas antideportivas en que habría incurrido Robinson López. Lamentamos profundamente este tipo de hechos que están distantes de la filosofía de un programa del que se benefician centenares de jóvenes”.
SuperGiros también salió a dar el frente a la situación por el positivo de uno de sus corredores y en la comunicación enviada a los medios aseguraron que “ha sido una dolorosa noticia, por lo sorpresiva y porque lesiona la entera confianza depositada en el corredor, quien fue contratado quince días antes del comienzo de la Vuelta en reemplazo de Marlon Pérez. Hemos dialogado con el corredor quien asumió su propia responsabilidad en los hechos que hoy le condenan y que están alejados de los principios de la ética, el juego limpio y defensa de la salud de sus atletas y el respeto por nuestro patrocinador”.
Cera, Noretiocolanolona y Norandrosterona fueron las sustancias con las que los ocho corredores dieron positivo. El médico Fredy Avella explicó en qué consiste cada una:
Cera
“Es un EPO de tercera generación. Una sustancia sintética, no es de origen natural, se obtiene en un laboratorio y su función es aumentar en el cuerpo la cantidad de glóbulos rojos, es decir el hematocrito, para mejorar la condición de oxigenación del cuerpo. Una sola ampolla, que es lo que usualmente utilizan los deportistas, no le lleva a los beneficios que quien fabricó el medicamento quería hacer. Una sola ampolla no hace mella en el organismo de un deportista que necesita muchísima condición de absorción de oxígeno. Esta sustancia, además de ser cara, no es tan efectiva como quien la utiliza creyera”.
Noretiocolanolona y Norandrosterona
“Es un derivado de la testosterona, de origen también sintético. Es un tipo de hormona que lo que genera es mejoría de la condición muscular. La testosterona es la hormona de formación de músculo, de estructuración de los tejidos, que sólo está en su gran mayoría en hombres y en muy escasa proporción en mujeres. Su respuesta está para mejorar la fuerza y la consistencia de contracción del músculo o la contractividad o hipertrofia en los músculos”.
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