Un nuevo estudio publicado en días pasados en la revista Science Advances permitió conocer que la supuesta interrupción del cambio climático no era verdad, y que desde el 2000 se ha presentado una aceleración en su ritmo.
Científicos de Estados Unidos y del Reino Unido concluyeron en un nuevo estudio que la supuesta “interrupción” del calentamiento global defendida desde algunos ámbitos se debió a un error en el cálculo de las temperaturas con los viejos métodos de medición.
Publicado en la revista estadounidense Science Advances, el estudio respalda los hallazgos divulgados en 2015 por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, Noaa, de Estados Unidos, que defendían que lejos de ralentizarse, el calentamiento global se aceleró desde el inicio del siglo.
Tanto el estudio de la Noaa como el publicado por Science Advances responden a otro que constataba una aparente reducción en la tendencia al alza de las temperaturas durante el periodo 1998-2012, a la que los expertos se referían como “interrupción” del calentamiento global.
Los negacionistas del cambio climático han utilizado los resultados de ese estudio para defender sus tesis.
Investigadores de la californiana Universidad de Berkeley y la inglesa Universidad de York concluyeron que esa pausa documentada se debió a un error en los anteriores métodos de medición, que tendieron a calcular una temperatura más caliente que la real.
En el pasado, la temperatura de los océanos se medía con muestras de agua canalizadas a través de la sala de máquinas de los buques, una zona caliente que templaba los modelos.
Ahora, la temperatura se mide con boyas instaladas directamente en el océano, por lo que los resultados son más fiables.
El estudio constata que mientras en 1980 el 80% de las muestras se obtenían a través del primer método, ahora ese mismo porcentaje se consigue con boyas.
Los defensores de la “interrupción” del calentamiento global combinan en sus estudios los resultados de ambos métodos.
Más allá de constatar el origen del malentendido, los científicos de Berkeley y York hicieron un estudio de la evolución de las temperaturas utilizando por separado datos obtenidos por las boyas, satélites y robots flotantes y los resultados obtenidos fueron idénticos a los de la Noaa.
Desde el año 2000, el calentamiento de los océanos se aceleró hasta un ritmo de 0,12 grados centígrados por década, casi el doble que durante el periodo 1970-1999, cuando el calentamiento fue de 0,07 grados cada diez años.
El estudio de la Noaa recibió numerosas críticas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos que algunos atribuyeron a razones políticas y no científicas, por lo que este nuevo estudio respalda los resultados de forma independiente.
El año más caliente
Según un informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, Noaa, el 2016 fue el año más caliente. De acuerdo con esto, la temperatura media global del mes de noviembre fue de 1,31 grados fahrenheit por encima de la media de 55,2 grados del siglo XX. Esta fue la quinta más alta temperatura de noviembre en 122 años de mantenimiento de registros, según científicos de los Centros Nacionales de la Noaa para información ambiental. Asimismo, el año 2016, entre enero y noviembre, presentó una temperatura global promedio de 1,69 grados fahrenheit por encima de la media de 57,2 grados, superando el récord establecido en 2015. Con estos informes se comprueba que la tierra es cada año más caliente que el anterior.