El café que fue de los inmortales

Autor: Laura Cecilia Bedoya Ángel
29 abril de 2018 - 02:00 PM

La autora nos lleva a uno de los más emblemáticos cafés de Buenos Aires, ciudad abierta a la conversación, el encuentro y la creación cultural.

Medellín

Bandoneón, hoy te voy a contar la historia del Café de los inmortales de la ciudad de Buenos Aires, (Argentina) y te aseguro que vamos a entrar a este lugar.

Para hacerlo tengo que presentar primero a su administrador, Don León Desbernats, un inmigrante francés, conocido por su amabilidad y llamado “El padre de Los inmortales.” Ahora sigamos, pero no, ¡primero las damas!, Ángela Tesada, “lindo demonio sedante”, uruguaya, artista de teatro, representó el personaje de Amalia- novela de José Mármol -y se dice que fue la primera mujer que fumó en público.

Siguiendo con las presentaciones, son estos asiduos visitantes los que le dieron el nombre al café, Evaristo Carriego y Florencio Sánchez.

Cuentan que un día Don León se acerca hasta ellos y les dice que todos los que visitan su negocio sólo toman café y que no consumen nada, entonces Carriego y Florencio le respondieron: “Si no comemos, es que somos inmortales”, desde ese momento el café llevó ese nombre, porque antes se llamaba Café Brasil.

Ahora que cumplimos con los requisitos, vamos a entrar y desde el mostrador te iré narrando lo que alguna vez pasó, mientras consumimos “un completo”: café con leche y pan con manteca, a sólo 15 centavos.

Lea también: Fervor de Borges y sur de Homero

Las mesas del café eran ocupadas por distintas peñas, la de los poetas, los dramaturgos, los anarquistas, novelistas, pintores, críticos y músicos.

A la mesa que ves allí, acudían los dramaturgos José González Castillo, Ivo Pelay, Vicente Martínez Cuitiño, Carlos Mauricio Pacheco, Alberto Vacarezza y el uruguayo Florencio Sánchez, quien escribió para teatro Mi’hijo el dotor y Barranca abajo, entre otros, marcados por el tinte social y redactados algunos en sus mesas al dorso de formularios de telegramas.

En la mesa que da a la ventana se reunían los poetas, Evaristo Carriego, Enrique Banchs, Roberto Giusti, Héctor Pedro Blomberg y muchos otros.

Cerca de esta, se ubicaban los políticos, Elpidio González y Alfredo Palacios. Al frente los anarquistas, Alberto Giraldo, José de Maturana, José González Castillo. Algunos de estos eran autores teatrales.

¡Ah! Olvidé decirte que mi mayor interés por la historia de Los inmortales, es porque allí nació una gran parte de la poética del tango y lo digo porque José González Castillo escribió Griseta y Organito de la tarde, por ejemplo. Ivo Pelay, es autor de Adiós Pampa mía, Casas viejas y la milonga Se dice de mí, por nombrar algunos.

Es imperdible la impronta de Blomberg en el tango, su creación recuerda la época del gobierno de Juan Manuel de Rosas y nos dejó entonces; La pulpera de Santa Lucía, Los jazmines de San Ignacio y el vals Amalia.

Alberto Vacarezza, autor del sainete El conventillo de la paloma, escribió los tangos La copa del olvido y Padre nuestro.

Y bueno dejé para el final a Carriego porque si bien es cierto que no escribió ningún tango, su obra inspiró a muchos letristas. Este poeta es autor de Las misas herejes y de La canción del barrio.

De su poema El guapo salieron tangos como Mandria y Sangre maleva por ejemplo, de Residuo de fábrica, el tango Caminito del taller, composición de Cátulo Castillo. Hay otro poema La que se quedó para vestir santos y entonces Pettorossi compuso el tango Fea.

Quiero resaltar el poema Has vuelto, porque de sus versos brotaron los tangos, Organito de la tarde y El último organito, de este podemos decir que es una reconocida pieza con muchas interpretaciones, entre ellas la de Joan Manuel Serrat.

Es infaltable en esta lista el poema Tu secreto porque uno de los grandes Enrique Cadícamo bebió de estos versos para escribir el tango De todo te olvidas (Cabeza de novia) .

Un gran regalo sería leer el poema Tu secreto

“¡De todo te olvidas! Anoche dejaste

aquí, sobre el piano, que ya jamás tocas,

un poco de tu alma de muchacha enferma:

un libro, vedado, de tiernas memorias.

Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,

y supe, sonriendo, tu pena más honda,

el dulce secreto que no diré a nadie;

a nadie interesa saber que me nombras(…)”

Vea: Tango, patrimonio cultural de Uruguay

Se dice que en este sitio que estaba ubicado en Corrientes al 920 y que vivió de 1906 a 1916 se gestó Sadaic. Allí tomaron café Jacinto Benavente, Enrico Caruso y Ramón del Valle Inclán.

Hubo un grupo al que llamaron Los malditos porque tuvieron talento, carisma, alegría de vivir y una empatía con lo bello. Todo les fue dado, pero les fue esquiva la salud y murieron jóvenes, fueron ellos, Florencio Sánchez, Evaristo Carriego y Antonio Monteavaro.

Esta es sólo una parte de la historia del Café, porque Don León fue a luchar a su patria – Francia-cuando estalló la Primera Guerra Mundial y al regreso no siguió administrando Los inmortales, entonces, el café no volvió a ser el mismo sin Don León y lo cerraron.

Nosotros debemos salir ya del café y cerrar por hoy la historia de Los inmortales con una frase que tiene autor pero que se volvió común: “Los inmortales, el único café porteño que tuvo una vida breve y una historia eterna”.

Compartir Imprimir

Comentarios:


Destacados

Carlos Vives
Columnistas /

Para adelante y para atrás

El Mundo inaugura
Columnistas /

EL MUNDO fue la casa de la cultura de Medellín

Mabel Torres
Columnistas /

Firmas y responsabilidad

Guillermo Gaviria Echeverri
Columnistas /

La desaparición de EL MUNDO

Fundamundo
Columnistas /

Mi último “Vestigium”

Artículos relacionados

Abran cancha, que la llevo dormida
Palabra & Obra

Abran cancha, que la llevo dormida

Introducción al mundo, e historias, del cuento Hombre de la esquina rosada, de Jorge Luis Borges.

Lo más leído

1
Columnistas /

¿Dulcecito o dulcesito?

El elemento que agregamos al final de una palabra para cambiar su sentido se llama sufijo… Este sufijo...
2
Columnistas /

¿Glorieta, rompoi o romboi?

@ortografiajuanv explica las interrelaciones de culturas y la formación de nuevas palabras
3
Columnistas /

Néstor Armando Alzate y su periodismo auténtico

Hablar de la vida y la obra del gran amigo y colega Néstor Armando Alzate, escritor, profesor...
4
Editorial /

Nuestro último clamor por la libertad

Más que con un recuento histórico de lo que hemos sido, queremos cerrar este espacio con una invitación...
5
Columnistas /

La herencia de Sócrates

El dominio sobre nosotros mismos deber ser el fundamento central de nuestra cultura ética, que concibe la...
6
Cazamentiras /

Nicolás Maduro, ¿colombiano?

Recientemente, usuarios en las redes sociales reavivaron la polémica en torno a la nacionalidad del...