A propósito del reciente Día Mundial del Asma y el Día Mundial sin Tabaco, el próximo 31 de mayo, expertos hablaron del tratamiento de la enfermedad, la prevención, la atenuación y los factores que la provocan.
La escena es típica: el niño o niña al que la mamá le prohíbe correr o tose en gran cantidad, el clima o la noche lo atacan con severidad y su pecho silba como si tuviera un instrumento musical dentro; es una persona que probablemente es asmática o esta propensa a serlo. “El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea (ahogo o dificultad en la respiración) y sibilancias (silbidos en el pecho), que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche”, denomina la Organización Mundial de la Salud -OMS-.
Esta enfermedad es la que mayor prevalencia tiene en niños y niñas (entendida ésta como la proporción entre el número de habitantes y quienes comparten una característica como tener asma); representa un 15 o 20 % en la población, de acuerdo a los expertos consultados por EL MUNDO. En el caso de Medellín, el número de casos ha tenido altibajos, como se puede ver en la tabla, pero aún así es importante tener en cuenta que en el ámbito mundial sigue presentándose en mayor medida en las edades entre los 2 y 5 años.
El asmatico suele no sólo tener esta afección sino también otras alergias como la rinitis, sinusitis, conjuntivitis, dermatitis atópica y alergia a alimentos como el huevo o la leche.
Padecerla no implica restringirse de llevar una vida normal, según expertos, pero sí requiere de un diagnóstico adecuado, un tratamiento preciso, concienciación por parte del paciente y su núcleo familiar y una identificación de los factores que la causan, que no solo comprende el factor genético como puede creerse popularmente. El caso se vuelve especial pues en el mundo “hay unos 235 millones de personas con asma, que es una enfermedad frecuente en los niños”, según la OMS.
La polución: un factor productor de asma
Es muy bien conocido que la contaminación en las ciudades genera gran número de enfermedades, pues en el aire o en el agua pueden haber millones de partículas que trasmitan o provoquen virus. Hablando del asma y en el caso de los niños, “uno de los factores más importantes en el contexto de Medellín es la polución que estamos viviendo en estos momentos”, afirmó Andrea Carolina Lesmes, pediatra del Hospital San Vicente de Paul, sede Rionegro.
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Por su parte, el alergólogo y pediatra Carlos Fernando Chinchilla Mejia concordó con dicho aspecto y afirmó que esta causa ha ido tomando mayor relevancia en el tiempo, puesto que “cada vez se le da más importancia a los factores de polución ambiental. En la medida en que las sociedades se desarrollan, va aumentando la prevalencia de esta enfermedad”.
Si bien la primera medida que podría pensarse para evitar que la contaminación afecte a los niños es el uso del tapabocas, la Secretaría de Salud de Medellín expresó que, teniendo como referencia la alertas ambientales que se decretaron en los meses pasados, no se recomienda su uso. Esto debido que “la mascarilla no se recomienda como barrera en momento de alerta por contaminación por partículas PM 2.5 debido a que el tamaño de los poros de la mascarilla es superior al tamaño de esta partícula”, explicó Rita Almanza, líder del programa de epidemiología. La funcionaria dejó claro que si bien esta condición que afecta a la ciudad en estos momentos, según parámetros mundiales no constituye la única causa de las enfermedades respiratorias, dentro de las que se encuentra el asma.
Otros factores que la causan
Que los progenitores de un niño tengan asma, puede darle la mitad de las posibilidades de tenerla, como explica la pediatra Lesmes: “La predisposición genética está claramente identificada especialmente cuando mi mamá o mi papá tienen o tuvieron asma, eso ya nos da un 50 por ciento de riesgo de que cuando yo tenga un hijo vaya a tener asma, pero no solamente es esa predisposición sino que tenemos que hablar de ciertos factores ambientales”, sostuvo.
Y es que las causas medioambientales para provocar asma no sólo se limitan a la polución, sino a enemigos que se tienen dentro del hogar, que para cualquier persona podría representar un elemento normal, pero que al niño asmático, al tener un nivel de alergia, le puede desencadenar una crisis: los habitantes de los colchones en todos los hogares.
Estamos hablando de, en palabras del alergólogo Chinchilla, “otro factor que son las sensibilizaciones a los aeroalérgenos, o sea alérgenos respiratorios y fundamentalmente aquí tenemos los ácaros del polvo casero”, es decir aquellos diminutos bichos habitantes silenciosos del hogar, los cuales se encuentran “claramente identificados y asociados al asma”, explica Lesmes.
De otro lado se encuentra el clima, bastante determinante en esta temporada en Colombia, por cuenta de las fuertes lluvias que se presentan en diferentes departamentos. Al respecto, la pediatra detalló que este factor tiene un comportamiento por crisis o por periodos donde se exacerba más, especialmente en esta época donde tenemos un pico respiratorio, porque si bien no tenemos estaciones climáticas, sabemos que estas épocas de lluvia están asociadas a que el 80 o 90 % de las consultas que tenemos en este momento son por problemas respiratorios y de ese porcentaje, a los niños más pequeños les da bronquiolitis y los más grandes les da asma”, sostuvo.
Además se encuentran factores como la tenencia de mascotas, gatos y perros, después de la llegada del bebé a casa, por lo que se recomienda que en caso de que se tenga algún antecedente genético y se quiera tener un canino o felino, este llegue antes al nacimiento, para que no represente un elemento alérgico.
“Incluso, se ha dicho que el tener un perrito o un gatico cuando la mamá está embarazada se ha vuelto un factor protector, porque la exposición es controlada, pero cuando ya nació mi hijo y consigo un perro o gato se vuelve un factor agravante”para el asma, expresó la pediatra.
El tabaquismo
Que los niños sean fumadores pasivos, es decir que reciban el humo que queda impregnado en la ropa, la casa y el ambiente de un integrante de la familia, afecta en gran medida su salud y lo vuelve vulnerable a enfermedades respiratorias como ésta. Para los expertos de la salud, es fundamental que la familia tome conciencia sobre cuánto afecta este factor a una persona con asma, pues se convierte en un detonante que, en casos de máxima gravedad, causaría el peor desenlace.
“Usualmente los niños que manifiestan asmas más graves están asociados con un fumador. En esa medida, el asma depende también de un contexto social, en donde los padres pueden contribuir a su mejoría o en su empeoramiento, y pueden llevar a crisis muy graves que pueden conducir a la muerte”, enfatizó la pediatra Lesmes.
Por su parte, la OMS reiteró la importancia del Día Mundial Sin Tabaco como una excusa para solicitar a los gobiernos acciones para disminuir el consumo del mismo. Por ello, hay que “hacer hincapié en los riesgos sanitarios asociados al consumo de tabaco y abogar por políticas eficaces que contribuyan a reducir dicho consumo”.
De otro lado, el experto en alergias se mostró totalmente de acuerdo al considerar el tener un fumador al lado como un factor totalmente relacionado con el desencadenamiento del asma.
Desde el punto de vista de la funcionaria de la Secretaría de Salud, es posible considerar esta causa con la de la polución en Medellín. “Los trastornos respiratorios y cardiovasculares obedecen a múltiples causas que pueden estar asociadas al estilo de vida de las personas, la genética, alergias y el consumo de tabaco de manera activa o pasiva, además estos pueden ser agravados por largos tiempos de exposición a la contaminación”, sostuvo Almanza.
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Cabe anotar que se presenta otro elemento que puede interferir en los niños y adultos que tengan asma, según un artículo científico llamado Cumplimiento terapéutico en asma: ¿un problema de gran magnitud?, realizado por profesionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia. El texto, publicado en 2015, expone que “el incumplimiento del tratamiento del asma es prevalente y reconocido como una posible causa de fracaso terapéutico, lo cual tiene consecuencias sociales y clínicas graves, que incluyen el aumento de los síntomas relacionados con el asma, el deterioro de la capacidad funcional y el mayor uso de recursos sanitarios”.
Recomendaciones para atenuar el asma
Para los especialistas, es importante dejar claro que tener asma no puede considerarse una limitación para que el niño o la niña lleven una vida normal, eso sí, de la mano de un médico que guíe un tratamiento y controle cómo lo asimila su cuerpo. En ese sentido los asmáticos pueden practicar deporte, correr, jugar y demás actividades que ,aunque podrían pensarse no permitidas, expertos aseguran que siguiendo las recomendaciones del profesional de la salud tratante, se pueden realizar.
Por tanto, los dos doctores, uno de la pediatría y otro de la alergología, recomiendan:
- Evitar la suspensión de tratamiento a menos de que haya una indicación médica.
-Asistir a talleres de educación de asma en los que se le explica muy bien al niño sobre su enfermedad. En últimas, a partir de la información que le den, puede ser él mismo quien convenza a su núcleo familiar de que le hace daño el cigarrillo.
-Evitar el uso de productos con olores fuertes en el hogar como blanqueador, perfume o disolvente, pues pueden generar en los niños estímulos que pueden desencadenar mayor deterioro de su crisis asmática.
-No esperar más de dos horas sin respuesta al tratamiento en casa. Si no hay respuesta, consultar a urgencias para evitar complicaciones. Esto puede ocurrir porque “llegamos a cierto punto en que los pulmones están tan cerrados que los medicamentos no pueden actuar, esos son los pacientes que más complicaciones pueden tener”, detalló Lesmes.
-Hacer deporte. Los niños con asma controlada pueden realizar cualquiera, ya que la práctica de actividades físicas es muy buena para la parte pulmonar, siempre y cuando tengan un asma controlada. La natación es una de las mejores, por el manejo de la respiración que se debe hacer, para ayudar al proceso de recuperación pulmonar y su entrenamiento, además que se esfuerzan los bronquios y los pulmones, lo que es muy bueno para estos pacientes.
-Visitar al neumólogo una o dos veces al año. Aunque el tratamiento se puede llevar por medio de los pediatras y los médicos de familia, este especialista ayuda a pacientes con problemas más avanzados.
-Mantener un adecuado estado de nutrición y un esquema vigente de vacunación en los niños. Además, tener medicamentos controladores, medicamentos preventivos de mantenimiento y los medicamentos de rescate (que nos ayudan a sacar los pacientes de las crisis).
-Saber atender al niño en crisis. “Es muy importante que la familia y el cuidador del niño tengan muy claro cómo se hace el rescate de los pacientes en crisis, qué medicamento utilizar, con qué frecuencia, qué dosificación e identificar cuando el paciente no esta respondiendo adecuadamente al medicamento”, explicó el alergólogo Chinchilla.
-Trabajar en equipo. Es importante anotar que hoy en día las personas no deben recibir atención de un solo especialista, particularmente en momentos en los que no funcionan los tratamientos. Por ello, “cuando los pacientes no están respondiendo a las terapias convencionales, debe ser remitido al pediatra si es del caso, al neumólogo y concomitantemente al alergólogo”, dijo Carlos Chinchilla.