Medellín se caracteriza por ser una ciudad de tradición religiosa, y es por ello que yacen en el territorio infinidad de objetos, formas y técnicas del arte religioso que están dispuestas para el deleite de los feligreses.
En 350 parroquias en jurisdicción de la Arquidiócesis de Medellín existen infinidad de representaciones artísticas. Algunas son consideradas patrimonios culturales de la ciudad y del país.
Están representadas en obras arquitectónicas, pinturas, mosaicos, tapices, vitrales o esculturas, en fin, se trata de un maremagnum de colores, texturas y técnicas que representan la historia viva de la ciudad.
Al hablar de arte religioso en Medellín primero se debe destacar la arquitectura de las iglesias, templos que aguardan mucha información cultural y artística. En este arte, la ciudad cuenta con una serie de estilos o técnicas, son formas de construcción que vienen desde el románico moderno hasta el neogótico.
La Catedral Metropolitana (Parque Bolívar), por ejemplo, es considerada uno de los edificios más bellos no sólo de la ciudad sino también del mundo. “De ella dicen que es neoromana porque es una construcción hecha en el siglo XIX y XX, con todas las técnicas del románico y de ese tiempo”, contó el padre Diego Uribe, miembro de la delegación arzobispal para la cultura de la Arquidiócesis de Medellín.
Además, de esta mismo tiempo hacen parte la Basílica Menor de La Candelaria (Cr. 49A No. 50-85, Parque Berrío), la iglesia de San Ignacio (Cr. 44, en la Plazuela del mismo nombre) y la de La Veracruz (Cl. 51 No. 52- 58, Centro).
Igualmente, Medellín tiene iglesias de estilo gótico o neogótico que se hicieron en el siglo XX como la del Perpetuo Socorro (Cl. 35 No. 48-8, Exposiciones), que es gótico a lo inglés; un gótico muy afrancesado como lo es la del Sagrado Corazón (Cl. 45 con Cr. 58, Barrio Triste), y un gótico flamígero, en llamas, como la iglesia de los padres carmelitas, cuyo nombre es Señor de las Misericordias (Manrique).
Por su parte, el padre Manuel Villa, franciscano catedrático, explicó que la arquitectura religiosa se destaca en el territorio por tomar “pequeñas cosas” de varias corrientes, es decir, en sus construcciones se pueden detallar elementos de varias épocas como la románica, la clásica o la gótica.
Arquitectura religiosa en Medellín. Superior izquierda, iglesia La Candelaria; superior derecha, iglesia San Ignacio; inferior izquierda, iglesia La Veracruz; inferior izquierda, iglesia del Señor de las Misericordias (de los Padres Carmelitas).
Fotos: Daniela Varela
Las pinturas que existentes en los templos en Medellín “son valiosísimas, pero también tenemos la realidad de que hay muchas de ellas que no son tan antiguas, como sí las tienen, por ejemplo, Bogotá, donde está todo el arte de Arce y Ceballos y de todos los pintores de la colonia”, según narró el padre Uribe.
Lo anterior, añadió el agregado cultural de la Arquidiócesis, se debe a que en Medellín no habían, hasta tiempos más modernos, casas de religiosos como los franciscanos, los dominicos o agustinos, que tenían sus propios maestros y sus talleres con personas comprometidas en la confección de esas obras”.
Cabe destacar que Medellín contó con artistas propios quienes aportaron al arte religioso que hoy en día se puede apreciar, por ejemplo, se tiene la obra del maestro Francisco Cano, que está en la Catedral, el Cristo del perdón; además los cuadros que están en la iglesia de La Veracruz y las pinturas en gran formato que tiene la iglesia de Buenos Aires (Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Cl. 48A 35-20).
Y no se puede dejar a un lado a El San Lorenzo que está colgado en la iglesia San José (Cr. 46 No. 49-98), que para el padre Diego Uribe al ser el patrono de Medellín, “es muy significativo porque es la imagen de más antigüedad que se conserva entre nosotros”.
En el arte de la pintura también se destacan artistas como el maestro Botero, quien donó para el Museo de Antioquia su colección El viacrusis y hablando de este museo cabe mencionar al cuadro de Nuestra Señora de Colombia que fue insignia del Museo de Zea (primer nombre de este).
En obras pictóricas también se destaca la Colección de Pintura Renacentista que yace en la Catedral.
Sin embargo, la “pintura más particular” que hay en Medellín fue el regalo que hizo la reina Mariana de Austria cuando fundaron la ciudad, se trató de un cuadro de la Virgen de La Candelaria con rasgos muy particulares, “como que la reina la hubiera mandado a pintar con rasgos de nosotros, para que se identificara con nuestra cultura”, declaró Uribe.
Este cuadro está en poder de la Arquidiócesis de Medellín y con su arribo se marcó el inició de la llegada de las pinturas de este tipo, según información de la Curia ocurrió hacia finales del 1600 e inicios del 1700.
En cuanto a la pintura mural, se destacan la obra pictórica en la iglesia del Espíritu Santo (Cl. 63 49-32, Prado Centro), los cuadros monumentales en la iglesia principal de Bello (Iglesia de Nuestra Señora del Rosario) y los que tiene el templo del Cementerio de San Pedro.
Por otra parte está el tapiz del Bautisterio de La Candelaria; en él se ve a San Juan Bautista impartiendo el sacramento a Cristo en una representación muy significativa que sólo se puede apreciar en Medellín.
Además, hacen parte de las artes visuales religiosas en Medellín los mosaicos. “Tenemos unos muy valiosos, como los del Sagrado Corazón, los del Perpetuo Socorro, en la Catedral hay unos muy antiguos, el Viacrusis de iglesia Santa Teresita del Niño Jesús (Cl. 35 No. 73A-45, Laureles) hecho por un sacerdote artista, el padre Eduardo Toro, quien es autor de las figuras más destacadas en el arte religioso local", acotó el delegado cultural. También hay mosaicos en el Espíritu Santo y en la iglesia de El Calvario (Cra. 48A No. 77-04, Campo Valdés).
No obstante, es válido indagar sobre la historia de los vitrales que hay en los templos de la ciudad. Muy poca gente sabe que Medellín tuvo en un momento a uno de los mejores y más grandes vitrales del mundo, el vitral de la iglesia de San Judas (Castilla), de una proporción extraordinaria, gigantesco, muy significativo.
También están los vitrales de la iglesia del cementerio de San Pedro, con una particularidad especial, hechos con el arte propio de los vitrales, pero con una cantidad de significados muy paisas, por ejemplo unas orquídeas, el maíz y otros elementos de la agricultura local; y, en esa misma línea, los vitrales de la Catedral tienen unas particulares especiales, ahí los apóstoles tienen bordados precolombinos en sus trajes, “es muy raro cómo combinaron un arte tan clásico como el arte romano o el arte del primer gótico en esos vitrales”, destacó el padre Uribe.
Finalmente, en el campo de las estatuas existen en Medellín infinidad de ellas, tanto así, que el padre Manuel Villa se atrevió a decir: “Casi que en cada templo en Medellín hay una estatua, sea de grande o pequeño formato”.
Mosaicos religiosos en Medellín.