El túnel que hoy se empieza a construir llevará el nombre de Guillermo Gaviria Echeverri, un ingeniero y empresario que a lo largo de su vida promovió el desarrollo del eje Medellín-Occidente-Urabá, como una de las vías más importantes para el país.
Con el inicio de la obra de construcción del Túnel del Toyo se empieza a materializar la idea que el director emérito de este diario defendió desde múltiples escenarios de deliberación en los que participó. El archivo de EL MUNDO conserva el testimonio de esa defensa que el ingeniero Gaviria Echeverri hizo sobre la necesidad de avanzar en el diseño y construcción del que, en sus inicios conceptuales era denominado llanamente como túnel del boquerón del Toyo, sin saber que en su memoria, en abril de 2015, el presidente Juan Manuel Santos honraría su compromiso cívico confiriéndole su nombre a este ambicioso proyecto de infraestructura.
El exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín Aníbal Gaviria Correa, relató una anécdota que retrata la visión de Gaviria Echeverri acerca del boqueron del Toyo como zona estratégica. “Hace más de 45 años, en nuestros viajes a Frontino, mi padre desde Manglar ya nos empezaba a mostrar por dónde debería ser la boca del túnel que evitaría la subida hasta el boquerón del Toyo y así conectar mejor a Medellín con Urabá y a Colombia con el mundo”, señaló Gaviria Correa al tiempo que destacó el gesto de honrar a su padre nombrando el túnel en su honor como “una forma de reconocer una vida de compromiso con Urabá, Occidente, Antioquia y el país. Un trabajo incansable desde distintos frentes, especialmente la ingeniería, para lograr la comunicación, la proyección y la prosperidad de estas regiones”.
La visión de Guillermo Gaviria Echeverri también quedó plasmada en diferentes editoriales de EL MUNDO, espacio en el que, como su Director, se dedicó en reiteradas ocasiones a resaltar los beneficios de esta obra, cuyos estudios iniciales iniciaron ya en el 2006, o a llamar la atención sobre los retrasos y la “perdida de oportunidades de desarrollo” que conllevaba la constante modificación de diseños.
Como ingeniero civil, Gaviria Echeverri fue un convencido de la capacidad transformadora de la infraestructura y en casos como la defensa del Túnel del Toyo resaltó los beneficios que esta obra traería no sólo para Antioquia, sino para Colombia, dado que como parte de todo el proyecto de modernización de la carretera al Mar original, esta vía sería la opción más corta de llegar al mar para todo el eje cafetero y hasta para la capital del país. La materialización de este proyecto haría entonces viables otros dos grandes sueños: el puerto de Urabá, cuyo inicio de obra también está a punto de darse, y la terminación del único tramo de no más de 100 kilómetros que falta para conectar a las Américas desde la Patagonia hasta Alaska.
La fuerza vital de Guillermo Gaviria Echeverri está presente en el túnel que hoy se empieza a construir; su firmeza al defender esta obra para la internacionalización del país y su conexión con Centroamérica y el mar Caribe, es como la punta de las impresionantes máquinas que empezarán a oradar la cordillera Occidental, gracias a la sinergia entre la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y el Gobierno Nacional.