El Poblado actual es el resultado de la construcción en altura en un tipo de suelo y de pendiente que no son los más adecuados para este fin, en las dos ultimas décadas, arrasando con arboledas completas, sin respetar las distancias de las quebradas y sin las obras complementarias como aceras, zonas de parqueo público, etc. 

En especial, las políticas urbanas delineadas en el POT de la Alcaldía de Sergio Fajardo y continuadas posteriormente convirtieron a El Poblado en un barrio densificado de altos edificios, muchos demasiado altos. (Eso explica por qué, entre otras, Medellín se convirtió en la la tercera ciudad del mundo con mayor densidad de personas por kilómetro cuadrado, detrás de Daca y Mumbay, y por delante de Manila, Singapur, Yacarta, etc. Señor alcalde, ¿cuándo vamos a ser los primeros? Haga una campaña para que nos den el premio –europapress.es, Así es vivir en las nueve ciudades más densamente pobladas del mundo).

La densificación trajo el aumento exponencial de los vehículos privados. En la actualidad el Poblado tiene el 25% de estos automotores, cerca de 150.000 aproximadamente, y como consecuencia, la ciudad se ahoga en la contaminación del aire.

Con el fin de descongestionar a El Poblado, desde la alcaldía de Alonso Salazar, y posteriormente de Aníbal Gaviria, se planeó un conjunto de obras para ser financiadas por valorización, un total de 550.000 millones de pesos. Sin embargo, el objetivo oculto era incentivar aún más la construcción en altura, que no ha parado, y que no va a parar hasta que los precios inmobiliarios comiencen a caer como consecuencia de la conversión de Medellín en una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica. 

Después de 5 años de haber iniciado las obras del proyecto, los resultados son desastrosos: fallas en los diseños, demoras injustificadas, obras inútiles, mala ingeniería, etc. Veamos unos ejemplos de un total de 23 obras: el deprimido de Los Balsos con la Inferior ha sido un completo fracaso ante las reiteradas demoras y falla técnicas de la obra; el puente del Tesoro con la Superior mal diseñado; y el puente de la superior sobre la 10, demoras en la construcción. Sólo se salva el puente de la 10 con la inferior.

Lea también: El Poblado, a pagar valorización

El puente de La Superior con El Tesoro es la mayor equivocación de diseño e ingeniería que se pueda mostrar en Medellín. Arrinconado hacia la margen izquierda de la vía (sur-norte), no tiene sino dos orejas y no cuatro, y los conductores son obligados a buscar las salidas-entradas por el centro comercial del Este y el centro comercial de El Tesoro. Es decir, la vías privadas internas se convirtieron en vías públicas.

¿Cual es el propósito del alcalde con La Superior? Convertirla en una vía rápida de salida hacia Las Palmas, de un solo sentido, del tráfico automotor que viene desde el sur y suroccidente del área metropolitana, que sube por los balsos o los González, o que viene por la Intermedia de Envigado o Sabaneta para transitar hacia el occidente-centro o hacia el oriente y el futuro Túnel de Oriente (todavía en construcción).

La conversión de La Superior en vía de un solo sentido va en perjuicio de los habitantes de El Poblado ¿Por qué? Porque quienes habitan arriba de La Superior, después del puente de la 10 hacia las Palmas, y pretenden entrar a la inferior y a la zona media de El Poblado, Parque principal, Parque Lleras, etc., tienen que entrar a La Superior, bajar por las Palmas y en el retorno de Carulla, devolverse, causando congestión en el retorno. Igual sucede con quienes entraban a la Superior, por el costado del hotel Intercontinental, vía las Palmas, hasta la 10ª. Es decir, las obras alargaron los recorridos de sus habitantes, con mayor consumo de gasolina y contaminación ambiental. 

Lea además: El Poblado, el cobro de valorización duele

¿Qué pasó? Que si el propósito era éste, de descongestionar la vía regional, incentivando a quienes van hacia el oriente o van a tomar el Túnel en el futuro, la ciudad o el Área Metropolitana tuvieron que haber financiado con su dineros estas obras, no la comunidad de El Poblado. Pero, como las obras se hicieron por impuestos de valorización de sus habitantes, se entendía que los directos beneficiarios sería la comunidad de El Poblado, porque captaría las valorizaciones, que nunca se demostraron, y que por el contrario, con el paso de más vehículos, la zona se va a desvalorizar por culpa de la degradación ambiental.

Las obras del proyecto de valorización han sido hasta ahora un completo fracaso, a costa de los habitantes de El Poblado. La poca movilidad que se ha ganado con las obras no tardará en ser completamente superada por el crecimiento del parque automotor y de haber convertido las vías del barrio en vías interurbanas.

¿Cuál es la consecuencia de este proceso? Algunos estarán pensando en coger los corotos y marcharse para otro lado en busca de oxigeno y tranquilidad. Pero, una cosa es querer y otra poder. Entonces, votemos por otro tipo de dirigentes, otras ideas y otros desengaños.