Bueno, no seamos perentorios. Sí es cierto que según las normas actuales (formuladas y publicadas, como ya les he contado varias veces, por la RAE y las demás academias de la lengua española) se escribe papa y no Papa porque, y esta es la norma, los cargos se escriben con minúscula, incluidos aquellos de dignidad como rey, obispo, conde, presidente, etc. 

Pero resulta que la mayúscula tiene un uso “no ortográfico”: exaltar algo sobre lo demás, mostrar respeto,  destacar… Entonces, aunque según la norma, pura y dura, se escribe papa, se puede usar la mayúscula para mostrar respeto (esto depende, claro está, de la creencia de cada quien, del respeto que sienta por la figura del Sumo Pontífice de la Iglesia católica).

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Lo mismo ocurre con las instituciones. Por ejemplo: soy el redactor del boletín de la Universidad de Antioquia (es un supuesto). Naturalmente, en mis textos debo usar muchas veces el nombre de la institución y, para no cansar, la palabra universidad, que, en general, lleva minúscula si se escribe sola y no dentro del nombre propio. Sin embargo, podría escribir Universidad para destacarla o por mero respeto. 

Eso sí, escriban periodista, comunicador social, abogado, pero Periodismo, Comunicación Social, Derecho. Ahora bien, estas tres últimas llevan mayúscula cuando se refieren al nombre del pregrado universitario, ¿ven? “Yo estudié Periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana” y “yo amo el periodismo” (en el primer caso me refiero a la carrera que estudié y en el segundo me refiero al oficio).

¿Cuidar a alguien o cuidar de alguien?

Creo que hace poco respondí esta pregunta, pero nunca está de más. Yo puedo “cuidar a mis hermanos” o “cuidar de mis hermanos” (el sentido es el mismo). También puedo “cuidar mi casa” (miren que en este caso no uso la preposición “a” porque no estoy cuidando a “una persona”, sino “una cosa”) o “cuidar de mi casa”.

“Salió tranquilo, cuidando de que nadie lo viera”. ¿Suena raro?, sí, creo que sí. En este caso cuidar no es “evitar que algo o alguien sufra un daño”, sino “procurar que ocurra lo que el verbo indica”. En este caso, procura que nadie lo vea. “Estuve atento: cuidé de que les dieran buena comida” (procuró que recibieran buena comida).

Un arquitecto autodidacta, ¿o autodidacto?

Los adjetivos suelen tener lo que se llama flexión de género: malo/mala, feo/fea, lindo/linda (la flexión es ese cambio). Autodidacta, como buen adjetivo, la tiene, así que una mujer es autodidacta y un hombre es autodidacto. Sin embargo, un hombre puede ser también “autodidacta”. Entonces, puedo decir “el autodidacta” o  “el autodidacto” (en este caso funciona como sustantivo, no como adjetivo), y, asimismo, “el hombre autodidacta” o “el hombre autodidacto” (y aquí vuelve a ser adjetivo).

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Comentarios:

Edgar
2017-09-08 08:04:33

Me gustan los datos que va entregando el señor articulista. Van aclarando el paisaje.

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