Colombia es el cuarto país del mundo en el que más se asesinan niños y niñas.
El informe de NiñezYA señala que Casanare es el primer departamento de Colombia donde más se presentan casos de violencia infantil. A esta la siguen los departamentos del Meta, Guaviare, Arauca, Amazonas, Boyacá, Quindío, Santander y el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Además, según los registros, el 86% de los casos de violencia sexual del país son en contra de niños, niñas y adolescentes.
Los costos de la violencia contra la niñez son incuantificables: acceso a los servicios de salud, incapacidades, discapacidades, problemas de salud física y mental, inasistencia escolar, traen consecuencias económicas y sociales altísimas por fenómenos que se pueden reducir, adoptando medidas de apoyo y fortalecimiento familiar, de lazos afectivos, del tejido social y hasta del sistema educativo.
El 86% de toda la violencia sexual del país es en contra de los niños, de las niñas y de los adolescentes. Los casos registrados en 2016 ascendieron a 18.416. Por su parte, la violencia intrafamiliar contabilizó 10.082 casos. Para estos dos tipos de violencias, los principales agresores estaban en el hogar y eran familiares de las víctimas. La violencia interpersonal, lesionó a 16.008 personas menores de edad y 7 de cada 100 homicidios tuvieron como víctima a un niño o niña, para un total de 757 ocurrencias en 2016.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Colombia no posee sistemas de información robustos que den cuenta de manera articulada sobre lo que sucede con la niñez. Por lo tanto, ni siquiera sabemos la realidad de su situación. Los sistemas privados de salud, por lo general, no reportan ni denuncian, otros no poseen ni siquiera un registro de hechos.
La Fiscalía, el Icbf y Medicina Legal poseen diferentes cifras, no se sabe si tienen datos cruzados y, por lo tanto, el seguimiento es escaso o nulo.
A pesar del gran subregistro que existe frente a las violencias, los análisis demuestran que el 80% de todos los homicidios en el país y todos los casos de violencia interpersonal, ocurrieron en contra de personas que no habían culminado la secundaria. De hecho, el 40% ni siquiera había culminado la educación primaria.
Según el estudio, realizado por la Agencia Pandi, padres y madres con un porcentaje de 29.9% y 28.1%, respectivamente, son los principales agresores.