Educación, desarrollo regional y urnas

Autor: Empresarios por la Educación
1 junio de 2018 - 12:08 AM

Urge preguntarnos por la apuesta de los programas de gobierno de los candidatos ante los desafíos regionales de generar condiciones para la equidad y la paz.

Olga Lucía Sánchez Poveda*

Hoy, de cara a la segunda vuelta, más que nunca cobra especial sentido reflexionar sobre el futuro de nuestro país. Tenemos que ir más allá de apasionamientos y tomar decisiones fundamentadas en argumentos: no es menor nuestra responsabilidad frente al proyecto de país que construimos, tanto para nosotros en el presente, como frente al legado que dejaremos a las futuras generaciones. Entonces, quiero aportar algunos elementos para el análisis, y que cada quién saque sus propias conclusiones.

Alentadoramente, a diferencia de años anteriores, la educación ha concentrado la atención del electorado. Sin embargo, más allá de lugares comunes que la ubican como el eje transformador de la sociedad, urge preguntarnos por la apuesta de los programas de gobierno de los candidatos ante los desafíos regionales de generar condiciones para la equidad y la paz.

Una educación que contribuya a este propósito debe consolidar sociedades con más conciencia de lo público, que no toleren que se incumplan sus derechos, innovadoras y creativas, reconocedoras de las potencialidades del territorio y que respeten y valoren la diversidad, que entiendan que el medio ambiente y el crecimiento económico deben encontrar un punto de equilibrio, que defiendan la paz como un derecho y sean capaces de pensar y construir en colectivo.

Lea también: Un derecho catalizador

Para lograrlo, el rol del Estado debe centrarse en promover la autonomía regional y equiparar oportunidades. Los programas de los candidatos deben contar con propuestas concretas que permitan identificar estrategias de formación para maestros y directivos, para mejorar las capacidades institucionales de la Secretarías de Educación y desarrollar eficientemente programas que favorezcan el acceso y la permanencia en el sistema (alimentación y transporte escolar, entre otros) y, sobre todo, para elevar la calidad de la educación rural, entendiendo sus contextos y particularidades.

Un vistazo general a cinco puntos de la agenda educativa en las propuestas de cada candidato da pistas claras. Aunque no hago un resumen exhaustivo de cada programa, seleccioné cinco puntos clave con la idea de generar curiosidad en el lector y ojalá, animarlo a ampliar su perspectiva:

La propuesta de Duque:

  1. Jornada única para todos. ¡Todos a las aulas todo el día, toda la semana! Educación completa desde las matemáticas hasta las artes, es un derecho que se hará respetar para todos los colombianos.
  2. La educación media tendrá, en los tres últimos años de formación, titulación técnica en competencias afines con la vocación económica de cada región.
  3. Directivos escolares para el futuro. Los directivos escolares deben ser lo mejor de lo mejor. Del liderazgo, al conocimiento y a la administración.
  4. Nuestros profesores serán los profesionales de más alto nivel. Otorgando reconocimiento y recompensas, no solo en dinero, sino en capacitación, validación y estatus, sus recompensas serán proporcionales al resultado de sus alumnos.
  5. Fortaleceremos el Sena y sus relaciones con el sector privado, para que la formación técnica se pueda realmente alinear con las necesidades de la economía.

La propuesta de Petro:

  1. Jornada completa para fomentar el amor al saber, a la naturaleza y al trabajo en equipo: con más y mejores tiempos y escenarios para el aprendizaje.
  2. Décimo y once, primeros pasos en la educación superior: la educación media se vinculará al mundo de la tecnología y las redes, a la actividad deportiva y artística, a la protección ambiental y a la articulación a la educación superior.
  3. Maestras y maestros enaltecidos: gozarán de todas las garantías laborales y de un estatuto único de la profesión que armonice las garantías de estabilidad e ingreso para los maestros, salud ocupacional, física y mental y apoye su acceso a programas universitarios de pregrado y posgrado.
  4. Educación rural y formación ciudadana: todas las poblaciones del campo accederán a una educación que reconozca sus contextos culturales, ambientales y productivos.
  5. Gestión educativa descentralizada, participativa, para la calidad, el acceso y la permanencia

Además: Liderazgos contemporáneos: entre emociones y elecciones

Aunque quedan muchas preguntas por resolver, como ciudadanos responsables con el país y con el futuro de una educación que promueva el desarrollo equilibrado de las regiones,  es clave hacer el ejercicio juicioso antes de votar.

*Subdirectora Fortalecimiento Regional en la Fundación Empresarios por la Educación, una organización de la sociedad civil que conecta sueños, proyectos, actores y recursos para contribuir al mejoramiento de la calidad educativa.

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