Economía requiere que en 2017 el consumidor recupere la confianza

Autor: Mónica Andrea Saavedra Crespo
26 febrero de 2017 - 06:00 PM

Factores como la inflación, el desempleo, las altas tasas de interés, las próximas elecciones presidenciales y la corrupción han incidido en el comportamiento del consumo y serán decisivos para la evolución de este año.

Colombia

Según los analistas, 2016 fue el año más difícil desde el punto de vista económico y lo mejor es que ya pasó, por lo que auguran que probablemente el 2017 va a ser mejor y consideran que si se compra de manera prudente, se endeuda con cautela y se sabe manejar el gasto en el uso de servicios públicos, seguramente la capacidad de compra de los hogares va a crecer y la inflación va a disminuir.

Sin embargo el año no empezó bien en términos objetivos. En enero el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) en Colombia cayó un -30,2%, lo que constituyó su mayor descenso desde que existe (en Medellín y en el Valle de Aburrá llegó a un -28,8%), según la encuesta de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo). Factores como inflación, desempleo, altas tasas de interés, elecciones presidenciales y corrupción han incidido en el comportamiento del consumo y serán decisivos para la evolución de este año.

Según Fedesarrollo, la contracción en la confianza de los consumidores obedece a una reducción tanto en el componente de expectativas como en el de condiciones económicas actuales y cabe resaltar que se deterioró en todos los niveles socioeconómicos, aunque particularmente en los estratos medio y bajo.

Camilo Herrera Mora, economista y presidente de Raddar, empresa consultora especializada en el análisis del consumidor, expuso que los primeros tres o cuatro meses del año pueden ser muy duros en cuanto a dinámica del gasto en los hogares, no tanto porque la gente no tenga dinero, sino por el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que tiene un efecto psicológico muy grande, “porque la mayoría de la gente lo que entiende, sin que eso sea verdad, es que el IVA pasó de 0 a 19% en muchas categorías. El común de las personas piensa que a los productos les aumentaron el precio en un 20%, lo cual obviamente no es cierto”. El verdadero aumento del IVA fueron tres puntos porcentuales, ya que pasó del 16% al 19%.

A su vez, Alejandro Vera Sandoval, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), coincidió con la encuesta de Fedesarrollo y con el presidente de Raddar en que la Reforma Tributaria es uno de los factores que incidieron para que el principio del año fuera complejo. “Al consumidor le están pegando muy fuerte varios factores, entre ellos la Reforma Tributaria, que hace que las cosas se vean más costosas, las tasas de interés que siguen altas y todavía no han bajado, la desaceleración y la incertidumbre que genera también la economía”, indicó.

Por su parte, Sergio Ignacio Soto Mejía, director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), regional Antioquia, manifestó que “la tasa de interés sigue en las nubes y sube por ascensor y cuando baja, disminuye escala tras escala. Es una tasa que tiene en este momento la usura en el 33,51% y permite que los bancos cobren hasta el 33,50% y 33,40% lo cual produce reflexiones en el cliente del sector financiero para endeudarse y consumir”.

Además, agregó Soto Mejía que con las alzas salariales que se produjeron en el primer mes del año para quienes tenían incrementos equivalentes a lo que aumentó el salario mínimo, es decir un 7% o por efecto de la inflación que fue del 5,75%, “eso quedó anulado por las alzas en servicios públicos, transporte, educación, salud, encarecimientos por IVA, lo que le resta poder adquisitivo al consumidor”.

Para Giovanni Hernández Salazar, economista y director de Maestría de Gerencia de Inversión de la Universidad de la Sabana, el consumo en 2017 va a ser bastante moderado, porque todo subió y lo hizo mucho más que el crecimiento del salario real, lo que hace que el colombiano consuma menos. “El no pago de muchas deudas reflejan que las personas no tienen mucha plata y se están colgando en sus créditos, lo que lleva a que consuman menos”. 

Así mismo, los colombianos están a la expectativa del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, teniendo en cuenta que ese país es el mayor socio comercial de Colombia. En ese sentido, “lo que hace Estados Unidos podría afectarle a la economía latinoamericana y colombiana, lo que genera que la gente se cohíba en sus niveles de consumo”, dijo.

¿Y para el resto del año qué?

Según Herrera Mora, la confianza del consumidor está mayormente regida por la compra de bienes durables como la casa, el carro, entre otros. Por lo que las personas normalmente dicen que no se endeudan si no saben si el país está bien o mal o en dado caso, si no cuentan con tranquilidad. 

Es por ello que, en su opinión, después de transcurridos los primeros cuatro meses del año, los factores que afectarán la confianza del consumidor serán la campaña política y los problemas de corrupción que se están presentando. 

El presidente de Raddar señaló que el tema corrupción podría ser un dolor de cabeza. “Si Odebrecht y otras cosas siguen destapándose en el camino, inevitablemente generan que el gasto público en infraestructura se frene por investigaciones y congelamiento de licitaciones y obras públicas”.

En el mismo sentido, Soto Mejía explicó que está tan grave la situación en ese aspecto que muchos bancos están cerrando las puertas a los macroproyectos de infraestructura que ha anunciado el ministro Mauricio Cárdenas Santamaría como salvación.

Durante el año podrían evidenciarse dos escenarios, el primero muy bueno donde la economía y el gasto de los hogares repunte muy rápido, o uno muy malo donde el desempleo haga que la demanda no se mueva tanto y la inflación aumente. “Tenemos una amenaza latente en el mercado que son los paros, si llega a haber otro paro camionero, como el de mitad del año pasado, o un paro papero, como el de agosto de 2014, la inflación crece”, indicó Herrera Mora.

Dado el caso de que no haya paros y la inflación se comporte positivamente y cierre cerca de 4% o 4,5% por freno de precios, el presidente de Raddar aseveró que “el gasto en los hogares crecería e inclusive podría llegar hasta el 3%, cumpliendo el sueño del Gobierno que la economía crezca por encima del 2%”. Esto teniendo en cuenta que con el Plan Colombia Repunta la estimación gubernamental del crecimiento del PIB es del 2,5%, mientras que para Fenalco Antioquia es del 1% y para Raddar oscila entre 1% y 2,5%.

En la medida que el año vaya trascurriendo, para el segundo semestre se espera que “el banco central baje las tasas y seguramente la gente haya interiorizado el tema de los impuestos, vamos a ver un consumo mejorando notoriamente”, sostuvo Vera Sandoval.

En ese sentido, Herrera Mora expuso que si el banco sigue bajando las tasas como lo hizo el pasado viernes, le está diciendo a la economía que ya no siente un problema, que la inflación está mejor y por lo tanto puede prestar más barato y a su vez, le expresa a los hogares que ese es el momento de endeudarse. “En el segundo semestre seguramente habrá una senda más ascendente del Producto Interno Bruto (PIB), si el banco central manda el mensaje de bajar las tasas, los bancos comerciales también lo harán y de igual forma la industria y el comercio reducen precios”, agregó el presidente de Raddar.

Estrategia Colombia Repunta

A pesar de la coyuntura económica adversa, el Gobierno Nacional tiene una estrategia denominada Colombia Repunta, que según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, se basa en tres grandes componentes que son construir un mejor entorno económico, brindar nuevos estímulos para el sector privado y aumentar la inversión para impulsar el crecimiento. “Con estos componentes, el objetivo de Colombia Repunta es generar 765.000 nuevos empleos y contribuir al crecimiento de la economía del país en 1,3 puntos porcentuales para este 2017”.

El jefe de la cartera de Hacienda destacó, además, la importancia de los Acuerdos de Paz, la Reforma Tributaria y la reducción de la inflación, lo que permitiría que la economía colombiana tenga un mayor desempeño este año.

Gracias a esta estrategia y con la Reforma Tributaria, el Gobierno Nacional adicionará $6,2 billones a la inversión social. Estos recursos serán destinados a mejorar los sectores  de Educación, Agro, Minas y Energía, Salud, Transporte, Cultura y Deporte.

¿Qué puede hacer el consumidor?

El ideal es que la inflación sea baja para que, con el dinero que se tenga en el bolsillo, siempre se puedan comprar más cosas. De lo contrario, si le alcanza para adquirir menos productos, tendría que empezar a hacer ajustes de gastos, que fue lo que pasó el año pasado, indicó Herrera Mora.

Esto significó que la capacidad de compra de un salario en términos reales el año pasado perdió puntos, “en 2015 una persona pudo comprar 100 cosas y en 2016 adquirió 99,5, por lo que se tiene que lograr que en 2017 se vuelvan a comprar 100, incluso 101 o 102 logrando que la demanda se mueva”, señaló Herrera Mora, lo cual no es fácil porque hacer que la gente compre nuevamente un producto cuando ya lo tiene es difícil.

Asimismo, el presidente de Raddar aconsejó que para endeudarse las personas deben ser prudentes y pueden hacerlo pero usando la lógica. “Si va a comprar una casa, endeudarse tiene sentido, pero si va a hacer un mercado con tarjeta de crédito, está loco. Si la tarjeta se usa con una cuota para acumular millas, beneficios, etc. está bien, pero si compra un mercado y lo pone a tres y cuatro meses está tomando decisiones financieras que no son favorables”.

En ese sentido, se debe entender ¿cuándo usar el crédito, dónde usarlo y cómo usarlo? La gente quiere seguir comprando lo que siempre ha comprado porque es lo que necesita para mantener su estilo de vida. Al respecto, Herrera Mora explicó que comprar con tarjeta de crédito un televisor, ropa o muebles si el precio está alto y es necesario ponerlo a varias cuotas, tendría sentido porque son activos durables y no se agotan al mes o a los meses.

“Un buen raciocinio en el uso de un crédito es saber que, al hacerlo, es para poder comprar algo hoy que en ese momento no se tiene el dinero para adquirirlo. Entonces la pregunta es ¿a cuántas cuotas se debe amortizar ese crédito? Un buen cálculo está en función de en cuántos meses usaría esas cosas. Si usted compra ropa y sabe que le dura un año, incluso podría poner las cuotas a doce meses si el precio de la prenda es muy alto”, argumentó el presidente de Raddar y expuso otro caso. Si la prenda vale por ejemplo $200.000, se podría poner a seis meses y no a doce para evitar pagar más intereses. 

Sin embargo, un mercado sí se debería pagar en un sólo mes porque “si lo pago con la tarjeta de crédito a dos o tres meses, técnicamente estoy haciendo un mal negocio, debido a que sigo pagando la deuda cuando ya no tengo el activo”, puntualizó.

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