Lo que ocurra en la economía en el ámbito global, impactaría paulatinamente a la de tipo nacional hasta que, como una cadena, llega a afectar a la regional y local, lo que significa que la desaceleración por la que está pasando América Latina y el Caribe también la padece el país.
Cerca del 20% ha caído la confianza del consumidor en el Valle de Aburrá, factor fundamental para el crecimiento de una economía, a lo que se ha sumado la Reforma Tributaria, la disminución de las ventas a socios comerciales, el menor nivel de inversión pública y privada, factores que de manera sinérgica han provocado una desaceleración en Antioquia en consonancia con la de Colombia y el mundo. El panorama, aunque no es una recesión, preocupa mucho a distintos sectores, y su solución no parece cerca dado que la región depende mucho de la dinámica del país, y este, a su vez, del desempeño global, que no parece que se acelerará en el corto plazo.
Mauricio López González, profesor de Macroeconomía y miembro del grupo de Macroeconomía Aplicada de la Universidad de Antioquia, confirmó que actualmente Colombia, y por ende Antioquia, están pasando por un proceso de desaceleración económica desde los últimos dos o tres años. “Después de la crisis de 2008 y 2009, la economía logró recuperarse un poco en 2011 o 2012, pero estos dos últimos años vemos que la economía viene decreciendo en las tasas de crecimiento”.
Para 2017 había una expectativa de crecimiento de la economía regional cercana al 2,5% y según varios analistas el país tiene una expectativa del 1,8% y 2% al finalizar el año, sin embargo, durante este primer cuatrimestre, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó en el ámbito nacional un 1,1%, mientras que la economía en el mismo período de 2016 aumentó 2,5%.
Jaime Echeverri Chavarriaga, vicepresidente de Planeación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, explicó que sí ha habido una desaceleración, lo que desde esta entidad midieron con un indicador que se basa en la inversión desde las sociedades que hacen los empresarios, ya que muestra la confianza en la economía y la expectativa de los negocios. “El año pasado la inversión neta en sociedades tuvo un comportamiento muy parecido al de 2015, pero la dinámica de los últimos dos o tres años ha estado un poco estática”, indicó el vicepresidente y agregó que durante el primer cuatrimestre de este año la inversión neta en sociedades descendió casi un 50%. “Eso es significativo porque actividades tan importantes como la Reforma de Capital en la industria de gas y agua cayó un 40%, en la construcción un 50% y en la industria hotelera, que era tan activa, también ocurrió en un 21%”.
Para el director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital, Daniel Velandia Ocampo, la industria y el comercio estuvieron en terreno negativo. “Regiones como Antioquia sienten en mayor medida esos efectos porque, en general, la industria es el motor del crecimiento antioqueño y ese sector en particular no está teniendo un buen comportamiento”.
Por qué la desaceleración
Alejandro Vera Sandoval, vicepresidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), explica que la economía se ha desacelerado fuertemente como consecuencia del choque externo que sufrió con la caída de los precios del petróleo, el mal balance económico de los principales socios comerciales (Venezuela y Ecuador), la caída de la confianza del consumidor, la subida de las tasas de interés y la reforma tributaria, entre otros factores.
En el reciente informe del PIB correspondiente al primer trimestre de 2017, el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti del Corral, indicó que el desempeño en este período se caracterizó por una importante dinámica de la agricultura y una disminución marcada de la actividad petrolera”.
Aparte del agro, con un crecimiento del 7,7%, también mostraron un comportamiento positivo las ramas de establecimientos financieros y seguros (4,4%), servicios sociales, comunales y personales (2,2%) y la industria manufacturera (0,3%).
No obstante, a pesar de ese desempeño, las cifras del Dane evidencian que la economía se ha venido desacelerando. Durante el primer trimestre de 2017 mostraron variaciones negativas: transporte, almacenamiento y comunicaciones con -0,3%; comercio, reparación, restaurantes y hoteles con -0,5%; suministro de electricidad gas y agua -0,6%; construcción con -1,4% y explotación de minas y canteras con -9,4%.
Sergio Ignacio Soto Mejía, director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) regional Antioquia, explicó que la evaluación del cuatrimestre ha sido mala para el comercio y “en general para la economía ha sido negativa, acompañada de reducción, desaceleración y contracción”.
Para el director gremial, la Reforma Tributaria fue muy dura para el sector que representa. Ese incremento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16% al 19% afectó la competitividad y la rentabilidad “no sólo de los empresarios sino el bolsillo de clientes y consumidores, eso es un hecho objetivo que marca muchísimo”, de igual forma el incremento generalizado de impuestos y las tasas de interés han afectado el consumo.
Cabe recordar que, en este sentido, el Banco de la República continúa con la reducción de las tasas de interés precisamente buscando aumentar el consumo. Es así que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, anunció la disminución en 25 puntos básicos de la tasa de interés de referencia el pasado viernes, lo que la llevó a 6,25%.
María Elena Ospina, directora ejecutiva de la de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) regional Antioquia, agregó: “La Reforma Tributaria y su carga impositiva afecta demasiado a la micro y pequeñas empresas, porque el 75% de una utilidad de nosotros se va en pago de impuestos. También estamos a la expectativa de la aprobación o no del tema de horas extras”. También señaló que para los microempresarios el precio del dólar impacta cuando se requiere importar la materia prima.
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“Nuestros empresarios ya no pueden con más cargas impositivas, la inestabilidad jurídica, con mucha frecuencia nos están cambiando las reglas de juego, y fuera de cambiarnos las reglas nos están asignando otras funciones al sector empresarial, a las instituciones, como es todo lo que tiene que ver son el sistema de seguridad social y con el registro de las bases de datos”, complementó Lillyam Mesa Arango, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Aburrá Sur, y agregó que otro factor que ha propiciado al decrecimiento es la falta de confianza hacia las instituciones debido a la corrupción. “Sigue aumentando, son dolores que siente el sector empresarial y comercial, cada vez es mayor, tanto en el sector público como privado, pero si logramos reducirla los recursos rendirían para todo”.
Por su parte, Juan Camilo Quintero Medina, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) regional Antioquia, señaló que “veníamos con un crecimiento muy importante, pero vimos la caída de la minería y del petróleo con una cifra sobresaliente que arrastró el resto de las cifras de las otras industrias y sectores, lo que también es preocupante. En la medida que eso siga cayendo y no despegue la industria y el comercio, el panorama continuaría siendo muy flojo”.
Optimismo a pesar de todo
Antioquia es una de las regiones más pujantes del país, con los mayores niveles de formalidad en el mercado laboral, además, “su sector privado es muy fuerte, se ha internacionalizado, es muy dinámico, y ha acompañado permanentemente lo público en la ciudad y en la región, por lo cual hay muchas razones para ser optimistas en la ciudad y la región”, sostuvo Carlos Medina Durango, gerente de la sucursal del Banco de la República de Medellín.
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Una ventaja para Antioquia es que posee una economía muy diversificada, según Echeverri Chavarriaga, la industria, el comercio y el turismo son importantes al igual que la actividad agrícola y pecuaria y la minería. También considera que aunque “en este momento es prematuro decirlo, la industria química y plásticos están bastante estables y el cacao también se comporta bien”.
El agro, además, se fortalece porque “en Antioquia se facilita el transporte de productos agrícolas y la región tiene una capacidad muy grande en esta materia. Por otra parte, todo ese proceso de negociaciones con las Farc ha permitido que el sector agro empiece a resurgir”. Se destacan productos como el aguacate, los cítricos, el cacao, el café, el plátano, incluso la producción porcícola, avícola y ganadera.
Por su parte, Medina Durango dijo que hay actividades agrícolas que se han beneficiado mucho por las políticas de los últimos años “como por ejemplo la flexibilidad en la tasa de cambio, ya que en el campo están recibiendo unos ingresos muy importantes en los sectores cafetero, bananero y floricultor que ha estimulado mucho el empleo en las áreas rurales y en las pequeñas cabeceras”.
Para la directora del gremio Pro Aburrá Norte, Gladys Madrid Pérez, la industria química logra mantenerse por la gran demanda que hay en el país de insumos de este campo, sin embargo, indicó que “hay que analizar las nuevas normas tributarias que también afectan en menor medida a la construcción u obras públicas”.
Pero a la construcción en Antioquia, al igual que en el país, no le ha ido bien. Para Echeverri Chavarriaga el sector se vio afectado porque está relacionado con la demanda interna y la compra de vivienda, aunque también lo impacta el efecto de inversión en las grandes obras de infraestructura. “Se esperaba que hubiera más rapidez en la ejecución de los proyectos 4G para que ese dinero le llegue a la economía y aún no se evidencian esas grandes obras para Antioquia en infraestructura”.
Velandia Ocampo recordó que un 30% de los 32 proyectos 4G pasan por Antioquia, por lo que su ejecución traerá grandes ventajas en movilidad, competitividad y reducción de costos.
Precisamente, desde la Andi piden que estas obras no se vayan a frenar ya que “han sido gran parte de la inversión para este año y los próximos, y van a generar un impulso importante para la economía y el consumo”, sostuvo Quintero Medina.
Finalmente, a pesar de la situación, el dirigente gremial hizo un llamado a enfrentar la contingencia, ya que los empresarios y la sociedad son los que dinamizan la economía. “Aún podemos ser optimistas, creer en el país, a no generar despidos masivos, a apostarle a regular un escenario más positivo que permita devolver la confianza y que el consumidor entre en normalidad, a que siga creciendo la inversión y repunte nuevamente la economía”.
El analista de Credicorp Capital coincidió en que es muy importante que la población y los empresarios estén enterados de que este es un proceso de ajuste después de la caída del precio del petróleo y la Reforma Tributaria “y que, en la medida que vaya pasando el año, esperamos que el segundo semestre sea mucho mejor”.
No es recesión
El vicepresidente de Planeación y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia explicó que, a pesar de los malos números, ni el país ni la región se encuentran en recesión. Indicó que esta ocurre cuando hay muchos meses continuos en caída del crecimiento del PIB de la economía y de los diferentes sectores. “Nosotros tenemos un crecimiento bastante estable los últimos años entre 2% y 4%. En el caso de Antioquia llevamos los últimos tres años (2015, 2016 y 2017) alrededor del 2,5% y 3%. Uno no puede decir que una economía que de todas formas crece está en recesión, lo que pasa es que en 2014 y 2012 crecíamos a 4% y un poquito más, igualmente Colombia venía creciendo al 4% o 4,5% tal vez hace tres o cuatro años, en 2015 creció 3% y ha bajado al 2%, es decir, desaceleró, lo que jamás se puede entender como recesión, nada más lejano que eso”.
A modo de ejemplo, desde la óptica industrial, el director de investigaciones económicas de Credicorp Capital aclaró que “lo que le está pasando a la industria en Colombia, también le está sucediendo a los países de América Latina. Cuando uno mira la industria en Chile y la de Perú llevan meses enteros en terreno negativo. De hecho, la industria en esos países sí está en recesión, pero solamente el sector industrial y no es el país que está en recesión. La explicación es que están creciendo muy poquito los socios comerciales, entonces Colombia no es ajena a eso”.
Cuando realmente hay recesión es cuando la economía empieza a caer en terrenos negativos y no se recupera. “Hablar de recesión sería muy atrevido, porque en los últimos 15 años, tanto en el país como en la región hemos tenido todos los años sistemáticamente crecimientos”, concluyó Echeverri Chavarriaga.
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