Los ministros de Asuntos Exteriores de Estados Unidos y China, Rex Tillerson y Wang Yi, aumentaron la presión sobre Corea del Norte luego de una serie de encuentros bilaterales marcados por las sanciones de la ONU contra el programa nuclear de Pyongiang.
Tillerson y Wang Yi, Invitados a la reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) que se celebra en Manila, aplaudieron el veto impuesto por el Consejo de Seguridad al régimen de Kim Jong-un en relación a la exportación de materias primas y marisco.
Por su parte, el ministro estadounidense calificó de "resultado importante" la medida -que costará unos US $1.000 millones anuales al régimen norcoreano-, tras reunirse con su homóloga de Corea del Sur, Kang Kyung-wha.
El encuentro tuvo lugar al margen de la reunión de Exteriores de los diez países de la Asean en la que participan como invitados los jefes de la diplomacia de otros 17 países, entre ellos EE. UU., China, Rusia y las dos Coreas.
Entre tanto, el canciller chino calificó las sanciones de "respuesta necesaria" a los dos recientes ensayos de misiles intercontinentales de Corea del Norte, y confió en que la presión permita "bloquear de forma efectiva el proceso de desarrollo de armas atómicas" de ese país.
Wang Yi mantuvo una reunión con su homólogo de Pyongyang, Ri Yong-ho, en la que ambos intercambiaron gestos amigables frente a las cámaras antes de que a puerta cerrada el chino recriminara al norcoreano las ambiciones nucleares de su líder, Kim Jong-un.
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Wang pidió a Ri que su país "no viole las resoluciones de la ONU ni provoque a la comunidad internacional con lanzamientos de misiles o pruebas nucleares", según indicó después el propio jefe de la diplomacia de Pekín.
Pese a censurar a Corea del Norte, el canciller chino también envió un mensaje a Corea del Sur y EE. UU., a los que exigió "dejar de elevar las tensiones", en una aparente referencia a los recientes movimientos de la administración del presidente norteamericano, Donald Trump, para aislar económica y diplomáticamente a Pyongyang.
En el marco del cónclave de la Asean, el secretario de Estado norteamericano mantuvo otra reunión con su homólogo de Rusia, Serguéi Lavrov, con el objetivo de rebajar las tensiones bilaterales que han experimentado ambos países en las últimas semanas.
Además de censurar el programa nuclear norcoreano, Lavrov comunicó a su homólogo que tanto Rusia como China exigen a EE. UU. que renuncie a sus habituales ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur en la región.
Mientras, Corea del Norte amenazó en sus medios estatales con convertir EE.UU. en "un inimaginable mar de fuego" como respuesta a las nuevas sanciones de la ONU, que considera producto de la "política hostil" del Ejecutivo de Trump.
Un asesor de seguridad del presidente estadounidense, H.R. McMaster, llegó a asegurar esta semana ante los medios que Washington no descarta un ataque preventivo a Pyongyang.
Las nuevas sanciones imponen un veto a las exportaciones norcoreanas de carbón, hierro, plomo y mariscos, además de otras medidas contra empresas y entidades que apoyen los programas armamentísticos del país comunista.
Trump aseguró vía Twitter que la medida tendrá "un impacto financiero muy grande" sobre Corea del Norte, a quien trata de forzar para que negocie su renuncia a las armas nucleares.
Aún así, las sanciones no contemplan restricciones sobre la venta de petróleo a Pyongyang, tal y como propuso inicialmente EE. UU. en su empeño por asestar un golpe lo más fuerte posible a la economía de uno de los países más aislados del mundo.
La presencia en Manila del ministro de Exteriores de Corea del Norte, que participará en un foro sobre seguridad regional este lunes, despertó una fuerte expectación ya que coincide por primera vez con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson.
Washington, sin embargo, ha descartado la posibilidad de una reunión bilateral ya que se niega a dialogar con Corea del Norte sin un compromiso de desnuclearización, e incluso trató sin éxito de vetar la presencia del canciller Ri Yong-ho en el foro de la Asean.
La reunión de Asem concluirá el lunes con la divulgación de una declaración final en la que se espera alusiones tanto al programa nuclear de Corea del Norte como a los litigios territoriales que enfrentan a China con varios países de la región, los dos asuntos que han protagonizado el grueso de los debates en la conferencia.