La presidenta del banco central estadounidense insistió en que el ritmo de ajuste no está en un "curso predeterminado" y apuntó que las lecturas individuales sobre inflación son poco precisas.
La Reserva Federal (Fed) elevó los tipos de interés un cuarto de punto al rango de entre 1% y 1,25%, el segundo ajuste monetario del año. Esto, con el propósito de fortalecer la economía de de Estados Unidos.
La Fed aseguró que la medida no pone en riesgo los avances logrados en materia laboral."Todo lo que estamos haciendo con la subida de tipos es suprimir un poco el estímulo (...) No nos estamos moviendo de manera agresiva como para frenar la continua mejoría en el mercado laboral", subrayó Janet Yellen, presidenta de la Fed, en una conferencia de prensa tras anunciarse el nuevo ajuste.
Yellen marcó distancias así con algunos analistas que consideran que los últimos indicadores de ralentización de las presiones inflacionarias aconsejaban postergar esta alza del precio del dinero. El informe de hoy del Índice de Precios de Consumo (IPC) en Estados Unidos mostró un descenso del 0,1% en mayo tras haber crecido un 0,2% el mes anterior, así, la inflación interanual es del 1,9%, tres décimas por debajo del dato de abril del 2,2%.
Se trata de la segunda subida de tipos de interés en lo que va del año, tras la de marzo, y la cuarta desde 2015.
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La medida solo contó con un voto en contra, correspondiente a Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis, quien considera que las condiciones todavía no son suficientemente sólidas para avanzar en el ajuste. El comunicado del banco central reiteró que se prevé una subida de tipos de interés adicional antes de finales de 2017.
Los expertos, no obstante, consideran que la institución se dará un margen de maniobra antes de la siguiente ronda de ajuste. "Ahora no tienen ninguna prisa para volver a mover (los tipos).La inflación se ha distanciado del objetivo (del 2 %) y se ha ralentizado. Necesitan esperar más allá de septiembre para tomar una determinación", explicó Stuart Hoffman, asesor económico del fondo PNC Financial Services Group, en una nota a sus clientes.
Por otro lado, la Reserva Federal actualizó sus previsiones económicas, con una leve subida en el crecimiento estimado para 2017 al 2,2%, frente al 2,1% anticipado en marzo, y dejó sin cambios los pronósticos de 2018, en el 2,1%.
Estos pronósticos contrastan con las promesas del presidente de EE.UU., Donald Trump, y su secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, de alcanzar un crecimiento anual de más del 3%, por encima de la media del 2% registrada en los últimos años del mandato de su predecesor, Barack Obama.
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La Fed mejoró también los pronósticos de desempleo, que señaló cerrará ahora el año en el 4,3%, tras el 4,5% previsto anteriormente; y redujo sus estimaciones de inflación de este año al 1,6%, por debajo del 1,9% calculado tres meses atrás. Yellen remarcó el buen comportamiento del mercado laboral con la tasa de desempleo en mayo en el 4,3 %, algo no visto desde 2001.
Por otro lado, anunció que comenzaría "este año" a reducir de manera "gradual" el abultado balance de activos adquirido por la Fed para estimular la economía tras la crisis financiera, que pasó de un billón de dólares en 2008 a los actuales 4,5 billones de dólares.
Desde hace varios años, el banco central ha dejado de comprar activos, pero sigue reinvirtiendo los beneficios obtenidos con adquisiciones previas en nuevos activos. La próxima reunión de la Fed está prevista para el 25 y 26 de julio, y después tendrán lugar tres más: a mediados de septiembre, finales de octubre y mediados de diciembre.