Por primera vez, Estados Unidos lanzó una bomba no-nuclear de esta envergadura, con el objetivo de alcanzar a yihadistas que se refugian en complejos de túneles.
Estados Unidos usó este jueves, por primera vez en un conflicto, la mayor bomba no-nuclear, la llamada "Madre de todas las bombas", cuyo objetivo fue impactar contra un complejo de túneles del Estado Islámico (Ei) en la provincia de Nangarhar, Afganistán; según lo informó el Pentágono.
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Esta es la primera vez en la historia que Estados Unidos utiliza la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (Moab), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.
El lanzamiento, normalmente llevado a cabo por un Hércules C130, se reveló pocas horas después de tener lugar en el distrito de Achin.
La provincia de Nangarhar, en el este afgano y cerca de la frontera con Pakistán, es una remota región que la que los yihadistas del Ei se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autodeclarado califato).
"El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que realizan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán", explicó el Pentágono en un comunicado.
"Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el Ei-Jorasán", explicó el general John W. Nicholson, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, quien recordó que los yihadistas trabajaron en defensas subterráneas y búnkers.
Estados Unidos ha realizado operaciones antiterroristas en esa zona; en una de las últimas, el 8 de abril, falleció un miembro de las fuerzas especiales en combate cara a cara con los yihadistas.
El uso de la "Madre de todas las bombas", que mata con la imponente presión de aire que genera, indicaría que la zona estaba ampliamente ocupada por operativos e instalaciones del Estado Islámico, sin evidente presencia civil.
El Pentágono aseguró este jueves que "se tomaron las precauciones para evitar víctimas civiles", pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerada de precisión.
Además, el gobierno estadounidense calificó el uso de este proyectil como un mensaje de combate claro hacia el Ei y sirvió de muestra al mundo del poderío militar estadounidense.
Según CNN, el Pentágono ha enviado drones de reconocimiento y está utilizando satélites para cuantificar el daño y resultado del lanzamiento de la bomba.