Miles de dominicanos inundaron las calles del país.
Miles de personas tomaron varias calles de la norteña provincia de Santiago, la segunda ciudad en importancia de la República Dominicana, para reclamar nuevamente el sometimiento a la Justicia de los involucrados en el caso de los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Esta movilización emuló a la del pasado 22 de enero que congregó a miles de personas en la capital del país en repudio a la corrupción y la impunidad, y a falta de cifras oficiales o de las organizaciones, muchos de los que participan aseguran que la de este domingo tuvo un respaldo muy superior.
Estas movilizaciones son organizadas por "Marcha Verde", un colectivo social que vio luz una vez se dieron a conocer las primeras informaciones del caso de Odebrecht, que admitió haber pagado 92 millones de dólares en sobornos en el país entre 2001 y 2014 para lograr contratos de obras públicas.
La marcha en Santiago, 155 kilómetros al norte de Santo Domingo, fue respaldada por miles de personas de diferentes estratos sociales, políticos de la oposición y reconocidas figuras de los medios.
La actividad partió de la Avenida Hermanas Mirabal y recorrió varias calles hasta llegar al emblemático Monumento a los Héroes de la Restauración, donde los organizadores de la marcha leyeron un documento en el que reclamaron de las autoridades acciones puntuales para enfrentar la corrupción y la impunidad.
La Marcha Verde reclamó la suspensión "inmediata" de las operaciones de Odebrecht en el país y la aplicación de las medidas cautelares correspondientes sobre sus bienes, inversiones y cuentas.
Asimismo, solicitó "un informe auditado de los pagos, contribuciones y aportes realizados por la firma internacional Odebrecht y sus socios locales a favor de las campañas electorales del presidente del país, Danilo Medina, para los periodos electorales 2012 y 2016, y que sea presentado a la nación en un plazo de tres semanas a partir de este requerimiento ciudadano".
Medina, quien llegó al Poder en 2012 y fue reelecto en 2016, ha negado cualquier vinculación con Odebrecht o que esta empresa haya financiado sus campañas electorales.
Marcha Verde también favoreció la contratación de firmas internacionales de “alta calificación” para auditar los costos de todas las obras ejecutadas "por ese cartel mafioso" para determinar los montos de las sobrevaluaciones.
Igualmente, la instalación de un observatorio "que actúe con total independencia en las investigaciones, acusaciones y defensa del Estado en los procesos judiciales vinculados al caso Odebrecht".
Por último, reclamó la creación de las fiscalía especial contra la corrupción y el crimen organizado, con autonomía funcional y presupuestaria para asegurar la persecución de los delitos de corrupción (administrativa y privada) y crimen organizado, con integrantes escogidos de manera transparente, sin la intervención del Poder Ejecutivo.
En declaraciones a la prensa, Raquel Rivera, portavoz de la Coordinadora de Mujeres del Cibao y del Movimiento Feminista Hermanas Mirabal, dos de las organizaciones que coordinaron la actividad en Santiago, declaró que esta "es una demostración clara y precisa de lo que el pueblo quiere: que se acabe con la corrupción".
El jurista Mario Arturo Fernández, coordinador de 'Santiago Somos Todos', uno de los grupos que organizaron la actividad, aseguró que la marcha contó con la participación de dominicanos residentes en el extranjero, que decidieron hacer "un sacrificio por su patria".
La Procuraduría General de la República Dominicana ha interrogado a varios legisladores, exlegisladores y exfuncionarios respecto de este escándalo, pero hasta ahora no hay detenidos.
En diciembre de 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló documentos en los que detallaba presuntos sobornos por unos 788 millones de dólares de parte de la empresa brasileña en 12 países de América Latina y África, entre ellos la República Dominicana.
La multinacional y la Procuraduría dominicana firmaron en enero pasado un acuerdo a través del cual Odebrecht se comprometió a pagar el doble de lo que aseguró haber entregado en calidad de sobornos.
Sin embargo, un juez declaró el pasado 1 de marzo inadmisible este procedimiento debido a que en el mismo la Procuraduría apeló a la figura de la conciliación, una acción que se utiliza para dirimir conflictos "entre querellantes y querellados", lo que no procede en este caso, de acuerdo con el fallo emitido por el magistrado, por lo que el acuerdo fue devuelto a las partes.
El procurador general dominicano, Jean Alain Rodríguez, quien asegura que no habrá impunidad en este caso, está pendiente de informar el proceso a seguir para la homologación del acuerdo.