La investigación argumentó que estas zonas están ubicadas en regiones fronterizas y por allí pasan algunas de las principales rutas del narcotráfico.
La mitad de los cultivos de coca en Colombia están concentrados en apenas diez municipios ubicados en Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Cauca, según lo reveló un informe de la Fundación Paz y Reconciliación publicado este miércoles.
La localidad con más coca sembrada es Tumaco, municipio donde el pasado 5 de octubre fueron asesinados siete campesinos en un confuso ataque cuando protestaban por la erradicación forzosa de sus sembrados, según detalla el informe.
En Tumaco, con 23.148 hectáreas, está el 16 % de los cultivos de coca del país que, según otro reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (Unodc) ocupan un total de 146.000 hectáreas.
Le siguen por número de hectáreas Tibú (Norte de Santander), Puerto Asís (Putumayo), El Tambo (Cauca), El Tarra y Sardinata (Norte de Santander), Valle del Guamuez, San Miguel y Orito (Putumayo) y Barbacoas (Nariño).
Todas ellas, son además regiones fronterizas: Putumayo, Nariño y Cauca forman un triángulo en el límite con Ecuador, mientras que Norte de Santander es el principal paso con Venezuela.
También son departamentos por los que pasan algunas de las principales rutas de narcotráfico: el triángulo fronterizo con Ecuador está en la costa Pacífica por la que sale buena parte de la cocaína con destino a Centroamérica y Estados Unidos.
Por otra parte, los tres municipios de Norte de Santander están en la selvática región del Catatumbo, por donde sale un buen porcentaje de la cocaína usando como escala Venezuela.
"Falló la estrategia del Gobierno (...) con una estrategia errada que era presión sobre los campesinos cocaleros y no oferta de negociación", dijo el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia en una rueda de prensa.
En referencia al caso de Tumaco, que todavía es objeto de investigación por parte de las autoridades y debido a las denuncias de los lugareños acerca de la participación de la Policía, Valencia señaló que "las comunidades y las organizaciones cocaleras en esa zona están la mayoría dispuestas a negociar" y a sustituir sus cultivos.
Por ello, pidió al Gobierno tener en cuenta "esa disposición de las comunidades" para que desaparezcan los cultivos de uso ilícito.
"Y lo más grave es que eso se puede presentar en estos diez municipios porque los factores coinciden: disidencia de las Farc, crecimiento de los cultivos ilícitos, una política de erradicación forzada que enfrenta de nuevo al Estado con los campesinos", sostuvo Valencia.
Por ello, propuso "que se haga una réplica de los acuerdos de paz en esos diez municipios, con las comunidades".
El informe también se refiere a los grupos armados ilegales que operan en la zona de Tumaco, que son un total de once, al menos tres de los cuales los formaron disidentes de las Farc: Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), La gente del nuevo orden, y el grupo Oliver Sinisterra.
También intenta controlar la zona el Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia nacida tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC); La Empresa, Organización Sicarial del Pacífico, Los Negritos, Renol, un grupo armado privado de narcotraficantes mexicanos, Nuevo Grupo y Columna Gaula.
Los once se dividen y luchan por un territorio que tiene una parte urbana y otra, mucho mayor, rural.
Precisamente, este miércoles se supo a través de medios locales que las autoridades investigan la muerte de al menos seis personas en una zona remota de Nariño que fallecieron en un combate entre una disidencia de las Farc y una banda criminal que se disputan el control del narcotráfico en la zona.
El confuso incidente se produjo el viernes pasado en un cerro conocido como San José, de la localidad de El Charco, si bien llegar hasta la zona implica navegar ríos y caminar durante horas desde la cabecera municipal, por lo que hasta ahora no han podido llegar las autoridades hasta ese punto.