Se ha visto cómo la mermelada se esparce con facilidad y llega a muchos rincones.
He tomado algunos apuntes sobre opiniones de personas autorizadas que en los medios, nacionales o del exterior, se han referido al estado de la economía colombiana y han hecho proyecciones.
1 – Con la reforma tributaria dizque estructural quedó claro que el objetivo del Gobierno era subir el IVA al 19% y mantener el 4 X 1000, pero lo peor es que sus resultados no van a ser suficientes para cubrir las inmensas necesidades, incluidos compromisos adquiridos con las Farc. Ello llevará a que el próximo presidente deba arrancar su mandato con una subida de impuestos, pues las arcas de la nación las va a encontrar, ahí sí, raspadas. Confirmación de esto es el hecho de que Santos dijo al diario La República (27/feb/2017) que “el próximo Gobierno no tendrá que hacer una nueva reforma tributaria”. Esa predicción de Santos es tan “válida” como la que hizo con respecto a firmar sobre piedra que él no aumentaría impuestos. Además, la tributaria está frenando la llegada de capitales productivos externos.
2 - Altos gastos e insuficientes ingresos llevan al aumento de los déficits al punto que más temprano que tarde aparecerá en el escenario un precio del dólar en cifras que hoy lucen extravagantes, hablando de, por ejemplo, $4.500 por esa divisa; ello independiente del precio del petróleo. No hay que dejar de lado un fortalecimiento del dólar en el mercado internacional.
3 - El endeudamiento de Colombia en el exterior ha crecido desbordadamente en el gobierno santista. Ante insuficiente recaudo tributario se ha optado por deuda para mantener el tren de vida, tren que ha arrastrado vagones muy pesados, como los de la burocracia, el gasto en parafernalia o la corrupción, pues no más en obras públicas se han hecho contratos en los que subyacen los sobornos dados a quienes han tenido la facultad de otorgarlos.
4 - La deuda hay que pagarla y una receta es incrementar las exportaciones industriales, pero… ¿cuáles exportadores industriales? Durante años se dejó que las empresas manufactureras se marchitaran, pues la tasa de cambio no resultaba competitiva, así varias empresas hubieran incrementado a niveles superiores al 90% su productividad, basada ésta en su personal calificado, en su experiencia, en sus destrezas, etc. Volver a esos niveles tarda mucho y no es asunto de solo predicar sobre la necesidad de salir a los mercados externos. Luego, esa enorme deuda externa estará incidiendo negativamente sobre nuestra economía, pues, adicionalmente, al refinanciarla con nuevos créditos, éstos seguramente serán a tasas mayores. Eso también repercutirá en el incremento de la tasa de cambio, lo que se traduce en mayor costo del servicio de la deuda.
5 - Las calificadoras de riesgo internacionales dan una indicación de la percepción de las economías, aunque sus medidas no poseen precisión electrónica y en ellas no faltan influencias de factores políticos y sociales, aun coyunturales, pero ante hechos negativos, cuando se destape la verdad, será difícil mantener notas aceptables.
6 - El gobierno suele pronosticar crecimientos del Producto Interno Bruto tirando hacia el lado alto de los estimativos. En mis notas registro que hay voces que para 2017 lo ponen muy por debajo del 2%, del que habla el sector oficial. No se les cree ni a Santos ni a su ministro Cárdenas.
7 - Preocupa a muchos la independencia del Banco de la República con la llegada del nuevo gerente, señor Echavarría Soto, y del nuevo codirector, señor Gerardo Hernández (suspendido durante 10 meses por el Ministerio Público por no haber tomado medidas para evitar el descalabro de Interbolsa), pues se ven más como apéndices de su amigo Santos que como miembros de un organismo que, por Constitución, es independiente. Se ha visto cómo la mermelada se esparce con facilidad y llega a muchos rincones, y… ¿ahora al Banco Central?
8 – Con nombre propio va uno de mis apuntes. El 3/marzo/2017 Plinio Apuleyo Mendoza escribió en El Tiempo: “el sucesor [de Santos], quien quiera que sea, se encontrará ante un colapso económico nunca visto”.