En 2007, 64 personas fallecieron en los 3.000 incendios declarados en la península del Peloponeso.
Al menos 60 personas han muerto y 172 resultaron heridas -once se encuentran en estado crítico- en los incendios ocurridos en la noche del pasado lunes en una zona costera al noreste de Atenas, donde todavía hay numerosos desaparecidos.
El servicio griego de bomberos informó que hay personas que han sido dadas por desaparecidas por familiares o amigos y de que existen decenas de edificios a los que las fuerzas de rescate todavía no han podido acceder.
El mayor incendio en más de una década en Grecia comenzó el pasado lunes con varios fuegos en una zona forestal a 50 kilómetros al suroeste de Atenas que obligaron a evacuar varias poblaciones pero que no se saldaron con víctimas.
Otro incendio de menor envergadura a 30 kilómetros al noreste de Atenas acabó convirtiéndose por la noche, con vientos que alcanzaron fuerza 9 en la escala de Beaufort y rachas de fuerza 11, en causante de la mayor tragedia vivida en Grecia desde hace once años.
La mayoría de las víctimas mortales de los últimos incendios registradas hasta el momento perecieron en sus casas o en sus vehículos, arrasados por las llamas que se propagaron con suma rapidez.
Uno de los momentos mas dramáticos de la jornada fue el hallazgo de un grupo de 24 personas, entre ellas varios niños, calcinados y abrazados unos a otros en un descampado situado entre dos complejos de viviendas en la pequeña localidad de Mati.
Especialmente trágica es la circunstancia de que el terreno se encontraba a tan solo 30 metros del mar, al que evidentemente no lograron llegar por el avance rápido de las llamas.
Muchas personas lograron salvarse metiéndose con botes en el mar. Cerca de 700 fueron rescatadas por la guardia costera en las playas cercanas al puerto de Rafina.
Otras, en cambio, perecieron ahogadas en el mar mientras intentaban huir del fuego, con vientos que en ese momento llevaron las llamas hacia la costa.
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Un menor murió al caer contra las rocas cuando intentaba salvarse del fuego lanzándose al mar desde un precipicio.
Testigos explicaban a los medios locales que muchas personas atrapadas en sus edificios se pusieron a salvo descendiendo de sus balcones con sábanas o con los toldos que lograron arrancar de sus anclajes.
La zona afectada no solo es lugar de residencia de muchas personas que se desplazan a diario a Atenas, sino también destino de fin de semana y de veraneo de los atenienses.
En toda la costa oriental de Grecia hay numerosos campamentos y el puerto de Rafina es punto de partida para los ferris a una serie de islas del mar Egeo.
Según informó el alcalde de Rafina, Evánguelos Burnús, al menos un millar de casas han sido destruidas y unos 200 vehículos han sido dañados en mayor o menor medida por las llamas.
Diversos municipios de la zona afectada han dispuesto ya locales para acoger a personas que se han quedado sin techo. A ello se suman múltiples ofertas de ayuda privada y colectas de alimentos y ropa.
Por ahora se desconocen las causas de estos incendios, un total de 47 en las últimas 24 horas en toda Grecia, pero se sospecha que los de la región capitalina de Atica podrían haber sido intencionados. La Fiscalía inició ya las primeras investigaciones.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció este martes tres días de luto por las víctimas de los incendios y prometió que “nadie se quedará sin ayuda”.
“Ahora es el momento de la unidad y de la solidaridad, no puede haber diferencias y planteamientos de culpa... Es el momento de la movilización y de luchar por salvar lo salvable”, señaló Tsipras, quien agradeció los múltiples mensajes de solidaridad recibidos de toda Europa.
Entre los líderes europeos que le contactaron y ofrecieron ayuda inmediata se encuentra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron.