La bancada republicana invalidó la ley de neutralidad que le impedía a las compañías restringir la navegabilidad a los usuarios.
La Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. (FCC, en inglés) anunció este jueves que la neutralidad en la red, una normativa que garantiza en Estados Unidos la protección de Internet como servicio público, terminará el próximo 11 de junio.
Esta ley, aprobada en 2015 bajo el mandato del expresidente Barack Obama (2009-2015), impedía que las empresas proveedoras del servicio pudieran bloquear o ralentizar el tráfico en cualquier portal a su antojo.
La FCC aprobó a mediados de diciembre una nueva norma sobre el servicio de Internet que acaba con la conocida como neutralidad en la red, gracias a la mayoría republicana en la institución reguladora.
"Ahora, el 11 de junio, estas innecesarias y dañinas regulaciones serán derogadas y el enfoque bipartidista que funcionó en el mundo en línea durante 20 años será restablecido", aseguró en un comunicado el presidente de la FCC, el republicano Ajit Pai, nombrado por el presidente Donald Trump.
Cuando la nueva norma entre en efecto, los proveedores de servicios de Internet (ISP, en inglés) podrán bloquear o ralentizar a su antojo el acceso a cualquier página web sin importar su contenido, incluso medios de comunicación o plataformas de vídeo.
Pai explicó que, a partir del 11 de junio, EE. UU. tendrá un marco en Internet que potenciará la innovación y la inversión en las redes e indicó que esta nueva regulación hará que el acceso a la red sea "mejor, más barato y más rápido".
La decisión de la FCC ha levantado críticas entre los sectores más liberales, que han advertido que las principales compañías proveedoras de Internet en EE. UU., como Comcast y Verizon, podrían abusar de su poder e incrementar el costo del uso de la red.
Además, ha resultado en múltiples demandas, incluyendo una redactada por una coalición de 22 fiscales generales de Estados Unidos, que pidieron al Tribunal de Apelaciones del distrito de Columbia que revise la decisión de la FCC, que consideraron "arbitraria, caprichosa y un abuso" que viola la ley federal y la Constitución.
El primer estado en reaccionar a la decisión de la FCC fue el de Washington, que aprobó su propia ley estatal para proteger la neutralidad de la red tras la abolición decretada por la comisión federal.