La delegación del Gobierno sirio llegó este lunesa la ONU para continuar con las negociaciones de paz, que empezaron el pasado viernes bajo la conducción del enviado especial de esta organización, Staffan de Mistura, quien actúa como mediador en este proceso diplomático.

Las conversaciones tuvieron una pausa el domingo, tras dos días de discusiones, que los enviados del régimen sirio centraron en cuestiones de seguridad y lucha contra el terrorismo.
El aumento de la violencia armada en Siria nada más empezar esta quinta ronda de negociaciones ha generado alarma por su potencial efecto desestabilizador en los esfuerzos diplomáticos que se hacen para poner fin a seis años de guerra civil en el país árabe.

El pasado abril, la tercera ronda de negociaciones fracasó debido a una ofensiva que lanzó el Ejército sirio, con ayuda de fuerzas militares rusas, sobre Alepo, cuya parte oriental estaba controlada en ese entonces por grupos rebeldes.

La reuniones durante la jornada de hoy serán dirigidas por el adjunto del mediador, Ramzy Ezzeldin Ramzy, en vista de que el primero se encuentra en Jordania, donde aprovechará una reunión de la Liga Árabe para entrevistarse con autoridades de los países de la región involucrados en el conflicto sirio.

De Mistura teme que la nueva escalada del conflicto, en particular en los alrededores de Damasco y en la provincia de Hama, pueda originar un nuevo fracaso de las negociaciones, que se apoyan en una tregua en vigor desde finales de diciembre, auspiciada por Rusia, Irán y Turquía.

A ese respecto, el embajador de Rusia ante la ONU en Ginebra, Aleksey Borodavkin, ha señalado que todos los ultimátum lanzados en el pasado por la delegación opositora han resultado en fracasos para ellos mismos y en perder apoyo de la población.

El conflicto sirio ha tenido repercusiones negativas en todo Oriente Medio, ha provocado una grave crisis de refugiados que se ha extendido hasta Europa y ha reforzado el terrorismo internacional de corte yihadista.