El miembro que estuvo en contra de la reducción de la tasa consideró que la persistencia de la inflación, entre otros factores, indica la conveniencia de mantener una política monetaria más contractiva para así garantizar que la inflación llegue a la meta prevista lo más pronto posible.
Según las minutas de la reunión de la Junta Directiva del Banco de la República, correspondientes a su reunión del 24 de Marzo de 2017, la reducción de la tasa de interés en 25 puntos básicos acordada en aquella oportunidad, no se tomó de manera unánime sino por mayoría. Cuatro miembros de la Junta estuvieron de acuerdo, uno votó por mantenerla estable y otro por bajarla aún más.
Las minutas, dadas a conocer a los medios de comunicación este viernes, señalan que los miembros de la Junta destacaron que la inflación total sigue en su senda de descenso y que la reciente información económica continúa mostrando debilidad en la actividad en esta primera parte del año.
El grupo que votó por reducir la tasa 25 puntos, tuvo como argumentos los siguientes: las expectativas de inflación retomaron su tendencia descendente; los datos recientes de actividad económica continúan evidenciando una desaceleración en términos del crecimiento; el crédito, en particular la cartera comercial, crece a tasas bajas; y la postura actual de la tasa de interés continúa en terreno contraccionista, es decir, no estimula el gasto ni el crecimiento.
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Algunos miembros destacaron el mal comportamiento de varios componentes del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que están fuertemente relacionados con fenómenos de indexación y persistencia. En su opinión se han elevado simultáneamente los riesgos de desaceleración excesiva y de persistencia en la inflación, aumentando la incertidumbre sobre el paso al que se deben realizar reducciones adicionales de las tasas de interés.
Un miembro de la Junta votó por mantener estable la tasa de interés de intervención. Sus argumentos se centraron en el incremento de la persistencia inflacionaria que parece estar presentándose en la economía colombiana.
Según este miembro, la persistencia de la inflación, sumada a los choques de oferta recibidos en los últimos años, indica la conveniencia de mantener una política monetaria más contractiva para garantizar la convergencia temprana de la inflación a su meta, evitando así deterioros de la credibilidad que hagan más costoso este proceso en el futuro.
Finalmente, un miembro de la Junta votó por una reducción de 50 puntos en la tasa de intervención. Señaló para hacerlo que ante la baja dinámica de la economía es conveniente que la reducción de tasas de interés se haga de manera temprana para tener un efecto oportuno en la actividad económica. Consideró así mismo que los riesgos de inflación se han reducido considerablemente en los meses recientes, por lo que cree que en el balance de riesgos debe primar el de impedir una desaceleración excesiva.
Colombia tiene un escenario económico complejo
La reunión ordinaria de la Junta Directiva del Banco de la República contó con la presencia del Ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, el Gerente General Juan José Echavarria y los Directores, Gerardo Hernandez Correa, Ana Fernanda Maiguashca Olano, Adolfo Meisel Roca, y Juan Pablo Zárate Perdomo.
Previo a la discusión de los miembros de la junta, se presenta un informe económico. Según este, la información disponible de oferta y demanda sugiere que el crecimiento anual de la economía colombiana a comienzos del año continuó siendo débil y algo menor que lo esperado. No obstante, para todo 2017, se mantuvo el pronóstico de un crecimiento más balanceado de los diferentes componentes de la demanda.
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Se prevé un mejor desempeño de la inversión de obras civiles, lo cual permitiría conservar una expansión del PIB de 2,0% para el año completo. Sin embargo, a la fecha aún no se conoce información sobre el desempeño reciente de este rubro.
En cuanto a la inflación, en febrero se ubicó en 5,18% anual, 29 pb menos que en enero; la inflación básica medida como el promedio de los cuatro indicadores que monitorea el Banco, se mantuvo sin cambios significativos. La información disponible sugiere que, al igual que el mes pasado, parte del incremento observado en los precios al consumidor obedeció al impacto de la reforma tributaria (por cambio en el IVA, el impuesto verde y la Ley de Licores).
Las expectativas de inflación de los analistas económicos a diciembre de 2017 y a doce y veinticuatro meses disminuyeron, al igual que las derivadas de los títulos de deuda pública a dos, tres y cinco años. En el contexto externo, los indicadores más recientes para las economías avanzadas sugieren una mejoría de la actividad. Sin embargo, para América Latina los datos disponibles sugieren que el crecimiento continúa siendo mediocre.
Por otra parte, durante las primeras semanas las monedas latinoamericanas se depreciaron. Sin embargo, en los últimos días esta tendencia se revirtió a pesar del aumento de la tasa de interés de la Fed. Se continúa observando importantes entradas de capitales a economías emergentes, principalmente a renta fija.
En lo corrido de marzo, los precios internacionales del petróleo han mostrado una tendencia a la baja en respuesta a los mayores inventarios en los Estados Unidos. Para 2017 se espera que los fuertes choques transitorios que desviaron la inflación de la meta continúen diluyéndose, en un entorno de actividad económica débil. Por otro lado el aumento del IVA y otros impuestos indirectos presionarían al alza la inflación. Las acciones de política monetaria realizadas hasta el momento que incorporan los anteriores efectos, deberían consolidar la convergencia de la inflación a la meta.