Aristóteles estuvo hasta el año 322 AC, no vengan a decir ahora que eso del zoon polikón, del hombre como un animal político es un tema nuevo.
Aristóteles estuvo hasta el año 322 AC, no vengan a decir ahora que eso del zoon polikón, del hombre como un animal político, de ese que se enfrasca en la eterna discusión que es un técnico pero que realmente es una máquina política y viceversa, es un tema nuevo, esas ovejas en medio de lobos, esos impolutos que son inmunes a todos los partidos y movimientos políticos y se mueven en las arenas politiqueras dando y recibiendo pero no son, aunque sean.
Fragmentos de la política, la ética, la poética, entre otros, estaban regados por todo Grecia como los best seller de la época antes de Cristo y todo lo dicho de los políticos como una clase supra parte, contaminada, ambiciosa y doble moral tiene un origen de más de 2200 años, así que esos que se impresionan con los camaleones que se pasan de un color a otro bajo la denominación de técnicos, que un día marchan y al otro rezan, no creo que tengan ahora argumento para dárselas de dignos e imparciales, porque definitivamente es lo habitual.
Un animal político (ζ?ον, z?ion, πoλιτικ?ν, politikón) que se diferencia de los otros animales por la capacidad de relacionarse políticamente, de hacer sociedad, de agruparse en clanes y crear ciudades, ¿quién dijo que toda la vida hay que estar de acuerdo con los mismos postulados? Es que los seres humanos cambiamos y con esto las informaciones predeterminadas se empiezan a depurar, eso es lo normal, lo anormal es que todos los días hagamos lo mismo por toda la eternidad so pena de ser catalogados desleales, es que la real fuerza está en que somos diferentes, ¿qué sentido tendría ser todos iguales, pensar igual, actuar igual?
Hay políticos muy honorables y han aportado a la construcción de este país, a los que nunca les ha dado pena decir que son políticos, militan en un partido y trabajan por la colectividad, por la ciudadanía. Pero también hay personas que se esfuerzan por ser y parecer y ni lo uno, ni lo otro, todos los conocemos, todos los identificamos, no son políticos, son técnicos, que también es válido, pero que definitivamente no aporta mucho en estos tiempos no tomar partido, hacerse el experto, sobre todo en esta época donde hay casi 20 partidos y movimientos registrados y muchos más en construcción.
Es que de los políticos vergonzantes y otras figuras para evitar el qué dirán esta hecho el mundo, por lo que no nos queda sino sincerarnos y aportar a que esto funcione más que bien, sin tropiezos, aplicar nuestro sentido de gobernanza, apelar a la concurrencia como forma idónea de operar. Pero si por alguna razón está pensando que esta columna es contra usted o contra alguien en especial, no entendió mucho, todo lo contrario, es un llamado a fortalecer la democracia no los intereses de los que gobiernan hoy, es un llamado a no emitir juicios, a no dividir el país entre los que son o no son, cada uno con sus cada “unandas”, pero que si es necesario que todos en ese momento empecemos a avanzar para un mismo lado es más que evidente y me parece que estamos cada quien por nuestro lado.