El señor fiscal se ha constituido en un aplicador de teflón al funcionario que, en la práctica, lo nombró
Antes de entrar en materia, es preciso hacer algunas precisiones.
Se define que Mermelada es: “Conserva de frutas cocida en azúcar”. Pero el significado más usual en la actualidad, y utilizado en este escrito, es el de Coima: “Gratificación con que se soborna a un funcionario público”.
Asimismo, sin necesidad de ser un experto químico, puede leerse en la red que el “politetrafluoroetileno” es el teflón, material “prácticamente inerte que no reacciona con otras sustancias químicas” y, además, con MUY BAJO coeficiente de rozamiento y GRAN impermeabilidad.
La sabiduría popular ha concluido que con este material, todo les “resbala” y nada les “penetra”, al aplicárselo a algunos dirigentes, en otras palabras, se les aplica el dicho que están revestidos con teflón.
Lo que aparentemente está ocurriendo actualmente en Colombia, es que empieza a escasear la “mermelada” porque ya se la gastaron, y entonces algunos de los más “altos heliotropos” están buscando la manera de revestirse con teflón
Esta aplicación puede ser por interpuestas personas o puede ser el resultado de un proceso de auto-aplicación, cohonestado por otros auto-revestidos y por la “gavilla mediática”. El hecho es que aparecen personajes que en la práctica son “intocables”.
Esta situación se ha manifestado muy claramente a raíz del “escándalo” de Oderbrecht. Aparentemente, el señor fiscal se ha constituido en un aplicador de teflón al funcionario que, en la práctica, lo nombró: el Primer Mandatario. Este funcionario que muy inteligente, ladina y taimadamente ha navegado en el mar judicial, haciendo uso de la denominada “puerta giratoria”, ha dado muestras de una sesgada intención de dejar revestidos de teflón a algunos funcionarios.
Y surgió, además, el “nuevo escándalo de la corrupción” que trajo como consecuencia inmediata, la conformación de un Plan Anti Corrupción propuesto por el Primer Mandatario, lo que ha merecido el siguiente comentario de las matronas paisas: “El diablo haciendo hostias”.
Este comentario se basa en que el gran dispensador, repartidor y propiciador del reparto de “mermelada”, ha sido precisamente el Primer Mandatario. Con eso ha logrado mantener el precario monolitismo de la mesa de Unidad Nacional.
Ciertamente el “contratismo” es uno de los mayores canales de distribución de “mermelada”, con las adjudicaciones a dedo y los convenios interadministrativos. En consecuencia se aprovecha el escándalo de Oderbrecht para enjuiciar, no solo las malas prácticas de contratación, sino que también la actuación del señor Fiscal, lo que dio origen al debate desarrollado en el Congreso.
Como disculpa, en dicho debate, se trató de establecer, a la manera de Fuenteovejuna, que “todos son corruptos”, lo que afortunadamente no es cierto, porque aún quedan “luces en la poterna y guardianes de la heredad”, aunque pocos.
También se observaron síntomas del desmoronamiento del “Peñón de la Unidad Nacional”, y las imprecisiones y justificaciones absolutamente deleznables como la argumentación del señor director de la ANI, para justificar lo injustificable en la ampliación del contrato de la Ruta del Sol 2.
¡“Así cualquiera”!