La profesora Paula Gutiérrez, adscrita al grupo de exploradores astronómicos Astromae, habló con EL MUNDO sobre el primer asteroide que se descubre en Colombia y el proceso que la llevó a este hallazgo.
El grupo de astronomía de los Maestros Amigos del Parque Explora (Astromae) celebra por estos días el logro de la profesora Paula Gutiérrez, primera colombiana en descubrir un asteroide en una observación realizada desde el propio país. El asteroide, considerado por la Unión Astronómica Internacional como del tipo Amor (próximo a la tierra), recibe actualmente el nombre de 2017 RL2 y se encuentra a la espera de la asignación de un nombre definitivo.
Entre tres y cuatro años puede tomar la asignación de nombre para un aerolito, en este caso no se espera mucha agilidad en el proceso de nominación ya que este cuerpo no representa peligro para la tierra, así que no se le da tanta prioridad al nombramiento del cuerpo. Lo que está claro es que debe llevar el nombre de un ser mitológico y desde ya la profesora Gutiérrez trabaja junto al astrofísico Enrique Torres, profesional de astronomía en educación del planetario de Medellín, para solicitar que al 2017 RL2 se le dé el nombre de un dios nativo de las culturas indígenas colombianas.
Paula Gutiérrez adelanta estudios de ingeniaría mecatrónica en el ITM y pertenece hace cuatro años a Astromae. “Este es un grupo interdisciplinar, coincidimos profesores de preescolar, arte, física y humanidades porque no hay que ser un astrónomo para hacer estas exploraciones sino tener curiosidad, interesarse por la aplicación de la astronomía en nuestros campos del conocimiento y estar abierto a la orientación de los profesores de astrofísica para poder construir diferentes estrategias para la enseñanza de la astronomía y hacer las exploraciones que llevan a estos descubrimientos”, señaló la investigadora.
Torres relató que el descubrimiento del cuerpo espacial se logró durante la Campaña Internacional de Búsqueda de Asteroides Iasc-All Colombia.
Señaló que en este proceso se reportaron 250 objetos en movimiento de los cuales 180 fueron considerados reportes válidos y siete fueron reconocidos como objetos en movimiento verificados en el espacio. De los siete dos ya son asteroides verificados, el de la profesora Paula y uno del equipo Scalibur que observó un asteroide que había sido descubierto en 1998 pero se había perdido su registro.
Gutiérrez indicó que a lo largo de la campaña recibía diariamente 16 fotografías capturadas por el telescopio Pan-Starrs 1 del observatorio Haleakala de la Universidad de Hawái. “En los ratos libres me sentaba con en el computador, elaboraba el informe de lo que observaba y lo mandaba porque es un trabajo de estar muy atentos a los movimientos. Realmente cuando llegó el reporte del descubrimiento en la base de datos de cuerpos menores de la Nasa no lo creía pero ha sido una gran alegría para mí y para Astromae”, aportó.
En adelante, el descubrimiento estará sometido a revisiones, otros observatorios van a seguir mirándolo para calcular con precisión su órbita y Astromae continuará revisando los movimientos espaciales para detectar nuevos aerolitos y aplicar sus conocimientos al estudio de la astronomía.
El descubrimiento del 2017 RL2 permitió que Astromae haya sido elegido para una nueva campaña, la cual emprenderán entre el 8 de enero y el 10 de febrero con la participación de 100 personas y la participación de diferentes grupos del país vinculados a la exploración astronómica.