El alcalde Federico Gutiérrez Zuluaga entregará la noche de este jueves, 5 de octubre, la Medalla Alcaldía de Medellín Categoría Oro -máxima distinción de la Administración Municipal-  al Cuerpo Oficial de Bomberos, como reconocimiento a sus 100 años de servicio a la ciudad. La condecoración exalta el espíritu cívico, el compromiso social y la pasión por el servicio de quienes han integrado la institución a lo largo de un siglo de historia.

En la Noche de Gala, que se celebrará en el Orquideorama del Jardín Botánico, la institución también recibirá el reconocimiento por parte del Concejo de Medellín con la Orden Don Juan del Corral Categoría Oro; y la Asamblea Departamental de Antioquia, mediante Resolución 157 de 2017, le otorgará la Orden al Mérito Cívico y Empresarial Mariscal Jorge Robledo- grado Oro.

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El 4 de agosto de 1917, el municipio de Medellín conformó el Cuerpo Oficial de Bomberos, mediante Acuerdo 113 y constituyó una junta especial para organizar y reglamentar la institución. En aquellos tiempos sus integrantes prestaban servicio ad honorem y dependían de la junta directiva.  Así comenzó una historia que llega ya a los 100 años.

En la Noche de Gala, y como distinción para cada uno de los miembros del Cuerpo Oficial de Bomberos, se entregará una Moneda Conmemorativa de los 100 años de creación de la institución. 

Historia  

El origen del Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín remite a dos fechas, el 7 de abril de 1916, año en el que con la ordenanza Nº 10 se le ordenó a los municipios con más de 10.000 habitantes estructurar un cuerpo de socorro de esas características. 

El 4 de agosto del siguiente año fue otro hito para esta institución, pues el municipio de Medellín conformó la primera organización del Cuerpo Oficial de Bomberos mediante el Acuerdo 113. 

El concejal Ricardo Olano se encontraba en Estados Unidos en el año 1916, desde donde despachó el primer equipo con el que contó el cuerpo de bomberos, que llegó a Colombia en los primeros meses de 1917. En ese entonces las máquinas costaron 3.066,53 (tres mil sesenta y seis pesos con cincuenta y tres centavos) y el transporte costó 513,81 pesos. El extintor químico pesaba media tonelada, este fue adaptado a un viejo chasis de automóvil quedando así con capacidad de llevar ocho hombres sin importar la pendiente del terreno. 

A prueba puso al cuerpo de bomberos el incendio del 28 de junio de 1921 ocurrido en el parque Berrío. Las llamas consumieron parte del costado occidental de ese lugar, parte de la mazada entre la calle 50 (Colombia) y la 51 (Boyacá) y la carrera 51 (Bolívar) y 52 (Carabobo). Por la gravedad de este acontecimiento, se empezó a considerar la reorganización de esta nueva institución, pues la emergencia arrojó pérdidas por dos millones de pesos.